Ya no son las
centrales sindicales sino los mismos médicos de familia los que denuncian la carga asistencial a la que están sometidos en los
centros de salud de Ceuta. Con un mínimo de 55 pacientes al día, “que luego son más”, las nuevas listas se espera, como ya publicó El Faro, someten a los médicos de cabecera a
contar con apenas 5 minutos para atender a los pacientes de diario, sin importar la gravedad que presenten. “Es imposible, no es suficiente”, explica uno de estos profesionales que da consulta en el ambulatorio de Otero, aunque asegura que la situación se repite en otros centros, recordando que hubo jornadas en el centro del Tarajal donde la lista llegó a las 70 personas.
“El problema es que no hay tope”, ya que una vez que están en consulta y se terminan las citas, se van agregando más y más, perdiendo la cuenta de los pacientes que ven al día en un tiempo limitado. “Por ética”, reconocen que hay pacientes a los que no se puede despachar en cinco minutos y, obviamente, se demoran, lo que implica un retraso que se va acumulando y se traduce en la tardanza a la hora de cumplir con las citas establecidas. “Ir en hora es imposible”.
Esto supone, además del detrimento en la calidad asistencial, que ni siquiera se cumplan los descansos establecidos por ley. “Se supone que de 10:45 a 11:30 tenemos un parón, pero si me ponen tres citas a las 10:45 es imposible salir”, explica un médico de familia de Otero.
No es algo nuevo, sino que el problema se ha recrudecido con la falta de médicos que no se ha cubierto y para lo que sería necesario ampliar la plantilla orgánica y así dar respuesta a las más de 33.000 tarjetas, por ejemplo, que tiene este centro de salud de la Zona 2. Aun así, con la entrada en vigor de las nuevas agendas en este mes de enero, la cosa ha empeorado y se quejan de que “todas las agendas no son iguales, ni todos tienen los mismos pacientes”.
Explican casos tan incongruentes como que un médico esté de guardia en el centro de salud hasta las 17:00 horas, pero en la agenda de ese día tenga citas domiciliarias a las 14:00 horas. “Cómo voy a ir a las casas si tengo que permanecer en el centro de salud, es ridículo”, se queja uno de estos profesionales.
Otro de los problemas es la forma de organizar las agendas, sin tener en cuenta las citas no demorables o las programadas. “A los pacientes con Sintrom se les cita temprano para el suministro, pero a mí no me ponen la cita hasta mediodía, por lo que está toda la mañana aquí hasta que lo puedo ver”, especifican. Un desajuste que molesta a los pacientes para luego recriminarle a los médicos o a los enfermeros, que están, aseguran, bajo la misma presión asistencia. “Es que hay médicos que hasta tienen que compartir enfermera”.
Con un cupo de 1.700 usuarios por médico de familia, los profesionales alertan que con estos tiempos los que se propicia son los errores en el diagnóstico, “que nos equivoquemos a la hora de prescribir”, advierten, todo ello por no tener una demora en las listas de espera.
Recuerdan que el trabajo de médico de familia no es sólo dar consulta, sino que tiene que tener tiempo para revisar pruebas, realizar informes, estudiar tratamientos... Nada de eso es posible si las agendas están tan llenas.
Asimismo, reivindican la importancia de que la Atención Primaria funcione bien para evitar la saturación en el segundo nivel: la Atención Especializada. Según estudios elaborados, si la atención en el primer nivel funciona a la perfección, se reduce el 80% de la atención especializada. “Es que el buen funcionamiento evita la saturación”, reclaman.
La solución está, insisten, en contratar más médicos. Por ejemplo, en el centro de salud de Otero hay tres vacantes por cubrir. Insisten a la Dirección Territorial que pida la autorización al Ministerio de Sanidad para ampliar la plantilla y adecuar los cupos a unos niveles óptimos. De esta forma, inciden, habría un mayor interés a los médicos residentes de quedarse, ya que los que no tienen ninguna atadura en Ceuta se van a buscar otras opciones. “Aquí no hay médicos en paro”.