La declaración de quien fuera docente del
colegio Ramón y Cajal de Ceuta, acusado ahora de
agresión sexual a una menor, se ha adelantado a la tarde de este martes. El joven ha contestado a todas las preguntas formuladas, sin rechazar ninguna, referentes a una
acusación que le persigue desde 2020, cuando dabas clases de educación física a alumnos de Infantil de 4 años y también en Primaria, de 1º a 3º. Sobre la víctima, ha indicado que era una niña que pasaba desapercibida y que
su actitud con ella era “normal” como la que mantenía con todos los alumnos. Solo una vez la castigó por no llevar la ropa de deportes. Con la otra menor que no ha denunciado estos hechos sí ha señalado que era muy buena alumna, que siempre ganaba todos los juegos. En su declaración, ha negado que llevara a la menor a algún habitáculo concreto, indicando que nunca la dejó la última en la fila para llevarla a ese lugar que funcionaba a modo de almacén del centro y en donde tenía todo el material deportivo. Allí, además, podía entrar cualquier persona del centro, matizando lo dicho por el director que no lo apreciaba así.
El acusado ha querido negar rotundamente que besara o que hiciera algún tocamiento a la niña. “Repugno escuchar todo esto. Jamás se me pasaría por la cabeza realizar eso, y aún me sorprende que esté acusado. Si de verdad le han hecho eso a las menores, lo condenaría”, ha detallado. Sobre el registro en su domicilio y los calcetines encontrados en su mochila, el profesor ha detallado que era de un hijo de un docente amigo suyo y que les prestó la bolsa sin saber que había esa prenda. Sobre la relación con los familiares de las menores, el docente ha explicado que no ha tenido contacto alguno y que no sabe por qué la abuela ha indicado que el agresor era “rubio y con los ojos verdes”, algo que él no es. Le han enseñado imágenes del habitáculo y ha indicado que “nunca” ha llevado a las menores allí. “De verdad que no. Es falso”, ha recalcado sobre la pregunta de si le había cortado el pelo a las menores como advertencia de que lo seguiría haciendo si narraban esos abusos. En su registro en su domicilio,
el acusado ha aclarado que trabajaba repartiendo revistas eróticas y se llevaba artículos que venían de regalos como dados, vibradores, y esposas.
¿Por qué cree que se ha podido entonces inventar eso la menor?, ha preguntado la
Fiscalía. “Pensaba que era por motivo económico, que aún no lo descarto. No digo que no le haya ocurrido en un ámbito social, de un familiar o algo, pero te aseguro que no he sido. Tengo una conciencia muy tranquila. No iba a tirar mi carrera, con todo lo que he luchado, por una cosa así”, ha detallado. “No sabe la impotencia y la rabia que tengo contenida. No sabe los dos años que llevo sufriendo. Me considero totalmente inocente. Ante todo, mi vocación es ser maestro y voy a luchar hasta conseguir la plaza. Estoy en un problemón, que jamás había imaginado”, ha proseguido. En Instrucción, el acusado dijo que la denuncia fue por un móvil económico, pero ahora dos años después, no descarta que le haya pasado algo a la niña y le hayan “colgado el muerto”. Sobre la otra menor que no llegó a denunciar, el acusado ha comentado que tuvo un problema con el padre de ella por otro de sus hijos tras ponerle un suspenso. Además, el acusado ha detallado que no utilizaba el móvil mientras estaba realizando clases por lo que sería imposible que hiciera fotos a las niñas.