Justamente 24 horas después del último
incendio en
Arcos Quebrados, Bomberos volvió a desplazarse ayer miércoles a este 'punto negro' en el mapa de las quemas de Ceuta. Hasta 15.000 litros de agua ha empleado el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (
SEIS) en sofocar este fuego que ha calcinado neumáticos, chatarra y basura. Pero lo más sangrante es que este mismo jueves Bomberos ha tenido que volver al lugar por otra quema de basura a mediodía Anoche, fueron necesarios 15.000 litros debido a que los neumáticos son altamente inflamables, además emitir un humo altamente nocivo en su combustión. Por su parte, los rescoldos que suelen quedar debajo de la chatarra también complicaron las labores de extinción y las llamas acabaron prendiendo la basura acumulada en los alrededores. Uno de los datos más curiosos del servicio fue precisamente, además del volumen de agua, la hora de la quema.
Al igual que el martes, Bomberos se activó ayer en torno a las 20.09 horas. El equipo del SEIS estuvo de regreso en el edificio polifuncional de Puertas del Campo sobre las 21.00 horas. El incendio en la zona colindante con la barriada del Príncipe tuvo dos focos, según fuentes que actuaron sobre el terreno. Para atender este servicio, el Cuerpo municipal movilizó a cinco bomberos y tres vehículos que recibieron la cobertura tanto de la Policía Nacional como de la Local, como establecen los protocolos suscritos entre la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno para atender estos avisos.
Salud pública y seguridad
El vertedero ilegal de Arcos Quebrados supone un problema de salud pública además de una cuestión de seguridad ya que la cantidad de basura es ingente y cerca de los focos existen viviendas. El riesgo tanto por el humo que puede llegar a las casas, como de la propagación del fuego y derivado de la salubridad convierte este asunto en una preocupación enquistada. Aunque los bomberos tuvieron que atender otras alertas a partir de esa hora, ninguna resulta reseñable a efectos informativos puesto que entran dentro de la labor rutinaria del SEIS.