Durante la mañana de este miércoles se ha estado llevando a cabo un desalojo en Ceuta para ejecutar una orden de derribo de una
vivienda en el Serrallo, ubicada específicamente a la altura del depósito de agua. Efectivos de la
Policía Local y de la
Policía Nacional se han trasladado al lugar. “Estamos vaciando la casa, la casa nos la tiran para abajo, ahora mismo no sé ni dónde tengo las cosas”. Estas han sido las palabras de Hafira, la mujer que ha resultado afectada por la orden de derribo, quien ha explicado a El Faro que la vivienda en cuestión está habitada por seis personas en total, y que entre ellos se encuentran dos menores de edad y también dos personas de la tercera edad. La familia de Hafira ha estado en la misma vivienda durante más de cuarenta años, pero la mañana de este miércoles ha tenido que comenzar a recoger sus cosas para trasladarlas a otra casa cercana ante lo que estaba ocurriendo.
“Nos las están tirando porque ha sido una cosa mala hecha por el juzgado, que no ha sabido qué hacer y ahora nosotros somos los que estamos pagando las consecuencias de esto. Esto es una injusticia”, ha dicho la mujer muy nerviosa. Visiblemente afectada, Hafira ha comentado que junto con las demás personas que habitaban la casa, estaban siendo desalojados para poder proceder al derribo de la edificación, una situación que ha asegurado que no entiende. Cerca de las 14.00 horas el derribo todavía no había ocurrido. Antes de este, el derribo más reciente en la ciudad habría sido el del muro que perimetraba el solar liberado en San Amaro, frente al centro-club Infanta Elena, para que ya no se volviera a usar esta el lugar como almacén de palés de madera, ruedas o sede de infraestructuras levantadas a modo de chabolas de manera ilegal.
El derribo ocurrió en horas de la tarde
La tarde de este martes, tras varias horas en las que la familia de Hafira estuvo desocupando el que fue su hogar durante más de cuatro décadas, la orden de derribo ha sido ejecutada y la vivienda ha sido echada abajo. “Parece mentira lo que ha ocurrido, ayer estaba viendo la televisión en mi casa y hoy tengo ante mí lo que ha quedado de ella, pensábamos que el abogado iba a poder hacer algo, pero no fue así”. Ha sido poco lo que ha podido expresar Hafira sobre lo que sucedió, más allá de señalar que no sabe lo que hará de ahora en adelante. Por lo pronto, todos los que vivían en la casa recién derribada pasarán la noche en la vivienda de unos vecinos que les han brindado cobijo, pero luego la mujer tendrá que buscar un lugar donde vivir de manera permanente.