La
Guardia Civil, junto a la Policía Nacional, está realizando una batida de
inmigrantes por toda la ciudad, todavía se desconocen cuántos inmigrantes han sido interceptados. El mayor desligue se ha realizado en la zona portuaria que es un lugar restringido, donde se ha registrado un aumento de las agrupaciones de las personas que entraron a nado a Ceuta. La operación ha comenzado esta misma tarde para detectar el mayor número de personas posibles y proceder a interceptarlas, con el objetivo después de trasladarlas a
Marruecos. El dispositivo se ha desplegado en la zona de la escollera, en el puerto de Ceuta, con agentes de la Guardia Civil acompañados de sus compañeros de la GRS. La Benemérita está tratando de agrupar a todos los inmigrantes, incluidos los menores, que entraron a nado a comienzos de semana y que todavía están deambulando por la ciudad sin un sitio al que ir. Muchos de ellos han logrado entrar en el puerto de Ceuta, una zona restringida, tratando de alejarse de las zonas más céntricas y donde presuponen que hay más vigilancia. Pasan las horas encaramados a la escollera y pidiendo agua o comida a los trabajadores que pasan por ahí.
La Guardia Civil ha montado este dispositivo para trasladarlos a otro lugar y que no se queden en las instalaciones del puerto, pero ahora mismo no tienen un lugar concreto al que llevarlos ya que todas las instalaciones de las que dispone la ciudad están completas. Ni en las naves del Tarajal, ni en el albergue temporal de Piniers, ni en Santa Amelia, estos últimos habilitados esta misma semana, están disponibles para albergar a más menores. Esta necesidad de buscar módulos para acoger a los cientos de
menores que hay en Ceuta ha llevado al inicio de obras en la
explanada de Poniente, en el puerto, para ubicar allí nuevas instalaciones. Las máquinas excavadoras trabajan a contrarreloj en el lugar para asentar el terreno, en previsión de que finalmente sea habilitado como acogida de los que siguen en la calle y para continuar desmasificando la nave del Tarajal. Ya hay niños en ‘Santa Amelia’, en Piniers y en la nave, pero también los hay en la calle, y de manera urgente hay que acoger a todos mientras se trabaja en sus reseñas y reagrupaciones familiares. En el puerto la noticia ha sido recibida con recelo por las empresas de la zona pero también por los transportistas, que ya se están viendo otra vez presionados por aquellos que intentan colarse en sus camiones, lo que supone un claro riesgo para todos.