Apenas tres minutos después de la hora pautada, el
telón del escenario del Teatro Auditorio del Revellín, en Ceuta, se ha subido para mostrar un coche y de fondo las imágenes de una carretera. Un Ford Falcon en el que se desplazaban una madre, un padre y una hermana en compañía de su novio,
bajo el título 'El Salto de Darwin'. La noche de este viernes ha comenzado el recorrido por la Ruta Nacional n.º 40 que desciende Argentina de norte a sur, para que los ceutíes pudieran acompañar a una familia a llevar las cenizas de un hijo a los glaciares, tras haber muerto en la Guerra de las Malvinas. La
obra ha sido descrita por una de las integrantes del reparto como “una tragicomedia, como a veces es la vida misma, es una tragedia lo que sucede, pero la vida también se impone y a veces te ríes de situaciones surrealistas o de la propia vida y de las cosas más duras y terribles”.
Goizalde Núñez contó a El Faro que “el viaje en realidad es un viaje hacia la muerte, es un viaje de muerte, porque van a llevar las cenizas de un hijo muerto en la Guerra de las Malvinas, en los años 80, de norte a sur de Argentina, a los glaciares para esparcirlas allá, porque es el deseo que tenía el casi niño que mandaron a esa guerra terrible y casi perdida de antemano, y en ese viaje de duelo van sucediendo muchas sorpresas, van sucediendo muchos encuentros”. Una
función en la que se ha hecho un recorrido por distintas emociones, todo al mismo tiempo, pero también con un “salto hacia la esperanza”, haciendo referencia al apoyo, a la solidaridad y la civilización del ser humano. La compañía Entrecajas Producciones ha traído este viernes 5 de noviembre, al
Teatro Auditorio del Revellín, ‘El Salto de Darwin’, una obra de Sergio Blanco y dirigida por Natalia Menéndez, con las actuaciones de Cecilia Freire, Pablo Gómez-Pando, Olalla Hernández, Teo Lucadamo, Goizalde Núñez y Jorge Usón.