La justicia marroquí prohibió al rapero marroquí El Grande Toto salir del país a causa de una denuncia presentada contra él por un periodista, que le acusa de insultos, difamación, amenazas de muerte y "atentar contra el pudor público". La denuncia se produjo después de que el periodista criticara las palabras del cantante en una rueda de prensa que dio el pasado 24 de septiembre antes de un concierto en Rabat. El rapero, cuyo verdadero nombre es Taha Fahssi, explicó en esa rueda de prensa que consumía droga y que la traía de la región norteña de Ketama, donde se cultiva el cannabis. "Fumamos hachís, ¡qué pasa!", dijo. Durante el concierto en la capital marroquí, el rapero utilizó un lenguaje considerado por algunos sectores marroquíes como una agresión contra el buen gusto. "Que me escuchen, yo no censuro mis palabras", afirmó el cantante en el escenario. Tras las críticas del periodista, que reside en Bélgica, el cantante reaccionó con un tono considerado amenazante por el reportero. La prensa recogió el pasado 8 de octubre una frase de Toto en su cuenta en Instagram dirigida al periodista en la que supuestamente dijo: "No te hagas ilusiones por estar en Bélgica, si alguna vez te encuentro allí no sabes lo que te va a pasar". Ante la denuncia del periodista, la fiscalía competente decidió prohibirle salir de Marruecos, informaron a Efe este viernes fuentes jurídicas. El portal "hespress.com" informó de la prohibición que recae sobre le cantante afirmando que al rapero se le impidió coger un avión cuando se disponía a viajar en la madrugada del jueves para dar un concierto fuera de Marruecos. Las palabras del rapero sobre su consumo de cannabis y su lenguaje en los escenarios ya fueron en su momento objeto de controversia. El ministro portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa Baitas, reaccionó a su actitud rechazando "categóricamente" las palabras del cantante por socavar "la buena moral". Pocos días después de ese concierto en Rabat, El Grande Toto dio otro en el marco de un festival organizado por el Ministerio de Cultura en Casablanca, al que siguieron actos de violencia y vandalismo que terminaron con la detención de 20 personas.