Jimmy Roca es uno de los actores jóvenes con más proyección del panorama nacional. Pese a su juventud tiene un largo recorrido y ha participado en varias series, películas y obras de
teatro. Además de la obra ‘Intocables’, que
presenta esta noche, está en una de las series más representativas del país, ‘Cuéntame cómo pasó’.
-¿Qué punto de vista tienes usted de la obra como protagonista de ella? Hemos hecho una versión teatralizada de la película francesa. No hemos querido focalizarla en España, pero sí que la gente se sienta identificada, entonces lo personalizamos en cada zona que realizamos la obra para que los espectadores se sientan más cercanos con la historia. En teatro nos hemos centrado sobre todo en lo principal, en la historia de los dos personajes, porque claro, el cine tiene más recursos, puedes ver más la historia de Dris, más personajes, y en el teatro hay que ser más práctico.
-¿Qué destacaría usted de la obra? -Sobre todo el contacto visual con Felipe. El contacto visual con alguien que es tetrapléjico como Felipe es muy potente, mucho más que en el cine que hay una pantalla y una separación física. Entonces la gente, cuando se abre el telón y lo primero que vez es a Felipe, se queda un poco parado, sobre todo las personas que no han visto la película y le viene la sensación esa de me río, no me río. Hemos creado un Dris más cómico, un poco más patoso, con muchísima más energía para que la cosa fluya más porque la silla se come mucha energía, entonces hemos hecho de contrapunto un Dris mucho más activo para que la función fluya más y la gente se divierta y se lo pase bien porque es una comedia. Yo diría que una de las cosas que más crudeza da es verte ahí a una persona tetrapléjica de verdad porque da la sensación que es real.
-¿Cuál puede ser la escena que más impacte al espectador? -Pues hay una que está Felipe en la camilla y está en calzoncillos con el cuerpo a descubierto y Roberto (Felipe) hace un trabajo maravilloso y a los espectadores le llama mucho la atención, porque dicen “es como ver a un muñeco y la gente manipulándolo” y ese tipo de cosas. Esas escenas son las que, evidentemente, al espectador, más le conmueve y cuando es más complicado hacer reír.
-¿Es difícil trabajar en la obra con alguien que apenas tiene movilidad sobre el escenario? -Bueno, a mí me ha sido un poco hándicap al principio, ahora estoy un poco más hecho. Pero sí es verdad que depende mucho de los demás en un escenario y estás más limitado. Por ejemplo, si tú le colocas mal la silla con la iluminación o con respecto a una posición de otro actor, pues él está completamente vendido y no se puede ir está haciendo pequeñas correcciones porque ‘canta’ mucho. Entonces tiene que ser todo muy limpio y cuando lo manipules, lo sitúes correctamente para que él pueda con la cabeza estar expuesto al público, pero también interactuar con tus compañeros. Ahora todo va mucho más fluido porque ha pasado tiempo y hemos trabajado mucho la obra, pero es verdad que ha sido un proceso duro y difícil. Todo es acostumbrarse y coger el rumbo del personaje.
-¿Qué tipo de escenografía podemos encontrarnos en la obra? -Pues Gardi, la directora, ha creado una ambiente para mí maravilloso, que son unos paneles que se mueven y que recrean un poco cada escenario de la casa. Mover los paneles, la iluminación son cosas que al principio, son un poco complejos hasta que empiezas a saber dónde va cada cosa. Pero ahora es una cosa que se disfruta mucho.
-¿Es importante darle valor a su personaje y que los espectadores la entiendan? -Sí. La verdad que la gente tiene que encontrar la esencia de los dos personajes y la gente tiene que ver qué le ha llevado hasta ahí. Es que esta historia real cuenta muchas cosas. Es una lucha de clases, el nivel económico, la pobreza, la inmigración, minusvalía, te habla de tantas cosas que por eso creo que es una historia que se va a contar durante mucho tiempo. Personas de tan diferentes mundos pueden encontrarse, pueden apoyarse y pueden aportarse cosas y creo que es muy importante entender eso porque es la sociedad misma. Estamos para ayudarnos y compenetrarnos. Por mucho que ahora haya partidos políticos que intenten demostrarnos cosas distintas, yo pienso que todos somos personas que podemos aportarnos cosas, enseñarnos entre nosotros y así es como fluye la sociedad.
-¿Su personaje es aún más relevante en una ciudad como Ceuta? -Sí. Ceuta es un punto donde, precisamente, se puede exponer si cabe aún más por la diversidad tan rica que tiene, de cultura, de gente, de religiones. Es un ejemplo y creo que se entenderá hasta mejor.
-¿Has actuado o visitado alguna vez Ceuta? -No. He estado en Melilla, pero precisamente en Ceuta no. Estuve hace muchísimos años en Melilla a nivel cultural, pero Ceuta es una de las ciudades que no he visitado. Tengo muchas ganas de ir y conocerla porque me han hablado muy bien, tanto a nivel cultural como de la ciudad, que es muy bonita y la verdad es que todos tenemos muchas ganas. Estamos deseando estrenar la obra allí.