El Ayuntamiento de Píñar (Granada) ha aprobado en pleno romper de manera unilateral el hermanamiento que le unía con la ciudad marroquí de Tetuán, una decisión que elimina también los acuerdos entre los dos núcleos y que responde a los "continuos ataques" a los derechos humanos. En un comunicado, Píñar ha argumentado que termina con esta unión entre los dos municipios por los "frecuentes quebrantos" de los derechos humanos de la monarquía alauita de
Mohamed VI. En un pleno municipal, el Consistorio ha dado por concluida una unión que comenzó en 1484 cuando el alcalde de Píñar Sidi Al Mandari, tras el exilio de la comunidad musulmana al norte de Marruecos, refundó la ciudad de Tetuán y dejó a su esposa como alcaldesa durante 18 años. De vuelta a la actualidad, en 1998, ese pasado provocó que el pequeño pueblo granadino de los Montes Orientales se hermanase con Tetuán, un acuerdo esperanzador y basado en la colaboración transfronteriza España-Marruecos. Los "quebrantamientos" de los derechos humanos en Marruecos son "recurrentes en colectivos como las minorías religiosas y los que defienden o practican la diversidad sexual, con especial represión para el colectivo LGTBI", recuerda el consistorio.
Asignatura pendiente: conflicto con el Sahara Occidental
Píñar también ha apuntado como asignatura pendiente en cuanto al "respeto" de los derechos humanos el conflicto con el Sahara Occidental, "donde se conculcan los derechos de libertad de expresión, asociación, manifestación y comunicación". Por estas denuncias, el pleno del Ayuntamiento de Píñar ha aprobado a romper de manera unilateral el hermanamiento con la ciudad marroquí de Tetuán, una decisión que comunicará esta semana al reino de Marruecos y a la máxima autoridad de la ciudad, para que dejen de tener vigor todos los acuerdos bilaterales. Los medios de comunicación se preguntan si la ruptura de este hermanamiento puede ser la mecha para provocar un conflicto diplomático entre España y Marruecos.