El
parón indefinido convocado por la Plataforma para la Defensa del
Transporte de Mercancías por Carretera enfila su noveno día. Aún sin acuerdos de por medio, pese a las ofrecidas por el Gobierno de la Nación como la ayuda de 500 millones de euros para compensar el alza del precio de los carburantes. Todo el país sufre las consecuencias de esta
huelga. Ceuta tampoco se podía quedar atrás en todo esto.
En el
Mercado Real 90, los comerciantes abren a diario sus tiendas con el propósito de vender todo lo posible a sus clientes. En algunos casos, ahora solo ofrecen lo que tienen o, dicho de otra manera, lo que les llega. Ejemplo de lo que ocurre es Abselam Hadmed, pescadero en este mercado que declara para El Faro de Ceuta que “antes tenía caballas, sardinas, calamares, gambas, mejillones y ahora solo despacho unos calamares, lenguados y unas caballas, nada más”.
Los alimentos del mar no llegan a este establecimiento y ahora el trabajo es a medio gas. Tanto es así que se ha replanteado cerrar por un tiempo en caso de que no le llegue nada. Una pausa hasta que vuelva la normalidad.
Paseando por otras calles de este mercado tradicional de la ciudad, también se encuentran otras realidades que parecen ajenas a todo lo que acontece. La frutería, conocida como ‘El Santo’, cuenta con las garantías de abastecer a sus usuarios . “No nos afecta, la persona que nos trae los productos está trayendo mercancías dos veces a la semana”. Lo que sí resalta este comerciante es el “encarecimiento de las frutas”, pero que tampoco es mucho, “poca cosa”.
Abselam Hadmed, pescadero: "Antes tenía sardinas, gambas o mejillones y ahora apenas unos calamares y lenguado"
Dos caras de una misma moneda que reflejan una realidad, la de esta crisis. Este parón afecta de distinta manera y otro ejemplo del devenir es el que sufre la floristería de Antonio León. Este encargado dejó de recibir mercancías desde el pasado viernes. A partir de ahí, las ganancias han disminuido, los clientes han dejado de ir, pero aún tiene la esperanza de que esta tormenta pase pronto. A las puertas de una Semana Santa y con encargos provenientes de boda, reza porque sus flores lleguen lo antes posible.
Claveles, margaritas, rosas, gladíolos o mathiolas ahora están a la espera de llegar a este rincón del Mercado Real 90. León espera que “por el bien de todos, el Gobierno se tiene que sentar con los afectados para razonar y así llegar a un acuerdo con los transportistas”.
Más allá del Mercado Real 90, otras partes de Ceuta igualmente se ven perjudicadas. Ya ocurre en supermercados Covirán, donde la carne llega a cuentagotas. De tal manera, que por ahora prescinde de algunos de sus trabajadores. Incluso algunas de sus estanterías están vacías, como la sección de la fruta. Realidades cortadas por la misma tijera, que asfixian a sus profesionales.
“La situación es bastante preocupante, llevamos sin recibir camiones desde el 10 y 11 de marzo. Estamos ahora escaseando en mucho de los productos”, explica Pedro Carmona, quien desempeña las funciones de oficial administrativo de Chapela Ceuta Distribución S.L. Este servicio reparte lo que le llega de manera contada. Además, León afirma que ahora tiene que repartir todo lo posible para que sus clientes tengan al menos algo. Todo limitado, pero con el propósito de que los supermercados, comercios y hostelería de la ciudad no se queden con las manos vacías.
Pedro Carmona, oficial administrativo de Chapela: "La situación es bastante preocupante, no recibimos camiones desde el 11 de marzo"
Productos como la cerveza, leche o yogur, ya apenas se encuentra en las cámaras frigoríficas de esta distribuidora local. Además, algunas marcas como Danone han dicho que interrumpirán su producción a causa de que su producción esté en peligro. Otras que han reflejado sus intenciones son Heineken o Mahou, quienes avisan de tener problemas para abastecer al sector hostelero.
“Por desgracia no tenemos ninguna previsión, cada día es una incertidumbre. Estamos preguntando por si llega algo a Algeciras o si salen de los almacenes de logística de nuestros proveedores”, dice Pedro Carmona. Esta consecución de cuestiones se ha convertido en la tónica diaria de esta empresa, que teme porque se alargue esta huelga. Con la falta de alimentos, los consumidores han cambiado sus rutinas. Sin caer en la desesperación, ellos modifican las reglas del juego para hacerse con la lista de la compra. Este es el caso de José Manuel, quien acude a distintos comercios para abastecerse de aquellos productos imprescindibles. Antes todo lo hacía en uno y ahora es en varios.
Novena jornada de la huelga, sin vistas a que prospere las negociaciones y con las advertencias de algunas marcas registradas que optan por cerrar el grifo hasta que esta tormenta no cese. De todos modos, la calma debe prevalecer para no caer en la desesperación.