La vida profesional de un futbolista es corta, por lo que es muy importante la vinculación que cree el jugador con su club.
Evangelos Krios, griego de nacimiento, llegó a Ceuta para probar suerte y aquí encontró su ‘casa’. Conoció a una ceutí, con la que tuvo descendencia, y se sintió como “un caballa más”. Krios defendió la elástica del
Ceuta, donde dejó grandes recuerdos como su gol de falta ante el Córdoba. Una vez retirado se quedó a vivir en nuestra ciudad y ahora mismo trabaja en la sede de la
Real Federación de Fútbol de Ceuta. “Empecé en el mundo del fútbol como todos los pequeños, yendo con un balón a todos lados y deseando salir del colegio para coger otra vez el balón. Poco a poco se iba convirtiendo en algo más serio, empecé a jugar con el equipo de mi pueblo, viajaba a campeonatos regionales y así me fui haciendo camino en el fútbol hasta que acabé siendo jugador profesional”, señala Krios sobre su amor a esta modalidad deportiva.
La afición de Krios por el
fútbol es una pasión que le nació desde pequeño, ya que sus padres no eran grandes aficionados. “Creo que el que quiere ser jugador ya nace con eso de ser futbolista, ya que en mi familia no había esa vinculación. Depende de cada niño, pero pienso que los que somos futbolistas ya nacemos con eso”, apostilla. Krios empezó desde la base, como cualquier jugador, e incluso defendió la elástica de un equipo clásico de Europa, el Olympiakos. “Empecé a jugar en el equipo de mi pueblo en las ligas escolares. Era el más chico de todos y siempre jugaba con mayores. Llegué hasta el Regional, hasta que decidí hacer unas pruebas con el primer equipo del Olympiakos y decidieron fírmame. Ahí empezó entre comillas mi carrera dentro del mundo del fútbol”. Pero siempre caminó con pies de plomo. “Mi salto fue tan grande que no era consciente de qué pasaba. Pasé de jugar en el equipo de mi pueblo a estar en el campeón de Grecia de aquellos años. No te das cuenta hasta que empieza a pasar el tiempo y te das cuenta que quizás puedas vivir de esto”, ha señalado el exjugador del Ceuta sobre su salto a un grande de Grecia.
Krios estuvo dos años en Olympiakos, cuatro años en otro equipo de la Primera División griega, pero en aquellos años el fútbol en su país no estaba como ahora ni tenía el mismo reconocimiento. No había esos incentivos económicos, por lo que decidió dar el salto y venirse a España. “Fui uno de los primeros jugadores que salí de mi país. Mi agente me propuso venir a España y lo vi con buenos ojos. Con 24 años llegué a Ceuta, y en una semana de entrenamiento empezaron las lesiones. Encima tuve que volver a Grecia por un problema con la mili y quedarme tres meses allí para solventar todos los problemas. Regresé ya en diciembre y empecé a jugar en el
‘Alfonso Murube’ hasta que en el 2005 decido irme a la Ponferradina por un problema con la junta directiva. Es verdad que luego en la ‘Ponfe’ no me adapté bien, tenía problemas físicos, por lo que decidí regresar al Ceuta”, destaca. La etapa de Krios en el Ceuta confiesa que fue “la más bonita de mi carrera”. “El hándicap que tuvimos aquí cuando yo jugaba es que hicimos cinco liguillas de ascenso, pero no nos tocó en aquel momento ascender y poder dar esa alegría a la afición. Con el formato que había en aquel entonces era más complicado ascender, además de que había un nivel muy alto”, recuerda. El exjugador del Ceuta se siente “un caballa más”, ya cuenta con la nacionalidad española, por lo que decidió quedarse en nuestra ciudad. Mucha culpa tuvo su mujer, que es ceutí, y con la que tuvieron un hijo. “Lo tenemos todo aquí, no hay mejor sitio que seguir aquí. Tenemos hecha la vida en Ceuta y no necesitamos más”, sonríe. En estos momentos, Krios trabaja en la Real Federación de Fútbol de Ceuta, encargándose de las licencias federativas. Un griego que se enamoró de nuestra ciudad desde que llegó y que ya se quedó como un ceutí más.