Los
trabajadores transfronterizos ha pedido, un lunes más, en la plaza de los Reyes, una solución a su situación de ‘encierro’ en Ceuta . La apertura de las conexiones aéreas entre España y
Marruecos no es una opción para este colectivo, cuya tarjeta indica que no tienen permiso para cruzar el Estrecho.
“La tarjeta transfronteriza que tenemos como documentación contiene en la parte de atrás una información en la que se explica que no se nos permite cruzar el Estrecho de Gibraltar. No podemos movernos de Ceuta, no tenemos papeles, no tenemos nada. Para poder coger un avión desde Málaga, por ejemplo, deberíamos de contar con un visado, pero para tenerlo tendríamos que ir al consulado a Tetúan y, claro, esto no es posible. No podemos hacer absolutamente nada, estamos atados de pies y manos; atrapados por tierra, mar y aire”, explica Rachida Jraifi, portavoz de los trabajadores transfronterizos. Hartos de no obtener respuestas, han lanzado sus proclamas mirando a las instalaciones de la Delegación del Gobierno con la esperanza de recibir, por fin, esas
anheladas noticias que no llegan. “Otra semana más hemos venido a manifestarnos con toda la paciencia del mundo que nunca vamos a perder hasta conseguir esa libertad de movimiento que nos permita el poder ir a nuestras casas a visitar a nuestros familiares y regresar sin problema después a Ceuta para desarrollar nuestros trabajos”, indica. Frente a la
prórroga del cierre de la frontera al menos hasta el 31 de marzo solo les resta tener paciencia y fe: “Lo único que podemos hacer llegados a este punto es tener fe en Dios, que nos ayude para que todo esto se arregle de una vez. Tenemos la esperanza de recibir alguna noticia que recompense todo este tiempo de lucha y espera. Ojalá tengan caridad y los corazones de los que deciden se ablanden y hagan algo por nosotros. Queda muy poco para que se cumplan dos años de encierro, ya no sabemos que hacer para que nos escuchen, pero no nos rendiremos a pesar de todo”, señala Rachida. Y es que en pocos días se se cumplirán dos años del cierre de la frontera, 24 meses en los que este colectivo no ha podido ir a sus casas ni ver a sus familiares. Hasta ese momento, miles de personas
cruzaban a diario de Marruecos a España para trabajar, quedando muchas atrapadas en Ceuta para poder mantener sus empleos tras el cierre del Tarajal. Desde entonces, permanecen aquí sin derechos y lejos de su familia, a la espera de ver si llegan las noticias de Gobierno Central prometidas por el secretario de Migración, Jesús Javier Perea, durante su reciente visita a Ceuta.