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“No hay que despistarse, pero ya contamos que el Gobierno está dispuesto a abrir un grupo de trabajo para valorar este tema y los guardias civiles y policías apremiamos para que esto ocurra”

Pues bien, para los guardias y policías despistados o desinformados, que los hay, esta iniciativa consiste en que los guardias y policías nos podamos ir con las retribuciones íntegras del grupo C1, pero para ello, deberíamos cotizar 35 años en ese grupo retributivo, que en la actualidad es imposible para los más veteranos porque somos del grupo C1 a partir de 1996 y por tanto, hasta el año 2031 ningún guardia se puede ir cumpliendo 35 años cotizados en ese grupo.
Dicho esto, para que los guardias y policías puedan jubilarse antes con una mejor pensión deben considerarse Profesión de Riesgo, al sumarle a cada año de servicio 0,2 años por ser profesión de riesgo y, por tanto, si se aprobara en 2025, muchos guardias y policías se podrían jubilar con la pensión del grupo C1 sin esperar al 2031, año en el que se daría esa circunstancia para todos los guardias civiles y policías, que tengan entre los años de servicios y el índice corrector de 0,2 las suma de 35 años de servicio.
En cuanto a los ingresos por jubilación del grupo C1 estaríamos hablando en 2024 de 2.155 euros en 14 pagas, es decir unas retribuciones anuales de 30.170,49 euros.
Sin embargo, aunque parece fácil, para ello el Estado debe aportar una cantidad por determinar a la Seguridad Social y de esta manera compensar lo no aportado a la caja única por los miembros de clases pasivas.
En fin, no hay que despistarse, pero ya contamos que el Gobierno está dispuesto a abrir un grupo de trabajo para valorar este tema y los guardias civiles y policías apremiamos para que esto ocurra, porque cada día que pase se cometerá una injusticia con los guardias civiles y policías.

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Hacer un repaso por estas muchas reivindicaciones es hacer un repaso a las malas condiciones laborales de aquellos guardias civiles, todavía algunos en activo, y las muy buenas condiciones laborales que estos nuevos y no tan nuevos agentes se han encontrado gracias al sacrificio de muchos compañeros de los que hoy pocos recuerdan o conocen.

Una de estas reivindicaciones era disfrutar de un día libre a la semana, lo que se conocía como el descanso semanal. Esta petición iba cogida de la mano de la jornada laboral de 48 horas. Ambas eran impensables y ahora son una realidad incuestionable y la jornada laboral es de 37,5 horas.

Haciendo un repaso de aquellas reivindicaciones más importantes no podemos olvidar la supresión de los arrestos domiciliarios por sanciones administrativas, que iban de la mano de petición de un régimen disciplinario propio y más garantista; el derecho a desplazarnos fuera de la residencia de destino en nuestro tiempo libre y el derecho de asociación de los guardias civiles.

No fue fácil conquistar estos derechos y, como bien es sabido, por el camino quedaron muchos compañeros que sufrieron una represión injusta que ha sido reparada recientemente con la readmisión en la Guardia Civil de Manuel Rosa Recuerda "el cabo Rosa", Pepe Morata, Piñeiro y el inolvidable Manuel Linde.

Esta eran algunas de aquellas viajas reivindicaciones que dieron paso a una Institución más moderna y cercana a los ciudadanos y, sobre todo, mas fácil de presentar en la Europa a la que pertenecemos. Han cambiado las cosas y de aquellas reivindicaciones hemos pasado a las actuales que tienen componentes menos sociales.

Llevamos mucho tiempo reclamando el reconocimiento de profesión de riesgo para los guardias civiles y policías nacionales, porque no se entiende que los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado no estemos considerados profesión de riesgo como nuestros compañeros de las policías autónomas.

Desde las Asociaciones Profesionales y Sindicatos de Policías venimos a exigir que se nos aplique unos índices correctores que nos permita una jubilación digna como nuestros compañeros de las policías autónomas y locales para acabar con esta discriminación que nadie entiende.

Dicen que estamos en el camino, que se está barajando la posibilidad y que más pronto que tarde se nos reconocerá este derecho, pero, como venía diciendo, cada día que pase se quedarán en el camino muchos guardias y policías que verán que ese reconocimiento llegó demasiado tarde.

Una injusticia más.

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“Los agentes debemos exigir un protocolo claro que determine con verdadero rigor la línea que determina qué es una devolución permitida y cual no, para evitar que guardias civiles y policías tengamos la más mínima duda”

No podemos pasar por alto el acuerdo de modificación de la Ley de Extranjería para acabar, según parece, con lo que vienen a llamar devoluciones en caliente en las fronteras con Marruecos, porque afecta de forma muy especial a los guardias civiles y policías que prestan servicio en Ceuta y Melilla. Llegados a este controvertido tema, los agentes no deben tener la menor preocupación, porque las Asociaciones Profesionales y los sindicatos policiales debemos exigir un protocolo claro que determine con verdadero rigor la línea que determina que es una devolución permitida y cual no para evitar que guardias civiles y policías tengamos la mínima duda sobre esta línea divisoria, porque los guardias civiles y policías no debemos interpretar las leyes y, mucho menos, limitar o vulnerar derechos, entre otras cosas, porque estaríamos cometiendo un ilícito penal.
Dicho esto, la modificación de la Ley de Extranjería debe ir acompañada de un croquis específico y de una norma que no deje resquicio alguno para evitar convertir a los guardias civiles en jurídicos a pie de frontera, entre otras cosas, porque no es nuestro trabajo.
Por último, no quiero dejar de pasar por alto, el principio de acuerdo sobre el uso de la fuerza y material antidisturbios que va encaminado a la sustitución de las pelotas de gomas por medios menos lesivos para evitar lesiones graves como han ocurrido en determinadas ocasiones.
Nada nuevo, porque siempre ha estado en el punto de mira de cada intervención policial. Nada nuevo, como nada nuevo es que los policías y guardias civiles utilizan los medios que les proporciona el Ministerio del Interior y, por tanto, tendríamos que mirar hacia otro lado y no tanto a los que realizan su trabajo con las herramientas que nos facilitan nuestros respectivos ministerios.
Como decía, poco sabemos de estos posibles cambios, pero no debemos asustarnos, porque parece más de lo mismo, seguiremos denunciando o poniendo a disposición judicial a los que insulten o menosprecien a los agentes, según la gravedad de los hechos; seguiremos utilizando medios para disolver las manifestaciones cuando recibamos las órdenes para ello y seguiremos respetando los derechos de los ciudadanos extranjeros que lleguen a nuestras costas respetando las leyes y normas que dicten nuestros gobiernos, como decía, nada ha cambiado, todo sigue igual, quizás más ruido que nueces.
Más ruido que nueces.

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"La falta de medios y efectivos no es ninguna novedad para AEGC, porque así llevamos treinta años y nos quedamos cortos"

Pero existen otros episodios dignos de referir porque nos dan una idea del drama y del sufrimiento de muchos padres y madres que no aparecen en los medios. Hablamos de las madres y padres que van a buscar a sus hijos a las playas para evitar que se arrojen al mar. Una aventura que no cuenta con el consentimiento de esos padres.
¿Quién protege el derecho de esos padres y quien garantiza que puedan recuperar la patria potestad de sus hijos? Pero de eso hablaremos otro día, también del perfil de los que intentan cruzar.
Como decía, la falta de medios y efectivos no es ninguna novedad para AEGC, porque así llevamos treinta años y nos quedamos cortos. En lo que no nos quedamos cortos es en denunciar que esa falta de medios y efectivos los sufren los guardias civiles que trabajan para evitar, socorrer y rechazar a los inmigrantes como previene la ley.
Un trabajo agotador que merece ser reconocido, valorado y recompensando, aunque desgraciadamente no se reconoce como debería ser.

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La visita era para trasladarle nuestro compromiso y entregarle una placa en la que participaron la mayoría de los guardias de Ceuta. Era un símbolo, una forma de decirle, estamos aquí. Aquella placa tuvo su historia, porque guardias civiles se pasearon por distintas joyerías para enterarse quién y dónde se había hecho. Sinceramente no sé qué recorrido judicial podía tener esa identificación, pero se hicieron esfuerzos para conocer a los autores.

La placa se hizo en una muy conocida joyería de Ceuta y el dueño me advirtió que se habían pasado para identificar al peligroso elemento que había decidido encargar una placa a semejante elemento subversivo. Aquella placa tuvo una importancia muy especial y no era otra, que muchos guardias estaban dispuestos a colaborar en un cambio. Igual no estaban dispuestos a jugarse el puesto, pero sí a empujar el carro y no poner piedras en el camino.

En Ceuta una gran mayoría de los guardias de la Comandancia pagaban una iguala jurídica, que no era otra cosa que una asociación encubierta. No existía ni Asociación de Cónyuges, ni ninguna otra organización. Existía el Sindicato Unificado de Guardias Civiles –en la clandestinidad- y la Unión Democrática de Guardias Civiles, promovida por el Cabo 1º Manuel Rosa y sus socios se podían contar con las palmas de una mano, porque te jugabas ir a la cárcel como su promotor.

Manuel Rosa Recuerda fue acusado de sedición, lo detuvieron en varias ocasiones, ingresó en prisión, fue sometido a 22 expedientes disciplinarios y fue expulsado de la Guardia Civil para que los guardias civiles tengamos hoy asociaciones representativas y derechos. Y, todavía hoy, cuando ven la noticia de la readmisión hay guardias que se preguntan ¿Quién son esta gente?

Hoy, muchas décadas después, se ha logrado el ingreso en el Cuerpo de nuestros compañeros gracias a una iniciativa de SUMAR en una disposición adicional al Proyecto de Ley Orgánica al Proyecto de Defensa, que salió adelante con 178 votos a favor, 170 abstenciones y ninguno en contra. Un logro que hace justicia, pero no repara ni el dolor, ni el daño, ni el sufrimiento de estos extraordinarios compañeros y sus familias.

Personalmente me pregunto, ¿cómo se pueden abstener en resarcir un derecho a estos guardias civiles? No me cabe otra respuesta que, por desconocer el bagaje humano, de su compromiso en engrandecer, democratizar y humanizar la Guardia Civil. Aquella Guardia Civil de jornadas interminables, sin días libres, de guardias que perdían la libertad por sanciones administrativas, sin vacaciones en verano, Semana Santa, Navidad.

Los Guardias preguntan, ¿quién son esta gente? Esa esa puede ser la razón de la abstención. Nadie se acordaba de su sufrimiento. Y esa es la razón por lo que la Guardia Civil como Institución debería hacer un acto donde se pusiera en valor lo mucho que Manuel Rosa, el sargento Pepe Morata, José Carlos Piñeiro y Manuel Linde hicieron por los guardias civiles y por engrandecer esta Institución de la que todos nos sentimos orgullosos.

En AEGC hemos trabajado para que el reingreso de nuestros compañeros sea una realidad y seguiremos luchando para que sus nombres formen parte de la historia de la Guardia Civil.

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La decisión de desmantelar el OCON SUR -la unidad de élite para combatir el narcotráfico en Andalucía- en el marco de la Operación Carteia, sirvió para que determinados sectores lanzaran críticas de todo tipo al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Unas críticas que no merecía, porque en unas recientes declaraciones del general jefe de la IV Zona de Andalucía, Luis Ortega, al ser preguntado, después de agradecer la pregunta al periodista, manifestó que no fue decisión del ministro del Interior, Grande-Marlaska desmantelar el OCON SUR, que dicha decisión fue de los mandos.

"Es cierto que OCON-SUR fue creado en un momento puntual por la situación de alarma"

Pero abundando en el tema en cuestión y en las declaraciones de nuestro general, coincido con él en algunas de sus reflexiones. Es cierto que OCON-SUR fue creado en un momento puntual por la situación de alarma y que fue creado para un corto periodo, que se fue dilatando hasta cuatro años.

Eso es una verdad como un templo; también es cierto que eran compañeros muy preparados, dispuestos las 24 horas del día y con una reputación intachable, entre ellos, destacaba el jefe del operativo, teniente coronel David Oliva, un mando muy respetado, valorado y querido en todos los ámbitos, en el estrictamente profesional y en el personal.

Conozco personalmente a muchos compañeros que pertenecieron al OCON-SUR, me enorgullezco y agradezco el trabajo realizado como ciudadano y guardia civil. Me enorgullezco doblemente, porque tengo un especial rechazo hacia las organizaciones y elementos que son capaces de enriquecerse sin importales el daño que hacen a la salud de las personas adictas, a sus familias, a los millones de madres y padres desesperados por esta pandemia que torpedea a nuestra sociedad, nuestra democracia y nuestra sanidad.

"Tenemos un SUPERÁVIT incuestionable gracias a OCON-SUR y la Operación Carteia"

Precisamente por esto quiero resaltar el trabajo de los compañeros, aunque discrepo que se evalúe y cuestione el coste económico del operativo, porque el coste es CERO o mejor podríamos decir que la OPERACIÓN CARTEIA es la inversión más rentable que ha tenido el Ministerio del Interior en toda su historia.

Cierto es que sus agentes estaban disponibles 24 horas al día los 365 días del año, pero más cierto es que si ponemos en la mesa las aprehensiones de drogas, monedas y bienes incautados, los miles de detenidos y el prestigio de la Guardia Civil al presentar a la sociedad el trabajo realizado, tenemos un SUPERÁVIT incuestionable gracias a OCON-SUR y la Operación Carteia.

Ahora el operativo se ha organizado de otra manera y nuestros compañeros ponen toda su valía, dedicación y empeño para combatir a estas organizaciones y, según nuestro general, se ha intervenido más droga que cuando estuvo operativo el OCON-SUR, pero los narcotraficantes recordaran a OCON-SUR y la Operación Carteia como la peor pesadilla que nunca imaginaron y sufrieron gracias a un grupo de guardias civiles que se sacrificaron y pusieron todo su empeño en acabar con estas organizaciones criminales. GUARDIAS CIVILES CON MAYÚSCULAS.

Sería injusto olvidarlo y, mucho más, no ponerlos en el justo lugar que les corresponde.

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“Los guardias civiles durante muchos años fuimos los grandes reclamadores de libertad. Pedíamos tiempo libre para disfrutarlo en libertad con nuestras familias y amigos. Esa fue una de las primeras reclamaciones de las Asociaciones de Guardias Civiles...”

Los casados no vivían mejor, recuerdo que nuestro amigo Tomás, después de finalizar el servicio a las diez de la noche, tenía que marcharse corriendo para coger el metro. Llegaba a su casa a las doce de la noche y al día siguiente a las seis de la mañana, rumbo al trabajo otra vez. No veía a sus hijos despiertos, era una de sus quejas. Esa era la vida en nuestro primer destino, pero no era muy diferente en cualquier unidad de la Guardia Civil.
Los guardias civiles durante muchos años fuimos los grandes reclamadores de libertad. Pedíamos tiempo libre para disfrutarlo en libertad con nuestras familias y amigos. Esa fueron una de las primeras reclamaciones de las Asociaciones de Guardias Civiles, aquellas donde se perseguían a sus promotores y dirigentes. Tiempos en los que dirigentes y asociados sabían cuáles eran sus reivindicaciones.
Mi querido amigo, ahora adicto al pseudoperiodismo, me dijo al leer el artículo que, el tiempo y la libertad no tienen nada que ver, que no existe ninguna relación. Fue entonces cuando le recordé que la frase “ESTAMOS SECUESTRADOS” era suya, cosa que reconoció con una sonrisa y un “es verdad”.
El tiempo libre es tan importante que la Constitución Española reconoce el derecho al descanso, al tiempo libre, a una jornada laboral razonable y, por tanto, como mandatos Constitucional nuestros representantes tienen la obligación de mejorar las condiciones laborales para que podamos disfrutar de más y mejor tiempo libre. Eso sí, la Constitución no habla de tener buena memoria, pero para eso estamos los amigos y los que sabemos disfrutar y saborear los derechos conquistados y ganamos con el paso del tiempo.

Memoria y tiempo libre.

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"tampoco podemos olvidar que 'el Cabra' y sus compinches son responsables de otros delitos acaecidos el día de los hechos"

Todo indica que son los asesinos, después de que un informe de la propia Guardia Civil descarte que la narcolancha que pilotaba ‘el Cabra’ fuera la que abordó cobardemente a nuestros compañeros.
Sin embargo, tampoco podemos olvidar que ‘el Cabra’ y sus compinches son responsables de otros delitos acaecidos el día de los hechos.
En todo este proceso hay cosas positivas, la primera, que en este país funciona el Estado de Derecho y cada uno paga por lo que hace, en este caso, ‘el Cabra’ como otros muchos delincuentes se aprovecharan de la honestidad, valentía y lealtad a las leyes de la Guardia Civil, mientras ellos, se encargan de ensuciar y contaminar con sus sucios negocios a los jóvenes y nuestra sociedad.
Sin embargo, los que creemos que la democracia debe funcionar con limpieza y respetando las reglas de juego no tenemos más remedio que elogiar el trabajo de los jueces y guardias civiles que han llegado a la conclusión que semejantes elementos no son los responsables de tan trágico episodio de nuestra historia.
Ahora las medidas deben ir encaminadas a llevar ante la justicia a Karim y compañía como presuntos autores del asesinato de dos guardias civiles y de provocarle lesiones graves a otro, aunque esta misión me resulta un tanto difícil, porque no son pocos los responsables de delitos tan graves que no son llevados ante los tribunales por las relaciones un tanto complicadas que tienen los jueces para poner en marcha los mecanismos necesarios para que los responsables de tan repugnantes delitos puedan comparecer ante la justicia de ambos países.
Ahora toca esperar que se haga justicia en todos los sentidos.

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