Las acusaciones a Marruecos de relajar su vigilancia para aumentar la presión fronteriza con España se suceden, mientras se dan estampas como la que sigue: emigrantes se alejan de la costa de Tánger a plena luz del día y ante la atónita mirada de bañistas y curiosos. Así lo ha difundido el activista Karim Prim a través de redes sociales. Las imágenes, grabadas este sábado, reflejan una circunstancia que se viene agravando desde que Rabat, según han apuntado diversos medios nacionales, ha comenzado a rebajar la tensión que mantiene contra la inmigración irregular. De este modo, este propio fin de semana se han dado cifras récords de inmigrantes rescatados en aguas del mar de Alborán o del Estrecho de Gibraltar. La escena que recoge este periódico tuvo lugar en el tangerino cabo Spartel al tiempo que la embarcación tomaba rumbo, previsiblemente, hacia el Estrecho de Gibraltar. No es de extrañar que la frontera de Ceuta se haya tenido que cerrar
durante la noche del viernes al sábado ante el intento de entrada de 100 inmigrantes. Fueron varios los acercamientos al vallado que convirtieron la madrugada en una de alertas. Es la lectura de las últimas horas de presión migratoria que tiene un único origen: Marruecos.