El PP está nervioso. Como niños chicos se muerden las uñas. Si fuera solo eso, no importaría la verdad. Pero como siempre dan un pasito más, jugando con el fuego que tanto les gusta y difundiendo vídeos sin control que no solo van a estallar en sus manos sino que se erigen en un juego peligroso para todos. Como no les gusta haber perdido el Gobierno, ni tampoco las nuevas medidas anunciadas ya están empezando a meter miedo a la población, con montajes basados en el ‘nos invaden’, lanzando mensajes atroces aventurando entradas masivas de inmigrantes y advirtiendo de que se va a perder la protección física y legal en las fronteras.
Si el PP jugara solo cinco minutos al divertido reclamo de la honestidad miraría hacia atrás para buscar en el camino qué han hecho ellos en las fronteras. Que nos cuenten qué protección han dado a las fuerzas de seguridad, cómo les han dejado claras cuáles eran sus formas de actuar o en qué estado nos dejan un Tarajal que da miedo, que es una auténtica ruina y que se ha convertido en un monstruo indomable.
Pero no, prefieren meter miedo. Contarnos que miles de africanos nos van a asaltar las fronteras y nos van a comer. ¡Vaya con los samaritanos que luego organizan festivales para aplaudir desfiles de modelos de subsaharianas del CETI o le dan un besito a un bebé recién nacido de esos padres que saltaron la valla para luego difundir las fotos por email a los medios de comunicación, que eso siempre queda bien!
No se puede caer tan bajo. ¿Acaso el PP tiene un máster en fronteras o lo tiene en el fenómeno ‘tortuguitis’ (me meto en el caparazón cuando algo me supera hasta que pase la tempestad)?, ¿saben ustedes cómo orientar la política migratoria más allá de pinchar Haloperidol a los inmigrantes para sedarlos y expulsarlos?, ¿lo recuerdan?
No sé qué pasará a partir de ahora. Pero sé que antes de criticar hay que esperar a que se produzcan los acontecimientos y comprobar las medidas que se adopten. Lo último pasa por difundir imágenes que pueden tener un daño colateral grave en esta ciudad, algo que parece que en los asientos populares no se quiere tener en cuenta o no importa. La banderita, además de llevarla en la muñeca, hay que colocarse en la cabeza. Pensar por España no es jugar sucio como se está haciendo.
Comenzó este viernes el campeonato de España de selecciones autonómicas en la que Ceuta está…
Os saludo de todo corazón en estos días de Navidad y quiero haceros llegar la…
La mafia del tráfico de hachís en las ruedas de vehículos o en las estructuras…
Estará en una celda en la cárcel de Mendizábal a la espera de juicio. Es…
Una tortuga verde ha vuelto a su hábitat, al mar, dos días después de lo…
El Comité de Árbitros de la Real Federación de Fútbol de Ceuta celebró días atrás,…