El Obispado de nuestra ciudad no es desde luego simétrico a otro que se pueda dar e n la Península. El nuevo prelado sabe a la perfección que Ceuta es otra cosa, en primer lugar, porque estamos en una ciudad donde la convivencia entre las diferentes culturas en uno de los principales activos de esta tierra y estamos seguros que el nuevo Obispo ya habrá tenido tiempo de captar esta situación que, por supuesto, no habrá vivido en otros puestos ocupados. Pero tampoco podemos dejar de lado la inmigración, que también azota tanto a Ceuta como a la provincia gaditana, junto al paro. Porque si Ceuta es de las ciudades españolas con más alto nivel, Cádiz es la provincia con más número de parados. Hay tarea por delante.