Sorprende el pasotismo hacia una problemática que lejos de terminar se mantiene en el tiempo
La Policía Local ha llevado a cabo una batida en los barracones del Sardinero que se ha saldado no solo con la localización de decenas de inmigrantes sino también con la visibilización de un problema enquistado en pleno corazón de esta barriada.
Desde hace muchísimos años se viene denunciando el uso de estas instalaciones como cobijo para inmigrantes, poniéndose de relieve los particulares abusos a los que pueden quedar expuestos los menores, enganchados al pegamento y al alcohol, que terminan ocupando las mismas zonas que adultos y siendo víctimas de reyertas o protagonistas de altercados.
Al problema de inseguridad se añade otro grave: el de salud pública, después de la acumulación de kilos y kilos de basura de todo tipo, desperdigada por todas las naves.
No hay que esperar mucho para saber que, de nuevo, la situación será la misma. Habían pasado pocas horas de la actuación policial cuando más adultos y menores volvían a acceder a los barracones, que seguían y siguen albergando la misma basura.
El olor llega hasta las casas cercanas, siendo además un foco de infección y generación de otros problemas derivados.
Si se acude a la hemeroteca se podrán encontrar artículos sobre esta misma problemática narrados hace años y coincidentes en las mismas claves. ¿Es lógico que esto sea así?, ¿resulta normal organizar dispositivos para que los mismos no tengan las consecuencias debidas?, ¿qué control se está teniendo sobre un lugar en el que confluyen todos los factores para dramatizarlo?, ¿quién es responsable de las ilegalidades y abusos que se cometen en su interior o del daño que se produce sobre un vecindario que no tiene por qué sufrir esta problemática?.
No estamos hablando de un asentamiento perdido, sino de la expresión, a la vista de todos, de un foco de abandono que da pie a este tipo de situaciones con consecuencias nefastas.
Y esto lejos de importar a los que deben parece caer en el olvido, en la desidia, en el pasotismo, permitiéndose la confluencia de situaciones que no deben permitirse y a las que urge poner un punto y final. Como a tantas y tantas otras situaciones esperpénticas a las que nos acostumbramos por aburrimiento o hartazgo.
señora Carmen,como es posible que tenga usted una vista excelente y los politicos de este barrio quieran parecer ciego (que no lo son)pero si irresponsables y pasotas.
le relato un cuento algo obsceno por el cual les pido disculpas de antemano.
erase una vez un excremento(llamemosle,problemas ocasionados por intereses de los politicos)expulsado por un ser humano (llamemosle politico) al estar observando su obra se dio cuenta la de moscas que se acercaban para saciar su hambre(llamemosles politicos,sindicalistas y un sin fin de mas......gente)y las quiso espantar a manotazos,al rato quedo cansado y permitio que fuera aumentando el numero de moscas en el banquete.
y no hay mas.
bueno quizas todos sepamos poner nombre al excremento,al humano,a las moscas en fin seguiremos viviendo del cuento aunque sea obsceno nos da de comer sin ningun esfuerzo.
ruego Sª Carmen sepa perdonar mis herrores los ortograficos tambiem,no quisiera ofender a quien no se lo merezca,gracias.