Muy buenas Ceuta, soy Himo, la tía de Yusef (Que en Paz descanse). No quería dejar que pasara la oportunidad de poder dar las gracias a todos y todas sin excepción. Estos días han sido, sin duda, una odisea para mí y para mi familia. Estamos todos consternados y dolidos por la pérdida de mi sobrino Yusef, con la sensación, todavía, de no creernos que ha fallecido, pero Alhamdulilah. No tenemos la menor duda de que toda Ceuta ha comprendido nuestra situación, que todos los caballas han empatizado con nosotros y que la pérdida de nuestro niño, ha sido una pérdida para todos. Fue una noche larga y desesperante, muchas veces nos invadió una sensación de impotencia, un sentimiento de soledad. Que el pueblo de Ceuta, nuestra gente, supo paliar con su presencia y ayuda. Hoy no quiero que nadie se quede atrás, y de acuerdo al dicho del Profeta: "Quien no es agradecido con la gente, no es agradecido con Allah", me gustaría agradecer a todos vuestra aportación, ayuda y consuelo. Gracias a todas las personas que estuvieron toda la noche haciéndonos compañía en esa orilla del mar, a todos los que se jugaron la vida de costa a costa, buscando a mi sobrino a los pies de esos feroces acantilados, donde las olas rompen con furia y poniendo su vida en peligro, por encontrar a Yusef, por hacernos sentir que no estamos solos, que aunque ahí no estaban quienes tenían que estar, nuestra gente amada y empática, daba su vida por Yusef y su familia. Gracias a Aida, a Mustafa de Miramar, Abdelah Abdelah Mustafa , Malika Mustafa Lhicho, a Kerim de Protección Civil, a Salva Camacho y a su esposa Susi Iñesta, a Huria, a todos los amigos de Yusef, a todos los amigos y conocidos de la familia e incluso, a todos lo que no nos conocen, y por empatía pasaron la noche con nosotros, esa oscura noche y fría, mirando al mar con esperanza de hallar a Yusef con vida. Gracias a todos los caballas que después de saber que Yusef falleció, se acercaron a darnos el pésame. Las miles de personas que llegaron hasta nuestra casa, para darnos sus condolencias. Y al presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, por ese acto significativo y humano de mostrar su tristeza y de venir en representación de todos los caballas, de todos los vecinos de esta ciudad. Gracias a todos por vuestro apoyo y muestras de cariño por redes sociales, mil gracias. Hoy ya no está con nosotros Yusef, porque Dios lo quiso, Alhamdulilah. De Dios somos y hacia él hemos de retornar. Sólo me gustaría pediros a todos que recordéis en vuestras súplicas a mi sobrino, que pidáis a Dios por su Alma y porque Dios dé paciencia y fuerza a todos los que él deja atrás. Muchas gracias.