El Plan de Contingencia que la
Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) en Ceuta ha presentado a la
Consejería de Sanidad del Ejecutivo local, competente en Salud Pública, prevé “máxima presencialidad” en todos los niveles y etapas del sistema educativo al menos en el escenario de nueva normalidad, los niveles de alerta 1 y 2, y que sólo en los niveles de alerta 3 y 4 se podría pasar a “semipresencialidad a partir de 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO)”.
Sólo en un escenario 3 y 4 de pandemia se activaría el Plan de Contingencia del curso 2020-21 y se restablecería el modelo 3+3 de este año escolar para “garantizar el derecho a la educación presencial a todo el alumnado de la ciudad”.
La
distancia interpersonal de al menos 1,5 metros se seguirá manteniendo “entre todas las personas adultas” en cada centro educativo y será obligatorio el uso de mascarillas “independientemente de las distancias”.
También “se evitarán de manera general aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases en las que no se pueda mantener la distancia mínima interpersonal” excepto en el escenario de nueva normalidad, en el que “se permitirá la interacción entre grupos del mismo curso sobre todo en actividades al aire libre”.
El alumnado no deberá compartir objetos ni material y en caso de que sea imprescindible (por ejemplo con ordenadores) se “extremarán” las medidas de prevención (higiene de manos y evitar tocarse la nariz, boca, ojos) y realizar limpieza entre el uso de un grupo y otro.
Dada la especial situación hospitalaria de Ceuta y al objeto de “ir realizando un estudio del impacto que para la ciudad pueda tener el regreso a la actividad escolar a tiempo completo”, la Dirección Provincial del MEFP ha propuesto un calendario “aproximado” que fija el inicio del curso para el día 10 de septiembre. El 4 de octubre podría tener lugar la apertura de los centros para el refuerzo educativo por las tardes y el 18 de ese mismo mes, la entrada en funcionamiento de las aulas de conciliación.
El ‘semáforo’ de los niveles de contagios
Los criterios a partir de los que se determinan los niveles de riesgo se dividen en dos bloques principales, uno de indicadores de transmisión y otro de capacidad asistencia. Así, se evalúan la incidencia acumulada -tanto en 14 como en siete días, además de la vinculada a las personas con 65 años en adelante-, el porcentaje de la positividad de las pruebas PCR y el del número de casos con "trazabilidad", esto es, los positivos derivados de un paciente previo. En el otro bloque quedaría la proporción de camas hospitalarias ocupadas por pacientes con COVID-19 y el de los ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Recreos escalonados y otras medidas para el tiempo sin clases
Los centros educativos tendrán que establecer “medidas para gestionar el tiempo de esparcimiento del alumnado y de receso de la actividad lectiva” durante el próximo año académico. Algunas de ellas pueden ser “recreo escalonado en dos turnos para las etapas de Infantil y Primaria o en dos turnos para los institutos”; descansos diferenciados para las etapas de Secundaria y Bachillerato, habilitación de otras zonas para el tiempo de recreo como gimnasios o bibliotecas, rotación de recreos por días y niveles, so de las propias aulas para el alumnado de mayor edad y “cualquier otro mecanismo que arbitren en virtud del conocimiento de sus propios espacios y posibilidades”.
El alumnado y profesorado con patología crónica podrá acudir al centro “siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita” y manteniendo medidas de protección de formar rigurosa “salvo indicación médica de no asistir”. En esos supuestos “regirán las recomendaciones del protocolo establecido para el manejo pediátrico en atención primaria de la enfermedad de la COVID-19”.
Tanto para este alumnado con patologías crónicas como para el confinado por contagio o contacto, se facilitará el acceso a la educación telemática y, si es posible, será impartido por docentes “que se encuentren en la misma situación”.
El MEFP hará desdobles en los grupos que no cumplan las ratios máximas
En un escenario 1 ó 2 de alerta epidemilógica, el tamaño de los grupos tendrá como máximo “las ratios establecidas en la normativa aplicable”, es decir, 25 estudiantes por grupo en Infantil y Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato. En aquellos grupos en los que no se cumpla este supuesto “se establecerán los desdobles necesarios hasta garantizar el cumplimiento de las ratios legales”, según el Plan de Contingencia de la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), que debe se visado ahora por la Consejería de Sanidad del Ejecutivo de la Ciudad Autónoma, competente en Salud Pública.
El alumnado estará colocado en el aula de manera individual “con el máximo aprovechamiento espacial posible, de manera que se pueda garantizar el menor contacto físico entre los estudiantes”. Durante las previstas revisiones del protocolo por la comisión técnica y según avance la situación pandémica se podrá “autorizar la vuelta al trabajo cooperativo o por parejas”.