Los alumnos de cuarto de la ESO del
Colegio de La Inmaculada de Ceuta se han graduado en la tarde de este miércoles. El patio de este centro escolar se ha convertido en el espacio de ceremonias donde los 51 alumnos, repartidos en grupo A y B, han recibido la banda de color azul. Los protagonistas se han colocado en primera línea, frente al escenario. Caras de ilusión, entusiasmo y alguna que otra emoción convertida en lágrimas que han brotado en alguna de las caras de estos
adolescentes. No se podía contener, ya que son 13 años los que han estado en ‘La Inmaculada’. Varias etapas escolares, cientos de historias que se convierten en recuerdos y que ahora les toca decir adiós para darle la bienvenida al Bachillerato.
Los familiares se han repartido en los centenares de sillas que se han colocado a lo largo del patio del recreo. Ninguno se ha querido perder esta cita. Todos ellos han tenido que hacer cola. Minutos antes de las 20.00 horas ya se encontraban en las inmediaciones del edificio, esperando para poder entrar. Las presentaciones, las palabras de agradecimientos no han faltado. Primero, por parte de la directora Ana Valero y después le ha seguido los tutores respectivos a cada grupo de cuarto de la ESO, José Carlos Varela y Alejandra Montes. Testimonios que estos chicos llevarán en el recuerdo, un impulso para afrontar nuevas etapas, retos que les deparará la etapa de Bachillerato.
Música y becas
La
nota musical también se ha hecho presente en la ceremonia. El padre de uno de los alumnos que se ha graduado, José Méndez, ha querido tocar su guitarra y cantar. Un arte que lleva dentro y que ha deseado demostrarlo ante todos los allí presentes. Seguido de lo anterior, llegó lo que todos llevaban esperando desde hace tiempo. Parece que se ha hecho de rogar, pero los 51 alumnos, uno a uno, han desfilado hasta subir al escenario para que se les impusiera la banda. Distintos profesores se las han colocado. Los besos y los abrazos no han faltado. Las emociones han acompañado de principio a fin. Después de este derroche de excitabilidad, se ha procedido a más palabras que han ofrecido los alumnos. Los profesores son los que han salido referenciados, las anécdotas compartidas con sus alumnos y algunas particularidades de ellos se han visto relucir a través de estos jóvenes. Eso sí, en clave de humor. El acto se ha querido cerrar por todo lo alto. Confetis por el aire, caras de mucha alegría y, no menos importante, algún que otro baile se ha dejado entrever. ‘La Macarena’, ‘Paquito el Chocolatero’ o ‘Danza Kuduro’ son algunas de las canciones que han resonado. Ambiente festivo que ha contagiado a la bancada de los familiares. Incluso, los profesores. Todos se han unido para cerrar esta etapa de Secundaria. 13 años dan para mucho, han crecido y han creado familia, la cual llevarán en el corazón. No la olvidarán, sino que ya es un pasado delicioso, puesto que se adentran en el Bachillerato a partir de septiembre.