El director provincial del Ministerio de
Educación y Formación Profesional en Ceuta (
MEFP), Javier Martínez, y la jefa de la Unidad de Programas Educativos, Tula Fernández, se reunieron ayer con el consejero y el director general de Educación del Ejecutivo local, Carlos Rontomé y Javier Celaya, para abordar las posibilidades de aumentar la colaboración entre ambas Administraciones con vistas a iniciar el próximo curso en las mejores condiciones posibles pese a la crisis
sanitaria.
Martínez y Fernández expusieron a sus interlocutores de la Ciudad varios posibles usos prioritarios para al menos una parte de los 8 millones de euros que, en concepto de Educación, va a recibir la Administración local del Estado con el fin de paliar las consecuencias de la pandemia, pero el director provincial lamentó al término del encuentro que el Gobierno local no comprometiese ninguna partida para atender las peticiones que se le plantearon.
Rontomé, por su parte, indicó que el Ejecutivo de Vivas sigue pendiente de conocer las condiciones de uso que establezca el Real Decreto correspondiente para el fondo estatal no reembolsable, que en principio se ha anunciado no finalista, y avanzó que “esta semana” abordará con el resto del Consejo de Gobierno las posibilidades de disponer de fondos con este fin.
En concreto, el MEFP trasladó a la Ciudad las necesidades detectadas de dispositivos electrónicos para el seguimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje a distancia por parte del alumnado con menos recursos (esa carencia se extiende a unos 7.000 estudiantes), así como el déficit en conectividad de los hogares diagnosticado por los centros, que afecta a alrededor de 5.000 alumnos.
Comprar 7.000 ‘tabletas’ y dar Internet a 5.000 estudiantes, costaría 2,5 millones
El Ministerio ha calculado que atender ambas solicitudes creando un ‘banco’ de herramientas informáticas (tabletas o portátiles) y sufragar el acceso a Internet para estudiar a esas familias harían falta “unos 2,5 millones de euros”.
A corto plazo la Dirección Provincial reivindicó también de la Ciudad un esfuerzo para redoblar el servicio de limpieza y desinfección de los centros educativos a partir de septiembre, cuando teóricamente se restablecerán las clases presenciales, y para dotar a los colegios de hidrogeles, mascarillas y otros elementos de protección.
A medio-largo plazo, el Ministerio insistió en la necesidad de mejorar las infraestructuras de Infantil y Primaria existentes, sobre todo en los CEIP Ramón y Cajal, Vicente Aleixandre y Andrés Manjón, para cuya ampliación Martínez lleva años esperando que la Ciudad complete la cesión de pequeños solares municipales anexos.
“El consejero nos ha explicado que el destino de esos 8 millones no es finalista, por lo que no se ha comprometido económicamente más allá de a restablecer los 1,2 millones del presupuesto del programa de libros de texto ligado al Convenio”, resumió Martínez. Rontomé corroboró que parte de ese dinero podría reconducirse a la compra de ‘tabletas’ para alumnado de ESO y que la Ciudad ya piensa reforzar los servicios de limpieza y aumentar las plantillas de conserjes y el resto de personal no docente.
El Foro pide implicación institucional con el próximo año escolar
El Foro de la Educación cerró ayer en otra reunión monográfica la lista de medidas y compromisos que, a juicio del órgano consultivo, deben implementar el Ministerio de Educación y la Ciudad para garantizar el mejor desarrollo posible del curso 2020-2021 pese a la pandemia. Igualmente hizo un llamamiento “a todas las instituciones, universidad incluida, para que se impliquen a fondo en el desarrollo del próximo curso y para que nadie se sienta ajeno a los problemas que se van a tener que afrontar”.
El MEFP debería incrementar el cupo docente de la ciudad en un 25% para incorporar a 300 maestros y profesores más y así poder enfrentar la previsible necesidad de reducir las ratios de estudiantes por aula asegurando distancias interpersonales mínimas.
A la Ciudad se le insiste en que aporte fondos para garantizar al alumnado la disponibilidad de herramientas informáticas y conexión a Internet para el seguimiento las clases en modelo no presencial.
Igualmente se considera imprescindible utilizar todos los recursos accesorios disponibles (básicamente, el Plan de Empleo) para activar programas de apoyo a la conciliación laboral y familiar (como las aulas matutinas y vespertinas de años académicos anteriores) y de refuerzo y acompañamiento con el fin de “recuperar el tiempo perdido esta primavera”.
También se reivindica incidir en una mejora de los servicios de limpieza y desinfección de los centros, hacer test de detección del coronavirus a las plantillas antes del inicio del curso y garantizar materiales y equipos de protección individuales para todos los miembros de la comunidad educativa.