La entrada masiva de inmigrantes que se produjo en el mes de mayo en Ceuta dejó distintos
asentamientos ilegales repartidos por nuestra ciudad. Este jueves, los operarios de
Tragsa procedieron a la retirada de varios que estaban situados en
el Recinto. En ese refugio encontraron todo tipos de enseres como colchones, sábanas, piedras, tablas, así como desperdicios. Este trabajo no es la primera vez que lo realizan, ya que en otras ocasiones han desmantelado otros asentamientos,
como por ejemplo en la carretera de Calamocarro. Los inmigrantes no quieren estar en los lugares habilitados por parte del
Ejecutivo local por miedo a ser devueltos a su país de origen. Se dedicaron a desmantelar cada una de las chabolas a modo de viviendas improvisadas que habían sido armadas en este lugar, procediendo después a su limpieza. Cabe recordar que la parte del Recinto es la que más asentamientos ilegales hay en la ciudad, y donde los vecinos de la zona han denunciado en varias ocasiones esta situación ya que ponían de manifiesto el riesgo importante de que se produjera un incendio. Se han llegado a producir al menos dos quemas de rastrojos, de poca importancia, cerca de las antiguas Escuelas Prácticas pero que ponían de relieve el miedo de la vecindad.
Esta actuación forma parte de las llevadas a cabo en distintos puntos de Ceuta con ánimo de ir retirando gradualmente todos los asentamientos que hay desperdigados. El objetivo es que los marroquíes no encuentren lugar donde asentarse y se desvíen a las propias naves del Tarajal, reconvertidas en lugar de estancia para estos personas, todas adultas. En el caso de los menores, están ya todos en los puntos habilitados en zonas como Piniers o el deportivo Santa Amelia. Tragsa ha sido encomendada al desarrollo de este tipo de actuaciones de las que ya informó el Gobierno local, con vistas primero a ir recuperando la parte del terreno perdido y, segundo, para garantizar la propia seguridad de estas personas que estarán así controladas en las naves.