El sistema de reconocimiento facial, que forma parte del proyecto de digitalización de la frontera, se encuentra a tan solo unos meses de ver la luz. La fecha límite para que comience a funcionar, según han expuesto desde la Secretaría de Estado de Seguridad, se sitúa antes de junio. Una primera victoria para el Gobierno de Sánchez que ya manifestó a su llegada el pasado junio las intenciones de rescatar el proyecto elaborado por el anterior Ejecutivo y que advertía de la necesidad de una inversión destacable en los puestos fronterizos y en el sistema perimetral de Ceuta y Melilla. Según la secretaria de Estado, Ana Botella, dicho documento “durmió el sueño de los justos” durante “más de un año” hasta que los socialistas llegaron a la Secretaría de Estado. Con ello, se cuelgan la primera medalla del primero de los cinco proyectos de ejecución inmediata, aprobados el pasado enero por el Consejo de Ministros, que incluyen un nuevo sistema de circuito cerrado de televisión, la modernización del refuerzo de infraestructuras del perímetro, la adecuación del tránsito de peatones y el sistema de reconocimiento facial. Para todos ellos se ha previsto una inversión de 6,28 millones de euros en un plazo de seis años. Un equipo de técnicos de la subdirección general de Sistemas de Información y Comunicaciones de Seguridad, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, llegó el miércoles a la ciudad para analizar la infraestructura de la frontera, que han definido de “más compleja de lo esperado”, y ayer comenzaron con la instalación de las cámaras y los equipos de digitalización de esa frontera inteligente que se va a efectuar a lo largo de estos meses que restan para verano, ya que la intención, según fuentes de Delegación del Gobierno, es que se encuentre a pleno funcionamiento antes de que comience la OPE. El proceso de digitalización con sistema de reconocimiento inteligente se compondrá de equipos para detectar a los ciudadanos de la Unión Europea, y otros destinados a los procedentes del país vecino. Entre las medidas contempladas se encuentran la detección del número de entradas y salidas que hace una persona en el mismo día. El proyecto incluye medidas para detectar si quienes cruzan el Tarajal son compradores o porteadores, de esta forma se pretenden evitar los fallos que se suceden con asiduidad y tienen como resultado el decomiso de la mercancía a personas que, en realidad, no se dedican al comercio atípico. En base a ello, con la digitalización se registrará si una misma persona ha cruzado hasta en tres ocasiones por el Tarajal con mercancía, por lo que automáticamente se le etiquetará como porteador y no se le permitirá el tránsito por la frontera, para canalizarlo exclusivamente por el ‘Tarajal II’. El plan de refuerzo y modernización del sistema de protección fronteriza y terrestre en las ciudades de Ceuta y Melilla, dotado con un total de 32,7 millones de euros, pretende incrementar la prevención contra la inmigración irregular, mejorar la eficiencia y seguridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y asegurar el pleno respeto a los derechos humanos. A finales del pasado año, el departamento dirigido por Grande-Marlaska encargó a la empresa Isdefe, dependiente de Defensa, un estudio de la situación actual de las instalaciones fronterizas y un informe con las propuestas para mejorar la seguridad en los puntos críticos.