En un callejón sin salida parece haber entrado la subida salarial del 3,32 por ciento pactada el pasado agosto para la plantilla de los autobuses urbanos. El gerente de la empresa Autobuses Hadú-Almadraba, Manuel Cuéllar, ha asegurado que aunque el aumento tarifario acordado con la Ciudad se aprobase en el Pleno de octubre ya es demasiado tarde. “Solo tendríamos unos días de noviembre y diciembre para compensar una masa salarial que se va a incrementar porque hay que pagar –a los trabajadores– atrasos desde el 1 de enero –de 2018–”, argumenta. Por este motivo, “no podemos hacernos cargo de ella”. Conocedor de esta situación tras los últimos contactos con la patronal, José Antonio Blanco, presidente del comité de empresa, sostiene que la empresa y la Ciudad “están obligando a los trabajadores a convocar una asamblea e ir a la huelga indefinida”. Este portavoz
recuerda que desconvocaron la movilización de agosto como un “acto de buena fe, pero se están riendo de nosotros porque nos dijeron lo que queríamos oír y ahora no nos quieren dar lo que pactamos”. Blanco se pregunta cómo va a decir ahora a los empleados que solo van a recibir el 1,5 por ciento y avisa de que no van a “dar un paso atrás”. Para cuando las luces de la Feria se apagaron, muchos ya habían olvidado que las Fiestas Patronales de 2018 estuvieron a punto de comenzar con una huelga de autobuses. La desconvocatoria llegó con el acuerdo a tres bandas –comité de empresa, Autobuses Hadú-Almadraba y la Ciudad Autónoma– de compensar la reivindicación salarial de la plantilla con una subida tarifaria previa aprobación de la misma en el Pleno de la Asamblea de septiembre.
Sin embargo, aquella sesión plenaria pasó y la Consejería de Gobernación trasladó a las partes implicadas que iría en el orden del día del Pleno de octubre, algo que a fecha de hoy desconocen si será así. “La palabra se la lleva el viento para todo el mundo, no solo para unos”, lamentó Cuéllar sobre ese compromiso de alza no escrito. El gerente de la empresa confía en que los trabajadores “hagan un esfuerzo y compartir, quizá, la subida de este año con la del siguiente de forma que todos podamos tirar adelante”. El comité de empresa lo tiene claro: “No vamos a aceptar ni mucho menos el 1,5 por ciento que nos está ofreciendo”.
“Diversificar” ingresos con la publicidad institucional no prospera
Además de con el incremento del importe del billete, la empresa Autobuses Hadú-Almadraba contaba “en cierto modo” con la colocación de publicidad institucional en varios vehículos de su flota aunque era “una cosa no oficial”. De acuerdo con la última conversación que la mercantil mantuvo con la Ciudad, “eso no se va a llevar a cabo”. Su gerente, Manuel Cuéllar, cree que se les estuvo “entreteniendo” en ese aspecto pero, admitió, “esta sería una fórmula de diversificar y tener ahí una compensación de los gastos que tenemos”. Esta “posibilidad de aumentar los ingresos por otra vía” permitiría “diversificar” ya que, puntualiza, “no solo se puede estar dependiendo del viajero porque hay veces que falla, como lleva pasando en los últimos cuatro años”. El presidente del comité de empresa, José Antonio Blanco, también sabía de esa posibilidad para nutrir la equiparación del sueldo básico y los pluses. Según sus cálculos, la plantilla tiene que percibir con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2018 cantidades que oscilan de los 500 a 600 euros por trabajador hasta sumar un total de 70.000 euros.
“El embolsamiento no ha solucionado los atascos”
Autobuses Hadú-Almadraba reprocha que, a pesar del embolsamiento de los coches-patera, “no se ha solucionado el principal problema de los atascos en la frontera con las derivaciones de las líneas 4, 7 y 8”, circunstancia que “merma” sus ingresos y ha hecho que se tenga que “apretar el cinturón hasta no poder más”. Solo atendiendo al repunte en el precio del gasoil –”del 45 por ciento en los últimos años”– su principal materia prima, “ya se debería de haber tenido en cuenta para una subida de tarifa”.