Las Fuerzas Auxiliares de
Marruecos, en coordinación con la Gendarmería Real, se han incautaron este lunes por la mañana de
500 kilos de hachís en Martil, cuyo destino era el narcotráfico a bordo de motos de agua, según informa el medio de comunicación tanja24.com. Según fuentes de seguridad, las patrulleras marítimas han detectado la presencia de este tipo de embarcaciones sospechosas en Martil, un hecho sobre el cual informaron a los servicios de seguridad que acudieron al lugar y confiscaron fardos de cannabis a bordo de estos transportes que permiten cubrir largas distancias en poco tiempo, esquivar a las fuerzas de seguridad y pasar desapercibidos. Las mismas fuentes agregaron que las autoridades han intervenido tres motos acuáticas con esta sustancia estupefaciente, alcanzando un peso total de media tonelada. Por este motivo, abrieron una investigación para descubrir quién está detrás de estos pases. Nadie fue arrestado en el acto ya que los pilotos probablemente huyeron de la escena antes de que llegaran los agentes de seguridad, por lo que las mismas instituciones marroquíes han decidido abrir una investigación para conseguir las identidades de los pasadores.
Un método utilizado para contrabandear en la Península
Aunque se desconoce el destino en el que iba a acabar la droga, en estos últimos meses se han dado varios casos de persecuciones de agentes de la Guardia Civil a motos de agua que,
o bien portaban cantidades significativas de droga, o bien se dedicaban al tráfico de personas. Fue el caso que se dio el pasado 28 de agosto, cuando guardias civiles detuvieron a un hombre sospechoso a bordo de una de estas motos de agua, donde se encontraron con 106 kilos de hachís repartidos en fardos. El piloto de la embarcación era un indocumentado que decía ser de Marruecos. El objetivo era alcanzar las costas peninsulares para, ahí, realizar el pase de la droga.