La ceutí
Isabel Contreras ha logrado la medalla de plata en la final del K1 500, inaugurando así el medallero español en la última jornada de la Copa del Mundo de piragüismo en Szeged. Isa Contreras ha participado, en esta Copa del Mundo, en la modalidad de K1 y K4 500 metros.
En la final de K1 500 metros, en la que Isa Contreras ha sido medalla de plata, presentó una carrera muy disputada, con un final de infarto, teniendo que esperar a la foto finish para saber quién ganaba y quién era segunda.
La palista ceutí fue segunda a 0’04 décimas de la palista portuguesa que obtuvo el primer puesto. Más allá de esas décimas, lo para su entrenador Alberto Cabrera, "lo importante es verla como después de tantos años en la élite nacional y mundial, ha conseguido una medalla de plata en la Copa del Mundo". El técnico de Los Delfines asegura que "estamos muy orgullosos de ella, ya que no ha sido fácil llegar hasta aquí, demostrando lo importante que es confiar en uno mismo y luchar por su sueño cueste lo que cueste, gracias por la atención recibida" recalcó Cabrera. La palista ceutí se quita así el mal sabor de boca que se llevó hace poco más de un año de Szeged cuando en la final B de Campeonato del Mundo el K4 500 femenino español, formado por la ceutí Isabel Contreras, la asturiana Sara Ouzande, la gallega Natalia García y la vasca Begoña Lazcano, finalizó en la sexta posición en la final B no consiguiendo la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que finalmente fueron suspendidos.
La Copa del Mundo 2020 de Esprint y Paracanoe, la única prueba internacional de aguas tranquilas de la temporada, comenzó a disputarse el viernes en la localidad húngara de Szeged con la participación de 27 embarcaciones españolas. En la jornada inaugural de la cita, que reunieron a cerca de 400 palistas de 26 países en un ambiente marcado por las medidas anticoronavirus. El campo de regatas de Szeged, el recinto que más espectadores concentra, alberga la competición sin público en las gradas debido a la COVID-19, cuya pandemia llevó a la delegación española a protegerse articulando una burbuja sanitaria con estrictas medidas, como los desplazamientos en autobús exclusivo para el equipo nacional o el acotamiento de una zona del comedor en el hotel al que los palistas españoles llegaron tras acreditar el correspondiente test negativo. Y en la modalidad de K4 500 metros, la embarcación española finalizó en sexto lugar con la ceutí en sus filas, con Pelachs, Lazcano y Vega.