Una vez acabada la Procesión Magna dedicada a nuestra Madre y Patrona, entramos de nuevo en la preparación del 5 de agosto, ese día tan especial y tan importante para la Hermandad para Ceuta y todos los ceutíes.
Como cada año, y en lo referente a la cuadrilla, el equipo de capataces ini cia esta preparación, después de una reunión donde marcamos las directrices a seguir y las fechasde convocatoria alos hombres que forman nuestra magnifica cuadrilla, iniciándola con la “igualá” y posteriores ensayos previos a la salida procesional. Una vez convocados empieza un ajetreo especial y muy particular conesa magnífica gente de abajo. Los whtasaps no dejan de funcionar y se mantiene un contacto diario en el que participamos todos, estando al corriente de cualquier movimiento, acontecimiento o noticia que tenga que ver con nuestro trabajo y/o la Hermandad.
Son días que, tanto el equipo de ca- pataces como la cuadrilla, vivimos intensamente con ganas que llegue el momento de vernos y compartir cada minuto de ese ambiente de amistad y compañerismo que se respira y se hace palpable. Este año ya tuvimos un primer contacto disfrutando de ese buen “rollo” parapreparar la Procesión Magna, prolongándose alos ensayos en julio, que tendrá su culmen el día 5 con la esperada salida de nuestra Madre. Llegado a este punto, a la Precesión Magna,desde estas lí- neas, quiero darles, de todo corazón, mi felicitación y agradecimiento a todos por el esfuerzo y magnífico trabajo realizado, entre ellos a los fenomenales costaleros de la Hermandad del Medinaceli, ya que ellos también formaron parte, nada más y nada menos, de la Cuadrilla de Sta. María de África Coronada, facilitando así que muchos de nuestros costaleros, pudieran aportar también su trabajo a las distintas hermandades a las que pertenecen y dado, que por desgracia, somos los que somos y estamos los que estamos.
No es fácil explicar esa unión entre hombres procedentes de casi todas las hermandades y con distinto estatus social y edades. Una unión cimentada sobre el respeto, la amistad y el buen trabajo compartido que hace que, año tras año, crezca y crezca, a los Sagrados pies de nuestra Madre y Patrona. Ella es el verdadero y único artífice de que esto ocurra. Es Ella quien nos une y la que cuida de todos y cada uno de este puñado de valientes que retan a la leña que dan los palos yal inmenso calor de julio y agosto bajo las andas. Es Ella quien les da fuerzas para, chicotá tras chicotá, pasearla como solo saben hacerlo esta gente inigualable. Es a Ella aquien su cuadrilla le reza ora- ciones anónimas a cada paso, con ese andar majestuoso siempre de frente.
Como en las mejores familias, también hemos tenido momentos menos buenos. Momentos que han sido superados por el buen hacer de todos, desde el equipo de capataces hasta el último costalero en llegar a la cuadrilla, movidos por el sentimiento a nuestra Madre y Patrona, por el amor y la devoción que sentimos por Ella, por nuestra Madre Protectora, que nunca nos deja solos, ni un solo día del año. Nosotros tenemos el inmenso honor de llevarla a la calle, de acercara a su pueblo, a todos los ceutíes, que esperan ansiosos su bendición que derrama a su pasopor cada rincón de nuestra tierra. Somos nosotros, los que nos sentimos más cerca, los que disfrutamos de su presencia, de ser sus pies. Los más orgullosos de llevarla sobre los hombros, sentir su dulce peso y dirigir su argentado paso, unos privilegiados, porque sus palos, tienen línea directa con el cielo donde nos estará atentamente mirando.
Es a Ella y solo Ella a la que, cada 5 de Agosto, su cuadrilla de Caballeros Costaleros, un pueblo Mariano por excelencia y todo un continente, se arrodillan y rezan ante su bendita imagen para que ruegue por nosotros ante el Rey de Reyes que reposa dulcemente entre sus brazos.