La Consejería de
Medio Ambiente del Gobierno de Ceuta quiere poner en marcha una planta de separación, reciclaje y valorización de residuos, “a ser posible” en terrenos portuarios, para dar un giro sostenible a la gestión que actualmente se hace de los desechos en la ciudad autónoma (alrededor de 50.000 toneladas al año), que básicamente pasa por su empaquetado en contenedores desde la planta de transferencia del Monte Hacho con destino a Andalucía.
El espíritu del plan que maneja Yamal Dris casa con los principios del Plan de Gestión Integral de Residuos que el Pleno aprobó hace ahora tres años “orientado hacia la sostenibilidad para prevenir su generación, recuperar al máximo los recursos que contengan los residuos generados y reducir al mínimo la eliminación mediante vertedero, siempre con las máximas garantías ambientales”.
El primer boceto de los proyectos que Ceuta prevé presentar para obtener fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE ya contempla un “proyecto para la instalación de una planta destinada al aprovechamiento de residuos orgánicos” y el Plan de Inversiones 2020-2023, una partida de 24.000 euros para efectuar el correspondiente estudio durante el próximo ejercicio. El consejero contempla tanto abordar la iniciativa de forma directa como por la vía de la colaboración público-privada.
El Plan de Inversiones reserva 24.000 euros para hacer un estudio durante el año próximo
Si se optase por ese camino, ya tiene un posible ‘socio’. ‘Ecoceuta’, empresa adquirida recientemente por Urbaser, que también gestiona la planta de transferencia del Hacho, solicitó en septiembre de la Autoridad Portuaria el otorgamiento de una concesión de dominio público portuario sobre una superficie de 24.000 metros cuadrados con ubicación en la zona de servicio del puerto de Ceuta (área funcional G) para “la construcción y explotación de un complejo ambiental para la gestión de residuos generados en la ciudad susceptibles de ser trasladados, reciclados y reincorporados en el ciclo productivo.
Aunque fuentes del
Puerto han reconocido que en esa zona puede colisionar incluso con otros proyectos industriales que promueve o con los que colabora Procesa, Dris coincide en que es una ubicación “idónea” para acabar con el traslado de basuras desde toda la ciudad hasta el Hacho y su posterior retorno a los muelles antes de embarcar hacia la península.
“Se trata de apostar por el
reciclaje al máximo posible, de facilitar el depósito de residuos sin coste y minimizar su vertido incontrolado, de priorizar el separado de los susceptibles de poder ser reutilizados o vendidos y de compactar el resto para reducir costes de traslado con su compactación”, resume Dris, que en base a los estudios realizados de proyectos desarrollados en la península cree que sería de “rápida” puesta en marcha (“menos de un año”) y con capacidad para crear empleo.
El desafío de "involucrarse al máximo" en la gestión de nuestra basura
El Pleno de la Asamblea aprobó a finales de 2017 un Plan de Gestión Integral de Residuos por fin (la UE amenazó a España en varias ocasiones por su carencia en la ciudad) que compromete a la Administración local a involucrarse de verdad en la gestión de los residuos generados en el territorio (principalmente de los domésticos) es decir, “que se desarrollen en el ámbito territorial el mayor grado posible de operaciones de gestión”. En esencia induce a “evitar que el residuo se produzca; luego su valorización material o energética; y solo en caso que lo anterior no pueda conseguirse, en la eliminación apropiada”.
La “reutilización” como posible motor de desarrollo económico y laboral
Uno de sus objetivos prioritarios, además de fomentar la prevención de generación, es aumentar la “reutilización”, que “se define como ‘cualquier operación de recuperación mediante la cual productos o componentes que se hayan convertido en residuos se utilizan de nuevo con el mismo fin para el que fueron concebidos”.
Además, propone medidas que, al implantarse, “pueden tener un efecto positivo sobre las poblaciones con pocos recursos”, ya que “en Ceuta la reparación de los productos y el mercado para productos de segunda mano se ha desarrollado tradicionalmente con una dimensión social y con el objetivo de mejorar e involucrar a personas procedentes de hogares sin recursos”.