Se ha cumplido casi un mes de la
desaparición de Chebil Mansour, un argelino que decidió emprender ruta a la Península, a nado, partiendo de las proximidades de Calamocarro. Llevaba pocos días en el
CETI y quiso salir a nado arriesgando su vida. Los residentes del centro piden que no se olvide, que se haga todo lo posible para saber dónde puede estar. El compatriota Chebil integra la ya larga lista de argelinos desaparecidos en Ceuta o cuando intentaban llegar a nuestra ciudad. De este joven no se sabe nada sobre su paradero desde el 21 de agosto. La misma noche de su desaparición otros quince argelinos hicieron lo mismo pero a bordo de una embarcación que sí fue interceptada por la Guardia Civil. Él optó por marchar a nado. “Portaba un bañador negro, una camiseta roja y guardó sus papeles y pertenencias dentro de una botella de plástico que se la amarró al cuello”, explica un portavoz del colectivo a El Faro. Pasadas las diez de la noche anunció que se iba y pidió el número de teléfono de un argelino comprometiéndose a llamar en cuanto estuviera en la Península. Dicen que salió a nado esa noche, sin traje de neopreno. Es buen nadador, habiendo empleado la misma forma de entrada para cruzar de Marruecos a Ceuta, como otros tantos argelinos. No tienen conocimiento de que usara un kayak ni una tabla de surf para apoyarse, ni que contara con alguna embarcación de ayuda en esa travesía. “Nos dijo que se iba nadando”. Y así salió esa noche, desde las costas de Calamocarro, anunciando que llegaría a la Península e informaría a sus compañeros de lo conseguido. Los argelinos piden ayuda a las fuerzas de seguridad por si tienen conocimiento de la llegada a Algeciras de este compatriota o por si ha sido encontrado su cuerpo, por eso apuntan los detalles de su vestimenta así como el dato de que guardaba sus objetos personales dentro de una botella de plástico.