Cuando aún desde las
playas de Ceuta se puede contemplar el amanecer y son pocos los caballas que se atreven a darse un baño en sus aguas o pasear por la orilla, la empresa de trabajos submarinos CentoSub se encarga de supervisar cada palmo de la costa. Las
redes antimedusas constituyen su principal objetivo, como lo es que todos los materiales de señalización se encuentren bien posicionados para así evitar posibles inconvenientes en un futuro. No obstante, la
limpieza de los fondos marinos es otra asignatura pendiente. Su equipo es consciente de la importancia de preservar la vida marina.
Son las nueve de la mañana y el equipo, conformado por un barco de mantenimiento, tres de limpieza y cinco operarios, comienza su jornada laboral desde el Muelle Pesquero. Desde ahí, todos salen hasta la zona adjudicada. Karim Mohamed y Álvaro Suárez tienen la misión de arreglar un corte en la red que está colocada en la Playa de la Ribera (Bahía Sur). “Esta no es la primera vez, nos ocurre de vez en cuando”, precisa Mohamed, quien es marinero en la empresa de CentoSub. Él es quien maneja el vehículo en estos momentos y, con buena precisión, atraviesa el foso de las Murallas Reales. Después de la travesía, alcanzan ese punto negro.
“Una rotura en la red, si no se arregla a tiempo, puede estropear un día de baño”
Casos como este no le pillan por sorpresa. Ambos recibieron la voz de alarma el día anterior por la tarde y “al no haber medusas, lo pospusimos para este miércoles”, matiza Mohamed. Una solución de este calibre no puede tardar mucho en repararse. El arreglo se basta solo de hilos, bridas y unas manos ágiles, como las de Álvaro Suárez. Se coloca el neopreno y se prepara para la faena. Calcula que todo esté correcto, las bombonas de oxígeno y, una vez supervisado llega lo fundamental: se zambulle al agua.
Desde el barco, Karim Mohamed no pierde vista a su compañero. La mañana es tranquila, buen tiempo y con unas temperaturas apetecibles, acordes a las fechas de verano. “Este año hemos tenido bastantes cortes. Sobretodo en la playa del Chorrillo”, afirma Mohamed. Además, añade que “bastantes se han realizado con un material punzante”. Por ejemplo, una navaja. En este de la Ribera, aparentemente, y bajo visión de estos profesionales “parece que está provocado por una persona”.
El vandalismo también se ensaña con las redes, reduciéndolas a una especie de puerta de entrada para las medusas.
Durante unos 20 minutos, Suárez permanece bajo el agua. Las bombonas de oxígeno le surten ese aire que lo mantiene sumergido. Poco a poco coloca las bridas y el hilo. Para esta ocasión, usa uno de un grosor considerado. Apto para este tipo de mallas y con el fin de que no se abran las costuras. Una vez se remienda, el submarinista regresa al exterior y con las mismas sube al barco. “Se ha hecho la reparación de una avería, se embrida desde el principio de la rotura y se va desde el fondo hasta la superficie. Cada tres o cuatro dedos se coloca este tipo de correa”, explica Álvaro Suárez a la misma vez que se desprende del neopreno.
Las características de “esta fisura es de dos metros, aproximadamente, con un corte en diagonal de un metro hacia la esquina”, matiza Suárez. Como esta, se han encontrado otras este verano, reconociendo ambos que eran de mayor dimensión. “Tuvimos una de ocho metros en el Chorrillo”, recuerda Karim Mohamed. Esta rememoración se volvió a repetir en la jornada de ayer una vez más, en la zona del Chorrillo 1, donde se encontraron otra de gran tamaño. Esta vez, el trabajo se ha alargado hasta las cuatro de la tarde. No se podía dejar para este jueves, los bañistas son la prioridad de esta empresa ceutí.
“La especie humana parece que no se para a pensar sobre el calentamiento global”
No se explican el porqué de este tipo de daño desproporcionado. “Esto puede estropear un día de baño porque entran las aguavivas y basuras hasta la costa”, añade el buzo. De todos modos, matiza el profesional, “otras veces, el temporal de Levante es el que provoca estos percances”. Las causas naturales, igualmente, se esconden detrás de estos desperfectos.
Sea de una manera u otra, este servicio lo colocó la Ciudad para garantizar la seguridad de los bañistas. CentoSub acude a diario para supervisar las redes situadas en las playas de la Ribera, Tarajal, Almadraba y Chorrillo. En esta última, al ser la de mayor extensión en la ciudad autónoma, dispone de tres. Por otro lado, las boyas de señalización las tienen en consideración. En caso de que una no esté en el sitio que le corresponde, la recolocan. En la Bahía Norte, pese a no tener redes, la empresa se encarga de hacer acto de presencia para comprobar que estas balizas están en su sitio.
Limpieza y conciencia
Los fondos marinos guardan otra cara de la realidad. Los profesionales de la empresa de trabajos submarinos de Ceuta se sorprenden al encontrarse a diario grandes cantidades de residuos. Con tres barcos y un usuario en cada vehículo, se dedican a recoger lo que otros arrojan, sin la contemplación de lo que esto supone al ecosistema del mar y los océanos. “La verdad es que el comportamiento es nulo, puesto que la gente no tiene respeto. Ellos tiran la basura pensando que no pasa nada”, explica Antonio Téllez, uno de los tripulantes de la embarcación.
El salabardo y la canasta son los utensilios que se usan para capturar todo lo que se echa al fondo. Desde palés de madera hasta neumáticos pasando por bolsas, botellas de plástico y de vidrio. “En ocasiones hemos visto delfines y peces mula muertos”, añade Téllez. Esta se puede convertir en una lista sin fin de los enseres y restos orgánicos que estos operarios ven día tras día. “La especie humana parece que no se para a pensar en lo que está ocurriendo con respecto al calentamiento global y todo lo que esto supondrá en un futuro. Ya lo estamos comprobando nosotros con las temperaturas que han alcanzado algunos mares este verano”, asevera este profesional. Por ejemplo, según recoge un documento web de la Diputación Provincial de Málaga, “el Mediterráneo supera en 6 grados la temperatura media, incluso por encima de un mar tropical”. Entre los 29 y 30 grados ha rondado en este verano de 2022, un mercurio que se ha derretido en todos los sentidos.
Las medusas también salen a relucir en estas misiones. “Hay veces que nos impide recoger los desechos”, explica Téllez. El salabardo no hace su función, estos animales se reparten por la toda la zona de limpieza, impidiendo a los trabajadores. Esto suele pasar más en la Bahía Norte, puesto que en la Sur las aguas son más frías y esta especie no prolifera demasiado.
Hasta el próximo 15 de agosto, CentoSub mantendrá las redes antimedusas y limpiará una parte de los fondos marinos para evitar males mayores. Una vez pasada esta fecha, solo quedará recoger todo el material desplegado por la costa de Ceuta y con la vista puesta en la siguiente temporada estival.