Las muestras de solidaridad desde Ceuta hacia
Marruecos tras el
terremoto no cesan. Y en esta ocasión ha sido la
asociación Alas Protectoras la que ha estado presente a través de la recaudación de miles de euros que han servido para la compra de productos en
Tetuán para entregárselos a quienes más lo necesitan. A pesar de la tragedia, las víctimas del seísmo cuentan con gran cantidad de personas que se han volcado en su ayuda de diferentes formas, aunque algunas de ellas se han topado con
algunas dificultades para poder llegar a los afectados ya que la
frontera del Tarajal no está habilitada para este tipo de traslados al no ser aduana comercial.
Viendo lo que sucedía, Abdeselam Mohamed Hossain, el presidente de la asociación, decidió buscar alternativas y preguntando entre conocidos encontró la manera de facilitar la logística. Gracias a esto,
‘Alas Protectoras’ ha sido el único grupo de Ceuta “que ha podido llegar a donde teníamos que llegar”, sin desmeritar la labor de otros que también han aportado para hacer más llevadera esta tragedia.
“Hay que buscar la manera de trabajar, si ellos cierran tienes que buscar a ver quien te abre otra puerta por otro lado”. Abdeselam Mohamed Hossain explica que evaluando las opciones que tenían se decidieron por comprar directamente en Marruecos con el dinero que lograron recaudar en Ceuta.
Tras esta labor que les llevó menos de diez días podrán entregar a las víctimas más de 200 mantas, prendas deportivas para 50 niñas, 450 chilabas de algodón, platos, cucharas, hornillos para cocinar, zapatillas, entre otras cosas, además de bolígrafos, libretas o lápices.
El presidente de Alas Protectoras indica que toda esta labor fue gracias a WhatsApp, a sus fotos publicadas en redes, a las peñas de fútbol que también aportaron su granito de arena, a familiares, a sus hijos, así como personas anónimas, colaboradores de Madrid, Huelva o Sevilla . Asimismo, ha aprovechado la oportunidad para destacar que las autoridades marroquíes han sido muy colaboradoras.
Tras más de 20 horas de carretera, con dos furgonetas llenas, finalmente pudieron llegar al lugar del seísmo para dar un poco de esperanza a los afectados, con la satisfacción de una labor por el prójimo.
El agradecimiento ha sido tal que lo poco que tienen los afectados lo han puesto sobre la mesa para quienes han llegado con ayuda.