El jardín vertical de La Ribera, la novedad de esta playa para el verano, no ha dejado indiferente a los ciudadanos de Ceuta. No tanto por el impacto de su imagen y su atractivo diseño sino por otra cuestión que no ha pasado desapercibida para muchos usuarios. Y es que el sistema de riego de esta
zona verde sobre las escaleras de acceso hace que se encharquen los escalones habiendo producido ya alguna caída y se ha convertido en un peligro real que sumar en la visita a esta zona de playa.
Así, en las horas en las que baja la afluencia de la
playa (aunque todavía son momentos de baño y en los que hay clientela en los chiringuitos) se procede a regar con agua las plantas y elementos que tiene este jardín vertical con la consiguiente dificultad para quienes quieren bajar o subir las
escaleras. Principalmente, para los que descienden puesto que se genera un evidente riesgo de resbalones y caídas. Aparte de que el goteo hace que se mojen la vestimenta y el calzado al igual que puede ocurrir cuando se abre un aspersor del césped de un parque o un jardín.
Otra de las situaciones que se da es que se suelta la tierra de las plantas haciendo todavía más impracticable el tramo de escaleras. Un punto que además es muy concurrido pues se encuentro justo en el centro de la playa de La Ribera mientras que la alternativa es entrar a pie por algunos puntos más lejanos o el ascensor que se ha puesto en funcionamiento en estos días atrás
Durante varios días, El Faro ha podido comprobar ‘in situ’ las quejas de usuarios que ven inexplicable el sistema utilizado y cómo todavía en un horario diurno se puede estar regando para inundar algunos escalones y complicar la bajada a pie a la playa.
De hecho, hay usuarios en redes sociales que muestran imágenes de días como el del pasado San Juan en el que las macetas decorativas se cayeron al suelo obstaculizando el paso y soltando tierra. Otro vecino de Ceuta aseguraba que esta ‘cascada’ artificial que se crea cuando es la hora del riesgo puede acabar causando un disgusto en forma de caída grave y pedía a la Ciudad revisar bien el montaje y la estructura así como las horas de riego para que no haya inconvenientes o infortunios de este tipo.
A todo esto hay que sumar que ya de por sí se mezcla la arena y el rastro mojado de la gente que viene de la playa, lo que hace ya que los escalerones de la playa de La Ribera sean un punto para atender siempre, con jardín vertical o sin él, y que merezca un mantenimiento muy seguido por parte de los operarios que se encargan del cuidado de las playas ceutíes.
Este jardín vertical con carácter decorativo y ambiental que se inauguró hace unas semanas, ha costado 14.200 euros. Las escalinatas se han forrado con un césped artificial al que se han integrado goteros para el riego automatizado. También se han colocado testeros con flores dentro. Una obra que ha embellecido el entorno, pero cuya seguridad está en entredicho.