El superintendente de la Policía Local de Ceuta, Sebastián Vega, se ha mostrado satisfecho por la celebración del acto oficial de San Urbano en Ceuta después de dos años de suspensión por la pandemia. En su discurso oficial, ofrecido en el transcurso de un acto en el Hotel Puerta de África, Vega ha recordado los duros momentos de esta crisis que llevó a la implicación de toda la Policía “para dar tranquilidad a la población” en una época de confinamiento en la que las intervenciones eran prácticamente diarias. Ahora aquello no se recuerda tanto, pero hubo que clausurar hasta bloques de viviendas y garantizar de alguna manera que el virus no tuviera tanta fuerza de transmisión. Era el momento de los toques de queda, de garantizar distancia social o de uso de mascarilla. “Nos exigían una dedicación constante”, ha recordado.
“Sentimos el reconocimiento a nuestra labor con aplausos a las ocho de la tarde, mascarillas artesanales… un importante abanico de palabras y gestos. Tampoco olvidamos los editoriales y artículos de los medios de comunicación, colaborando con la difusión de las medidas y sin cuestionar nuestro trabajo”, ha agradecido Vega, quien ha tenido palabras para los policías, guardias civiles y militares que volvían a casa tras tener contacto estrecho con posibles casos de enfermedad lo que trasladaba ese riesgo a las familias. Vega ha recordado a los contagiados y a sus seres queridos que pudieron verse afectados.
“Mientras la mayoría de la población permanecía en cierto modo protegida en sus casas, los policías, guardias civiles y militares estábamos expuestos a lo que el virus pudiera hacer de nosotros. Volver a casa tras largas horas de servicio, habiendo tenido el contacto más o menos estrecho con posibles portadores de la enfermedad, (no olvidemos los registros, intervenciones y custodia de Santa Amelia o La Libertad), nos hacía temer el riesgo al que les sometíamos si no extremábamos las medidas de protección adoptadas en la calle y las posteriores al llegar a casa. Quiero hacer aquí un reconocimiento público a quienes se contagiaron como consecuencia de su desempeño profesional, llevando la enfermedad a casa y, tal vez, contagiando a alguno de sus seres queridos”, ha recordado Vega.
Fue el coronavirus, pero también la entrada masiva de mayo, con entradas de miles de personas, lo que puso a prueba a la Policía, porque aquello dio forma a un grave problema humanitario y de seguridad. “El trabajo conjunto y coordinado con la Policía Nacional y Guardia Civil dio sus frutos, desarrollando una frenética actividad para facilitar los retornos a Marruecos. Podemos decir que esto nos ha permitido cimentar relaciones más estrechas y leales entre las fuerzas de seguridad. La Comandancia General contribuyó además en esos iniciales momentos de la entrada”, ha reseñado el jefe de la Policía.
“España y Ceuta, en sus carnes, sufren el mayor ataque a su soberanía e integridad. Este, en poco tiempo, se transformó en un importante problema humanitario y de seguridad. Sin dejar de atender a la Pandemia y a sus medidas en vigor, hubo que redoblar esfuerzos para devolver a la ciudad y a sus habitantes la sensación de tranquilidad y de que su seguridad no estaba conculcada. Una vez más, el trabajo conjunto y coordinado con el Cuerpo Nacional de Policía y con nuestra Guardia Civil volvió a dar sus frutos, con una presencia permanente de los tres Cuerpos en nuestras calles, desarrollando una frenética actividad encaminada a retornar a cuantos de forma voluntaria quisieron regresar a Marruecos o dirigir a los recursos que nuevamente habilitaba la Ciudad a quienes soñaban con emigrar. Todo ello se hizo con el fin de paliar este drama humanitario que tenía como escenario las calles, barrios y montes de Ceuta”, ha completado en su intervención. “Es cierto que cada crisis proporciona una oportunidad que, si se aprovecha, permite mirar a aquella de un modo mucho más positivo. Podemos decir con total rotundidad y rigor que esta ha permitido cimentar unas relaciones mucho más estrechas, leales y eficaces entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que servimos a Ceuta. No podemos dejar de citar a la Comandancia General que contribuyó de forma determinante en la gestión de los primeros y desconcertantes momentos de la invasión. Estas relaciones de las que hablamos han trascendido el importante ámbito personal, consolidándose en el ámbito operativo y hasta en el procedimental”.
La muerte del adolescente Ibrahim, de un disparo en la cabeza cuando circulaba de acompañante en una moto a la altura del Puente del Quemadero, el pasado Viernes Santo, también ha sido considerada por Vega.
“La celebración coincidente de la Semana Santa, la Pascua Judía y el Ramadán, ya sin limitaciones, animó Ceuta y ha proporcionado una oportunidad para volver a mostrar nuestra diversidad y nuestra convivencia. Pero esos días de recogimiento se vieron dramáticamente ensombrecidos por la violenta muerte de un menor que llenó nuestras calles de dolor y de más violencia. El enfrentamiento entre facciones y el intento de amedrentar a vecinos de determinadas barriadas de nuestra ciudad, han obligado a una decidida respuesta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, ha expresado.
Vega ha patinado en una apreciación con el riesgo, además, de haberlo hecho en público, al aseverar que “las rigurosas actuaciones del CNP han dado con los autores y sus cómplices, encontrándonos en el camino de poner a todos a disposición de los jueces”. En torno a este punto, declarado secreto, la propia Policía Nacional ha optado por no confirmar el extremo que sí da por hecho, en cambio, Vega. El jefe del Cuerpo municipal se ha ofrecido a colaborar en todo lo relacionado con la apertura de la frontera.
En el espacio de la crítica, ha lamentado que, a pesar de lo positivo de tener más plantilla y disponer de mejores instalaciones, sigue siendo urgente la renovación de vehículos. No llegan por los problemas con los concesionarios ante la carestía de medios derivados de la crisis ucraniana por la invasión de Rusia. “Nos queda un asunto vital para cualquier policía que no acaba de solucionarse. Este asunto, aunque suene a tópico, es una víctima más de la ausencia de materias primas y de las distintas crisis mundiales que nos ha tocado vivir. Hablo del parque de vehículos que exige una urgentísima renovación. Habiendo vencido las dificultades de la Ley de Contratos y los numerosos traspiés sufridos en las fases iniciales de redacción de los mismos, nos encontramos con 5 furgones para la UIR y 17 coches patrulla para las distintas Unidades, sin saber cuándo se resolverán los problemas de los concesionarios que nos permita renovar la flota”, ha zanjado.
En el transcurso del acto se han impuesto medallas a varios policías locales por su trabajo en el Cuerpo pero, además, han recibido condecoraciones y placas personal ajeno al mismo o de otras fuerzas de seguridad. “Después de dos años sin poderlo llevar a cabo, hoy es momento de reconocimiento de aquellos miembros del Cuerpo que han participado en actuaciones sobresalientes: por su riesgo, por su trascendencia o por su repercusión en la mejora del prestigio de nuestra Policía. Junto a ellos, otorgándoles la Medalla al Mérito Profesional, reconocemos públicamente a miembros de las fuerzas de seguridad por su apoyo y colaboración en nuestras labores diarias. Es una prueba más de esa unión entre todos que desde esta tribuna queremos resaltar”.
La Medalla al Mérito Profesional la han recibido los siguientes policías: Juan Ramón Galván Ocaña, Antonio Hoyos Morales, Antonio Francisco Jurado García, Vicente Torres Sánchez, Francisco Javier Cube Astudillo, Óscar Carrilero Barrera, Francisco José Salguero Santos, Francisco Javier Carrasco Luque, David León Calvo, Francisco Almodóvar Ruiz, Carlos Francisco Tizón García, Rafael Javier Pérez López, Juan Antonio Ríos Mesa, Marc Soteras Salvador, José Belmonte Amado, Antonio Manuel Rodríguez Mesa, Miguel Ángel Fernández Bernal, José María Márquez Salinas, Francisco Javier González Reyes, Óscar Robles Moreno, Jesús García Molina, David Martín Romero, Julio Juan Cajal Martín, Jorge Pérez López, Francisco Javier Pérez Berrocal y Christian Quero Muñoz.
La Cruz al Mérito Profesional la han recibido los agentes: Ramón García Pasero, Raúl Vázquez Miranda, Jorge Oliva Gil y Simón Palma Fernández.
La Medalla al Mérito Profesional a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad 2021 y 2022 ha sido para: el guardia civil de 1ª Tomás Salas Rodríguez, el subinspector de la Policía Nacional, Agustín de la Casa Martínez y el policía nacional, Francisco Javier Aguilar. A estos se añade el reconocimiento expreso a quien fue el jefe superior de la Policía Nacional, Andrés Martín Garrido, y al teniente coronel de la Benemérita, José María Jiménez.
Así también la asociación San Urbano ha hecho entrega de la medalla a la Policía Local de Ceuta por su servicio y se ha impuesto la corbata sobre el guion del Cuerpo por la labor realizada.
Ha habido entrega de placas a los policías jubilados José Luis Rodríguez Zapata y Juan Miguel López Oró, así como dispensa de las mismas a entidades colaboradoras como Obimace –señalización vial-, Parque Móvil, el abogado Carlos García Selva por la formación jurídica impartida a las distintas promociones de policías, a la unidad administrativa LODIU y a Jesús Gutiérrez Carrillo por su ejemplo de colaboración ciudadana en una actuación policial llegando a comprometer su integridad, como también lo hizo Carlos Pérez Gómez.
De igual forma han sido reconocidos Ana Victoria Sereno, por su gestión en el almacén del cuerpo; Ramón Cortés Montilla, secretario del proceso selectivo de la promoción policías; Amgevicesa; Gema María Prieto, por su compromiso y apoyo al grupo de protección de víctimas de de violencia de género; Carlos Aguilera Benítez, por su apoyo y protección a las víctimas de violencia de género; la ULOG 23, por ayudar en la restauración de una vieja moto de la Policía que han convertido en pieza histórica; Voluntarios de Protección Civil; Cruz roja; Alejandro Álvarez Ramos, secretario del cuerpo de la Policía Local; Goleman Securyty, por su labor en la campaña de playas 2021 y el operador Ramón Miguel Martín.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha valorado la labor desempeñada por la Policía, destacando la colaboración demostrada en estos tiempos difíciles con el CNP y el Instituto Armado. “No es una opción, es una obligación, además de legal, ética establecer los cauces de coordinación y colaboración que sean precisos para garantizar la seguridad ciudadana, combatir el crimen, hacer efectivo el imperio de la Ley y preservar los derechos y libertades que ampara nuestra Constitución”, ha recalcado en su intervención.
“Contamos con unos magníficos profesionales en los distintos cuerpos, unos profesionales merecedores de respaldo y apoyo por parte de todos. Sé que cuentan con el respaldo y apoyo del conjunto de la sociedad; a nosotros, a los responsables institucionales, nos corresponde atender sus legítimas demandas y dotarlos de las infraestructuras, capacidades y medios que sean necesarios para cumplir eficazmente su labor. Se trata de una prioridad incontestable e ineludible: la seguridad en todos los ámbitos es una condición imprescindible para la convivencia, el bienestar de las personad y el desarrollo económico y social”, ha apuntado.
Vivas ha hecho hincapié en los valores que deben demostrar los policías locales, indicando que deben entender “que en este trabajo se está al servicio de los demás y no al revés, en particular, al servicio de los indefensos, de los más vulnerables. Que no existe mayor recompensa que la satisfacción del deber cumplido, y que el cumplimiento del deber es la principal motivación para vencer incomodidades, dificultades, limitaciones, incomprensiones y hasta ingratitudes. Que la autoridad está asociada a la ejemplaridad, que se es policía las 24 horas del día y todo los días del año y que en lo tocante a derechos y obligaciones, somos todos iguales, sin privilegios, sin ningún tipo de discriminación por razón de sexo, credo, raza o cualquier otra condición”.
El presidente se ha emocionado al mencionar a los agentes jubilados y ha querido poner de manifiesto la labor desempañada durante la pandemia, recordando a los fallecidos. “La Policía Local estuvo a la altura que de la misma se esperaba, llevando a cabo una labor decisiva para informar y hacer cumplir las normas que, sobre restricciones a la movilidad y a los contactos sociales, sufrieron dictadas para prevenir y contener la propagación del virus y, con ello, aliviar la presión hospitalaria y reducir la mortandad”.
De igual manera ha aludido a la labor que se prestó con motivo de la entrada masiva de marroquíes en mayo bordeando los espigones fronterizos.
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