Aprovechando el Día Mundial de la Salud Mental, el Sindicato de enfermería Satse en Ceuta ha advertido sobre la carencia de enfermeras y especialistas en este ámbito en el sistema sanitario público, “una situación que no deja de empeorar ante al aumento de la demanda en todos los niveles asistenciales”, señalan.
Por esta razón, han reclamado un “aumento efectivo” de los presupuestos dirigidos a la salud mental, “cifrados en 750.000 euros dentro del Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico de la Ciudad de Ceuta para el periodo 2024-2026, con destino al Ingesa”, apuntan.
Asimismo, detallan que el refuerzo presupuestario debe alinearse con los compromisos recogidos en el Plan de Acción 2022-2024 en Salud Mental, con el objetivo de garantizar “la mejora de los recursos humanos y la atención a la ciudadanía”.
Dicho plan, según explican desde Satse, establece como prioridad la incorporación de nuevos efectivos, que deberían estar compuestos por: 4 psiquiatras para atender a la población adulta, 4 psicólogos clínicos para la atención a la población infanto-juvenil y 2 profesionales de Enfermería con titulación universitaria para reforzar la atención infanto-juvenil.
Unos recursos que tildan de “esenciales” para cubrir “la creciente demanda de atención psicológica y psiquiátrica en la ciudad, donde la salud mental continúa siendo una de las áreas más desatendidas del sistema sanitario”.
Los compromisos “dista de la realidad”
Pero lamentan que, a pesar de los compromisos adquiridos por parte de la administración, “la realidad dista mucho de lo planificado”, ya que en el área de psicología infanto-juvenil solo hay 2 psicólogos en activo, la mitad de los previstos.
Además, indican que, en el área de siquiatría de atención primaria, “la plantilla no se ha podido completar por la dificultad para atraer y retener profesionales en Ceuta” y que actualmente “solo quedan dos psiquiatras en activo en atención primaria y el área de hospitalización psiquiátrica del hospital se cerró por falta de efectivos médicos; por lo que los pacientes que necesitan ser ingresados por problemas de salud mental están siendo evacuados a la península”.
Para finalizar, comentan que, en el área de enfermería, solo hay una profesional en el servicio para población adulta, “cuando lo planificado contemplaba reforzar específicamente la atención a la población infantil y juvenil con dos enfermeras más que aún no se han contratado”.
Por esta razón, exigen que los presupuestos de salud mental “no se queden en papel mojado y que se garantice de manera efectiva la contratación y estabilidad de los recursos humanos comprometidos”.
Denuncias de Satse
El sindicato denuncia que “los gobiernos, central y autonómicos, no dejan de hablar del problema, pero olvidan la puesta en marcha de soluciones que pasan por la contratación de profesionales en todos los ámbitos de actuación necesarios”.
Asimismo, subraya que, además de en unidades de agudos, “la labor de las enfermeras especialistas en Salud Mental es imprescindible en los dispositivos preventivos y terapéuticos, unidades infanto-juveniles y unidades de conductas adictivas, y también en Atención Primaria, donde es necesaria la presencia de unidades especializadas”.
Costes humanos y económicos
La Organización Mundial de la Salud ya ha urgido a los países a tomar medidas inmediatas ante lo que constituye una suma de patologías que presentan un coste humano y económico sin precedentes.
Hasta el momento, para el sindicato, la respuesta de España es “inadecuada e insuficiente” y da la espalda “al sufrimiento de miles de personas y sus familias”, además de suponer una continua pérdida económica.
Prevención
Asimismo, expresan que, desde la Unión Europea se insiste en la necesidad de dar prioridad a la prevención, en particular abordando los factores de riesgo conductuales y los determinantes sociales.
Para la formación sindical “es necesario hacer mayor hincapié en abordar las causas profundas de los problemas de salud mental mediante iniciativas de prevención y la promoción de una salud mental y un bienestar positivos. Las acciones preventivas que pueden emprender las enfermeras son vitales para detener el incremento de casos”.
“Hay cifras incontestables, como la apuntada por la OMS que estima que sólo la depresión será la primera causa de discapacidad en el mundo para 2030 si no se toman medidas, y actualmente ocupa el segundo lugar, justo después de enfermedades como los accidentes cerebrovasculares y los infartos”, relatan.
Además, añaden que “los costes totales de los problemas de salud mental se estiman en más del 4 % del PIB (más de 600 000 millones de euros) en los 27 países de la UE y el Reino Unido, según el informe Health at a Glance”.
En este sentido, declaran que, a la escasez de profesionales, “se suma que la irregular implantación de la figura de la enfermera especialista en salud mental en los servicios de salud y en muchos casos no reconocida”.
“Según el propio Ministerio de Sanidad, de manera general, solo el 34,5% de las enfermeras especialistas se encuentran trabajando como especialistas, y, por tanto, desaprovechando sus capacidades y competencias”, apuntan.
Diana de problemas de Salud mental
Por otra parte, indican que las enfermeras también están en la diana de los problemas de Salud Mental, “siendo uno de los colectivos especialmente afectados por este tipo de enfermedades” y que las causas se derivan en muchos casos de la sobrecarga laboral, el trauma secundario, la falta de estabilidad, dificultades de conciliación, y violencia laboral.
La OMS ha advertido que tras la pandemia se ha producido un “fenómeno global de trauma masivo para las enfermeras y apunta que ocho de cada diez padecen burnout”.
El Sindicato ha reclamado que se realice una correcta y periódica evaluación de los puestos de trabajo para detectar riesgos psicosociales, la implantación de dispositivos o gabinetes de atención y apoyo a los profesionales y un trabajo de detección de necesidades especiales de adaptación al puesto de trabajo en casos especiales.
