La planeadora que
fue encontrada a la deriva la semana pasada por la Guardia Civil de Ceuta forma parte ya del escenario de una playa, la de
Santa Catalina, transitada a diario por todos aquellos que emprenden rumbo al cementerio por su senda peatonal y que asisten atónitos a la imagen de la embarcación embarrancada en el arenal. Según comunicó la Benemérita, constaba como robada y se localizó a su dueño, que señalan como el responsable de proceder a su retirada. El hecho es que desde el pasado jueves, jornada en la que se encontró, nadie actúa y la planeadora se convierte en imagen costera sin pretenderlo. Dotada con dos motores de 350 caballos, con una importante vía de agua que ha anulado su capacidad de flotabilidad, permanece en el arenal ante la mirada de quienes transitan por la zona o de los trabajadores que circunstancialmente frecuentan este punto. Cinco días lleva allí, cinco días sin que nadie proceda a retirarla del lugar o a quitar sus motores.
La Benemérita llegó a activar al Servicio Marítimo en la tarde de ese jueves en el que recibió el aviso de la presencia de una embarcación a la deriva. La patrullera no pudo acceder a este punto, quedándose en el arenal a la espera de localizar medios más apropiados. Y así han pasado cinco días con sus cinco noches, descargando la responsabilidad de su retirada a quien figura como su titular y que denunció la
sustracción de la misma. La falta de celeridad en la retirada de embarcaciones ha llevado a que muchas de ellas, quedándose embarrancadas en playas más alejadas del centro de la ciudad, hayan terminado siendo desvalijadas antes de proceder a su traslado. Cuesta creer que así sea, pero es la única lectura que se saca de este hallazgo que forma parte ya de la imagen de un cuadro imaginario con demasiado simbolismo.