Hace más de 80 años, Emilio Fariña empezaría, y puede que sin saberlo, lo que se convertiría en uno de los establecimientos de referencia en ropa de hogar para los ceutíes. Aunque en sus inicios, este negocio fue una sastrería, con el paso de los años fue evolucionando hasta convertirse en el establecimiento que actualmente es: una tienda donde comprar lo mejor para tu casa. En sus inicios, Emilio Fariña se dedicaba a la sastrería, siendo uno de los pioneros en la ciudad, puesto que había muy pocos sastres. A partir de ese momento, este negocio fue creciendo llegando a contar con dos locales en la ciudad. Sin embargo, decidió quedarse únicamente con uno de ellas, escogiendo el situado en la calle Camoens, donde sigue a día de hoy. Años después, el negocio seguiría creciendo y cambiaría su producto: de sastrería a confección de caballero y señora. Celestino Fariña, el hijo de Emilio, empezaría a tomar las riendas de lo que había sido el negocio de su padre, convirtiéndose en algo familiar. Junto con su mujer, Adoración Mora, se hicieron cargo de un establecimiento que empezaba a ser más conocido en la ciudad. En ese momento, por el local se encontraba un pequeño que muchos años después seguiría la tradición familiar y se dedicaría a este negocio: su hijo Celestino.
“Yo venía aquí desde chiquitito, estaba con mis padres. Y, claro, lo mamas desde chiquitito. En aquella época, Ceuta comercialmente era muy rica, había muchos comercios y era un tipo de comercio que verdaderamente era productivo para la ciudad”, señala Celestino Fariña Mora, actual gerente de
Almacenes Fariña. Desde hace tan solo un año y medio, Celestino Fariña hijo sigue con este céntrico almacén dedicado a la ropa de hogar. Rodeado de mantas, colchas, sábanas, toallas, entre otros artículos destinados a hacer la vida en la casa más confortable, este ceutí ha seguido y sigue con el negocio familiar. “Estamos todavía aquí. Resistimos gracias a la ciudadanía de Ceuta, principalmente a ellos, puesto que ya no tenemos ni la frontera abierta ni vienen clientes de fuera. Por ahora resistimos”, expresa.
Almacenes Fariña cuenta con tres empleados que cada día ofrecen a los clientes un buen trato y unos productos de calidad. Aunque con todo esto de la crisis sanitaria en la que nos encontramos y las grandes superficies no ayudan a aguantar en este duro mundo del
comercio. “Hoy en día creo que nos está costando mucho, debido a la digitalización, el aguantar, que nos cuesta mucho, sobre todo, a los pequeños autónomos aguantar. Te vienen las multinacionales y te machacan. Pero bueno, estamos aquí y ya es mucho” apunta.
Este comerciante agradece a la ciudad y, por supuesto, a sus ciudadanos por confiar en este tipo de establecimientos y hace que la economía sigue moviéndose. “Sin ellos, sin los que verdaderamente son el corazón, el pulmón de Ceuta, que son sus ciudadanos, pues nada sería igual. No hay
comercio sin el cliente de Ceuta”, comenta. Por el momento Celestino seguirá tras el mostrador de este establecimiento tan histórico de la ciudad y, como él mismo señala, resistiendo y ofreciendo los mejores productos y artículos a los ceutíes que siguen confiando en Almacenes Fariña.