El pasado 28 de febrero fue el último día que Redouane Soufi habló con parte de su familia que reside en Ceuta. En esa llamada de teléfono,
este marroquí que vive en Elche confesaba que se había quedado sin un trabajo del sector agrario que tenía cerca de Valencia, y que iba a “a ver si le iba bien” con la campaña de recogida de fresas en Huelva. “Eso es lo último que sabemos de él”, admite su familia. Según cuentan a El Faro, Soufi suele contactar con ellos de vez en cuando, cada 15 días. Pero en esta ocasión ya ha pasado más de un mes y siguen sin saber nada de él. Tiene el móvil apagado desde hace tiempo. La familia ha llamado a los hospitales de Elche y Huelva, los dos supuestos lugares donde debería estar este hombre de 40 años. Por ninguno de los dos hospitales ha estado ingresada una persona con este nombre. El siguiente paso que tomaron sus allegados fue llamar a la Jefatura de Policía Nacional de Ceuta, donde les remitieron a la correspondiente de Elche. Allí les piden la dirección en la que reside Soufi, pero ellos reconocen que no saben la calle en la que reside. La parte que más preocupa a sus familiares es la madre de Soufi: vive en Casablanca y tiene un delicado estado de salud causado por la diabetes. “Está muy preocupada por él”, afirma parte de la familia que vive en Ceuta. Se junta a este hecho el agravante
del coronavirus y la consecuencia del estado de alarma, lo que tiene aún más agobiada a la familia. Soufi suele estar “desaparecido” como unas dos semanas, y es, explican sus familiares, porque no tiene móvil y no contacta hasta que vuelve a conseguir uno. Con quien sí han conseguido contactar ha sido con su entorno en Elche. Un hombre casado con hijas a quien consultaron si sabían el paradero de Soufi. “Fue él quien preguntó a sus amigos y nadie sabe nada de él. El único chaval que sabe algo es que hace más de un mes que lo vio y se estaba pensando irse a Huelva para trabajar en la fresa”. Soufi ha pasado parte de su vida en Ceuta. En nuestra ciudad, vivió en la barriada de Hadú con sus familiares. Fue hace unos tres años cuando decidió emprender el rumbo a Elche, localidad que ya conocía porque vivió allí siete años antes de volver a Ceuta. Marchó para trabajar en la recolecta de naranjas.