El
actor Javier Gutiérrez será uno de los principales protagonistas de la agenda de artes escénicas de Ceuta durante este fin de semana. El
Teatro Auditorio del Revellín recibirá esta tarde, a partir de las 19.30 horas, la obra
‘Los Santos Inocentes’, una de las novelas más relevantes del pasado siglo escrita por Miguel Delibes y que ahora se traspasa a las tablas del teatro con la adaptación de Fernando Marías y Javier Hernández-Simón. En esta pieza, Gutiérrez interpreta al querido Azarías, retratando así la España rural de los años 60 y las relaciones entre los dueños de un cortijo extremeño y la familia de campesinos que les sirve.
–¿En qué momento profesional se encuentra? –Diríamos que dulce. Cierto es que me considero afortunado porque no sé si sabrás que hay, desde hace bastantes años, un gran número de compañeros que engrosan las listas del paro y no pueden vivir de su profesión dignamente. Pero creo que en este momento, donde han irrumpido las plataformas, hay más oferta para la gente que trabaja como yo y han podido solventar este problema.
–¿Y en lo personal? –Bueno, muchas veces lo profesional influye en lo personal. Cuando tienes un equilibrio en el trabajo, parece que la situación es favorable. Lo que sí es cierto es que me gustaría tener más tiempo para mí y para los míos.
–¿Se hace imposible en algunos momentos? –Muchas veces. Soy padre de dos hijos y hay etapas en las que me resulta difícil conciliar la vida familiar. Pero esto es el ejemplo de muchas parejas de este país. En mi caso, Noelia -mi chica- es la que más se dedica a estas labores; pero tampoco olvido el empeño de los abuelos, que tras la pandemia se han convertido en un importante sostén. Me gustaría invertir más en lo personal, pero esta es una profesión complicada que hay veces en las que no deja de sonar el teléfono y otras deja de hacerlo. Siempre existe un miedo.
–¿Le ha pasado? –Afortunadamente, no me ha tocado vivirlo en primera persona. Así que cruzo los dedos, pero creo que tenemos la espada de Damocles sobre nuestra cabeza. No se puede rebajar el nivel, sino ser exigente y siempre estar alerta.
"Se ha visto que el rey emérito es un gran comisionista que ha hecho más daño a España que un favor"
–A la vista queda que es un actor camaleónico, lo mismo asume papeles como en la película ‘Campeones’ como ‘Los últimos de Filipinas’. Pero, ¿qué papel le gustaría desempeñar? –Me faltan todos. Hay tantos directores con los que quisiera trabajar...
–¿Por ejemplo? –Isabel Coixet o Paco León.
–He leído en alguna que otra entrevista suya que se define como un gran tímido. ¿Cómo lo hace para que nadie lo note? –Quizás, la mayoría del público no sepa que los actores somos grandes tímidos. El oficio de interpretar nos sirve como terapia, permite conocernos y crecer día a día. Este trabajo no solo consiste en meterte en un personaje, sino llegar hasta los recovecos del alma humana.
–Mañana se cumple un mes del estreno de ‘Modelo 77’, película dirigida por Alberto Rodríguez en la que hace de José Pino. ¿Cuál ha sido la sensación que ha recibido durante este tiempo? –
Creo que este largometraje era necesario. Este es un claro ejemplo del músculo que tiene el cine español y que nada tiene que envidiar a otras cinematografías ni industrias. Somos capaces de hacer grandes películas y en esta en especial se revisa el pasado reciente de nuestro país.
–¿Qué destaca del periodo de la Transición? –La figura del rey emérito. Ahí lo tenemos fuera de nuestro país, no por gusto, sino porque todavía quedan muchas cosas por aclarar respecto a su actuación. Con respecto a este tema, los hay que lo apoyan y otros que no; pero se ha visto que es un gran comisionista que ha hecho más daño a España que un favor.
"Me encuentro rodando una película de miedo, la primera vez que me adentro en este género"
–Antes de hablar de teatro, ¿qué proyectos futuros se están cocinando? –Tengo varios proyectos. Uno es la comedia de Nacho García Velilla ‘Mañana es hoy’, donde formo pareja con Carmen Machi. También me encuentro rodando una película de miedo. Me apetecía mucho, aunque confieso que es la primera vez que me adentro en este género.
–¿Cuál es? –’Estación Rocafort’ de Luis Prieto.
–Esta tarde llega a Ceuta con ‘Los Santos Inocentes’, una adaptación de la obra de Miguel Delibes que vislumbra esas dos España en la que el señorío se aprovecha de la clase trabajadora. ¿Los tiempos han cambiado? –A día de hoy existen señores Ibáñez que pisan el cuello a la clase obrera. Este es un momento fantástico para hablar de esto encima del escenario y que las nuevas generaciones, la gente joven que no se haya podido acercar a la novela o película, puedan disfrutar de una versión teatral.
–¿Qué casos reales existen a día de hoy? –Solo hay que ver la enorme brecha salarial o las tantas personas que sobreviven gracias al mínimo vital. Tampoco olvidar los comedores sociales o que, pese a que esta novela de Delibes está ambientada en la década de los 60, en pleno 2022 la extrema derecha sigue cobrando mucha importancia y que son más de 3 millones de votos los que recibe el partido de Vox.