Tres años de prisión es la pena a la que se enfrenta el llamado I.C. por incurrir en un delito de atentado contra tres funcionarios de la antigua prisión de Ceuta, en Los Rosales, a los que insultó y amenazó con frases como: “Hijos de puta, no tenéis cojones de llevarme de conducción” o, concretamente a uno de ellos: “Tú vas a ser el primero. Te voy a pegar tres tiros. Me quedan dos meses de condena y son los que te quedan a ti de vida, perro. Acércate si tienes huevos que acabo contigo ahora”. Estas son las frases recogidas en el escrito de acusación presentado por el Ministerio Fiscal y dirigido contra el acusado, que atacó así a los funcionarios que estaban realizando su traslado a un centro penitenciario de Sevilla, el 23 de marzo de 2017. Durante la celebración de la vista oral que ha tenido lugar este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 1, si bien el acusado reconoció que tiene antecedentes por otro delito de atentado, dijo no recordar lo ocurrido ni haber amenazado a los funcionarios. Sí señaló que se encontraba depresivo y que fue medicado por ello. El funcionario de prisiones que recibió la amenaza de muerte se remitió a su anterior declaración en el Juzgado de Instrucción y, si bien reconoció que el acusado le insultó y amenazó, añadió que posteriormente se arrepintió y pidió disculpas en varias ocasiones. A lo largo de su testimonio, reiteró en varias ocasiones el arrepentimiento del acusado, así como el cambio de conducta que ha experimentado desde el día de los hechos y que también ha derivado en que el funcionario ya no se sienta intimidado como el día en el que se produjo esta situación. Una intimidación que los otros dos funcionarios también sintieron hace ya casi dos años, llegando a dar credibilidad a las amenazas del acusado. De ser declarado culpable I.C. podría cumplir tres años de prisión, aunque el arrepentimiento mostrado al primer funcionario tras estos hechos sería considerado como atenuante según anunció la Fiscalía, la cual reduciría entonces la petición de pena.