Quitar escombros para que días después vuelva a aparecer lleno de basura. Ese es el panorama que presenta, otra vez, un sitio tan importante a nivel cultural y de
patrimonio en Ceuta como el Fuerte del Príncipe, Bien de Interés Cultural. Pese a que se limpió hace unas diez días, otra vez ha vuelto a llenarse de escombros que los incívicos dejan sin ningún tipo de reparo. El pasado 1 de septiembre limpiaron esta zona, que El Faro de Ceuta ya mostró su estado hace unas semanas, pero más tarde volvió a estar lleno de todo tipo de basuras. Los escombros y residuos que se retiraron tuvieron sus sustitutos unos diez días después, llenándose otra vez de suciedad esta zona ubicada en
la barriada del Príncipe. Y es que hay ciudadanos que llegan allí para tirar todo lo que les sobra, algo que no es de recibo en cualquier punto de la ciudad, pero que además resulta especialmente grave cuando se trata de un Bien de Interés Cultural.
El vecino que denuncia esta situación dice que como se ha terminado ya la campaña de recogida de escombros se ha vuelto a llenar todo de desperdicios. Denuncia la inacción de las autoridades, "nadie hace nada", expresa. "Nadie viene a recoger los escombros, las ruedas de coches, hasta una nevera que se apila bajo un monumento histórico", explica con indignación.
Para este vecino el cambio que la zona ha sufrido en solo diez días es "una vergüenza". Todo, asegura, por no querer pagara el coste de tirar los escombros donde la ciudad ha habilitado una zona para ello. Según dice, las personas que se dedican a tirar estos escombros y restos de obras aprovechan cuando no están los vigilantes para hacerlo o directamente los insultan y amenazan para seguir haciendo lo que quieren. El Faro de Ceuta
ya denunciaba hace casi un mes la situación de abandono en la que se encuentra este emblema de Ceuta. El Fuerte del Príncipe Alfonso es otro legado histórico, otro Bien de Interés Cultural de Ceuta, que corre con la misma mala suerte que el Castillo de San Amaro o que el Fuerte de Aranguren, como consecuencia del paso del tiempo y de la falta de mantenimiento. El recibimiento para quienes se acercan al lugar son montones de desperdicios que se han acumulando en la zona de los fosos, bolsas de basura llenas, pero también desechos regados: plástico, prendas de ropa, extintores para sofocar incendios, bombonas de butano, restos de electrodomésticos, botellas, bloques, madera... todo un vertedero improvisado dando la bienvenida a una estructura que tuvo un gran significado para la defensa de la nueva línea de frontera que se estableció a partir de la finalización de la Guerra de África.