El Gobierno de Marruecos, país que aún no ha registrado ningún caso de coronavirus hasta el momento, amenazó con perseguir a aquellos que difundan "informaciones falsas que causen pánico y pavor" en relación con la epidemia. El ministro portavoz, Hassan Abiyaba, dijo este jueves en su rueda de prensa semanal que su Gobierno mantendrá al país al corriente de la situación, pero "no va a contribuir a difundir informaciones que susciten pánico". "Somos un Estado responsable", subrayó. Las palabras del ministro salen así al paso de numerosas informaciones que en los pasados días han circulado por redes sociales y portales web en los que se difunden sin la menor comprobación rumores de aparición de casos de coronavirus. Así, por ejemplo, una mujer filmó en Fez el exterior de un restaurante de comida china y afirmó ante la cámara que ahí se encontraba un foco de coronavirus, en un vídeo que se convirtió en viral hasta ser desmentido por las autoridades. Entre las medidas de precaución adoptadas por Marruecos para luchar contra la epidemia está la anulación del único vuelo directo entre Casablanca y Asia (con destino Pekín) y la distribución de fichas sanitarias en los aeropuertos para ser rellenadas por los viajeros a su entrada en el país magrebí.
Fin del aislamiento a los repatriados
Los 167 ciudadanos repatriados a Marruecos desde China, epicentro del brote de coronavirus, han ido saliendo de su aislamiento preventivo en el hospital Sidi Saidi en Meknés y en el Hospital Militar Mohammed V en Rabat, donde fueron confinados durante 20 días, según la publicación fr.le360.ma. El Ministerio de Sanidad del reino alauí informó de la finalización del período de supervisión médica al que se ha sometido a estos compatriotas repatriados desde Wuhan. La cartera ministerial aseguró que no se registró ningún caso de contagio entre los ciudadanos confinados en estos centros sanitarios desde su regreso a Marruecos, de modo que pueden reunirse con sus familiares y amigos con total tranquilidad. Por otra parte, las empresas marroquíes especializadas en dispositivos médicos reexportaron miles de mascarillas a China, que habían importado antes del brote de coronavirus, para responder a la campaña de importación lanzada por el país asiático.