Los
Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) acogidos en el
centro de La Esperanza de Ceuta buscan cualquier ocasión para ponerse manos a la obra, idear una nueva actividad con ayuda del equipo de Menores y salir a la calle para captar la atención de los ceutíes. Esta vez, aprovechando las
fechas navideñas, idearon un marco artesanal relacionado con los dulces consumidos y posaron con él animando a los viandantes a fotografiarse. Un mantecado de canela, un polvorón de almendra, un bombón de coco y una hojaldrina adornan un marco en el que puede leerse ‘Dulces La Esperanza’, con la bendición de una imagen de San Antonio, el venerado de Ceuta. En estos días han trabajado en el centro para hacerlo y lo sacaron a la calle animando a los caballas a que se hicieran una foto de recuerdo, en muchos casos acompañados por los propios menores.
Las imágenes son igual de dulces que la propuesta llevada a escena, una más de la que ponen en práctica estos menores para conseguir una mayor integración en la ciudad, coparticipando de las festividades de Ceuta y de las celebraciones marcadas en el calendario, llevando a cabo acciones que tengan que ver con las mismas. No es necesario recordar el ‘yo si te quiero’ que se ha hecho popular en estos días porque son muchos los caballas que sin tener que colgarse esta etiqueta saben reconocer el esfuerzo que muchos acogidos en ‘La Esperanza’ ponen de manifiesto por intentar avanzar y conseguir un proyecto de vida. Detrás de estos chicos hay muchas historias de superación que no se conocen y que quedan mal interpretadas por otro tipo de lenguaje o discurso que equipara el término MENA con delincuencia. Ellos, los protagonistas de este acto social, son el vivo ejemplo de que son muchos los que dejan atrás unas vidas familiares rotas con el único fin de, al menos, poder tan solo optar a un futuro digno.