Muchos costaleros han preparado toda su ropa como si tuvieran que salir a la calle con sus Titulares
La cofradía de los Remedios no pudo sacar a sus Titulares a las calles de la ciudad pero que sí que ha vivido con intensidad este Viernes Santo. El Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Mayor Dolor se han vuelto en la iglesia como les ha ocurrido en más de una ocasión, por la lluvia. Esta vez era algo mucho más serio, la suspensión de la Semana Santa por la propagación del COVID-19.
A pesar del confinamiento obligado por el estado de alarma, muchos han sido los costaleros que han preparado su ropa habitual para salir a la calle con sus Titulares, pero esta vez la cosa era bien distinta. Sólo podían escuchar música en sus casas y oler a incienso en sus domicilio, pero aún así han querido vivirlo intensamente.
Los costaleros además han preparado un vídeo para recordar momentos importantes de la cofradía en los últimos años. Se han mostrado muy contentos con el resultado y se ha podido ver en muchos teléfonos móviles.
El hermano mayor se ha dirigido a todos los devotos de la cofradía destacando que “la Semana Santa es un camino que recorremos cada año junto a la Iglesia mediante la liturgia y las manifestaciones de religiosidad popular. Todo nos prepara para vivir el misterio de la Resurrección de Jesucristo con plenitud y renovar nuestra fe”.
Hoy no era el día para recordar épocas pasadas, hoy era el día de recogimiento, de estar en casa y rezar por todas las personas que se fueron y las que sufren esta pandemia. La Hermandad de los Remedios ha vivido un Viernes Santo atípico, pero igual de importante para todos.
El año 2021 va a ser distinto y por ello estos costaleros ya esperan el momento de volver a meterse debajo de los pasos de sus respectivos titulares.
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