El único testigo, que les incriminó en mayo de 2015, se desdijo ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial
Dos hermanos acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa quedaron ayer en libertad tras la celebración del juicio seguido en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta. Desde que sucedieran los hechos, en mayo del año pasado, han permanecido en prisión provisional 18 meses. La puesta en libertad augura una sentencia absolutoria, teniendo en cuenta que ayer el único testigo que les había incriminado se desdijo en la vista judicial. Además, la Fiscalía solicitó que se investigue precisamente a este testigo por los cambios en su versión de lo que sucedió en la madrugada del 13 de mayo de 2015 y de lo que dijo ver aquél día y que ayer dudó.
Mientras los acusados estarán en libertad a la espera de la sentencia, el testigo que compareció ayer podría enfrentarse a una denuncia por falso testimonio en este caso, de lo que fue advertido en no pocas ocasiones durante el juicio. Desde que se produjeron los hechos, este testigo ha ofrecido hasta cuatro declaraciones, la quinta ayer, en las que sus argumentos han cambiado notablemente, como se puso de manifiesto ante el tribunal de la Audiencia.
En una primera declaración en la comisaría aseguró que los hermanos acusados, abordaron a la víctima con “navajas” en las manos asestándole una puñalada en el costado. Aseguró en ese momento que había visto a los hermanos en esta agresión poco después de que ésta se produjera. Horas después, cuando fue llamado a la Jefatura para el reconocimiento fotográfico, el testigo reiteró lo que horas antes había manifestado. Igualmente, en su primera comparecencia en el Juzgado de Instrucción se ratificó en que había visto a los procesados con “armas blancas”, aunque algunos aspectos fueron cambiando. La defensa solicitó una cuarta declaración en la que ya apuntó que, dado que él también estaba huyendo de una agresión, no pudo ver que los hermanos fueran los agresores de la víctima que sufrió una puñalada que le llevó al Hospital Universitario.
En esta versión se mantuvo el testigo en el día de ayer, quien justificó que en un primer momento apuntara a uno de los hermanos como presunto autor porque estaba “enrabietado”. Un enfado que venía precedido por otro hecho. Uno de los hermanos le acusó de haberle robado el teléfono móvil, pero dado que, tras llamar a la Policía, el terminal telefónico no fue encontrado, supuso este hecho el motivo del enfado entre ambos, dado que se conocen “del barrio”.
Aunque la Fiscalía sostuvo que entre las 02.00 horas y las 3.30 horas los hermanos pudieron denunciar el robo del móvil y cometer la agresión antes de acudir a la Comisaría a denunciar el supuesto robo, el abogado defensor consideró que en el juicio no había quedado probado nada en contra de los intereses de sus clientes. El único testigo de la supuesta agresión de sus clientes a la víctima, remarcó el letrado de la defensa, había declarado que no vio a los hermanos en el lugar de los hechos, ni que éstos portaran “armas blancas” y por tanto no vio la agresión porque estaba de espaldas huyendo del lugar.
La víctima murió antes de tomarle declaración La víctima de una puñalada en el costado en la zona de la axila, M.B.F., ingresó en la madrugada del 13 de mayo del año pasado en el Hospital Universitario. Allí permaneció varias semanas hasta su recuperación, tras sufrir un hemotórax, esto es, un derrame en la caja torácica a causa de la agresión. Inmediatamente después de su estancia del hospital fue trasladado a otro centro donde falleció por causas ajenas a la agresión y antes de que los investigadores pudieran tomarle declaración a propósito de estos hechos acaecidos en la barriada Juan Carlos I de nuestra ciudad.