Ruta Gengis | Noticias en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/tag/ruta-gengis/ Diario digital Tue, 09 Jul 2019 05:12:43 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7 https://elfarodeceuta.es/wp-content/uploads/2018/09/cropped-El-faro-de-Ceuta-32x32.jpg Ruta Gengis | Noticias en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/tag/ruta-gengis/ 32 32 Guerra y Paz: Irak https://elfarodeceuta.es/guerra-y-paz-irak/ Mon, 24 Dec 2018 07:34:24 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=358496 Irak es otra etapa no prevista en la Ruta Gengis Khan. El norte de este desventurado país se supone que está tranquilo tras años de inestabilidad bélica. El gobierno regional kurdo, que controla esta zona de Irak, mantiene a raya a los terroristas del DAESH (ISIS) y tienen una paz estable (aunque frágil) con el […]

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Irak es otra etapa no prevista en la Ruta Gengis Khan. El norte de este desventurado país se supone que está tranquilo tras años de inestabilidad bélica. El gobierno regional kurdo, que controla esta zona de Irak, mantiene a raya a los terroristas del DAESH (ISIS) y tienen una paz estable (aunque frágil) con el gobierno árabe central de Bagdad. El Kurdistán iraquí se autogobierna con su propia policía y su propio ejército. Su meta principal es evitar que la guerra vuelva a entrar en su territorio y aniquilar cualquier brote de terrorismo integrista.
Hay dos puntos realmente calientes que hay que evitar a toda costa debido a los combates y atentados: Mosul y Kirkuk. Sorteamos esos peligrosos enclaves adentrándonos por las montañas del norte con el Mitsubishi Montero pero no nos queda más remedio que pasar a tan solo 70 Km. de ambas puesto que no hay otra ruta. ¿Y por qué nos metemos en Irak? Pues porque lo creemos viable tras estudiarlo concienzudamente y la fascinación por explorar nuevos lugares nos empuja a ello. Hace unos años, en Afganistán actuamos de igual modo tras una valoración similar e idéntica filosofía e igualmente conseguimos explorarla.
La primera población que alcanzamos tras cruzar la frontera entre Irán e Irak es Halabja, uno de los máximos exponentes de la crueldad de Sadam Hussein. Esta población kurda fue bombardeada con armas químicas en la década los 80 con unos resultados devastadores: 5.000 muertos y más de 7.000 afectados con terribles efectos secundarios por las armas químicas.
Pero el Kurdistán no es únicamente lo que hemos relatado. El Kurdistán iraquí nos deleita con una naturaleza soberbia y una población acogedora y encantadora. Es territorio montañoso en todas sus formas, desde suaves colinas hasta abruptas montañas. Lagos esmeraldas, caudalosos ríos, impactantes cascadas, desgarradores cañones... completan un hermoso entorno mientras avanzamos hacia Sulaimaniya, la segunda ciudad más importante y más moderna del territorio.
Las acampadas son complicadas. Buscamos lugares discretos y solitarios pero... no demasiado solitarios. Una de las noches nos despiertan golpeando la tienda y hablándonos en voz alta. Asomamos la cabeza y varias linternas nos ciegan pero distinguimos armas entre los destellos. Sólo entendimos la palabra "Police", eso nos dio tranquilidad. Llevan uniformes de camuflaje y sus fusiles de asalto en las manos. Nos identificamos con los pasaportes, se relajan y son extremadamente amables pero nos dicen "danger", que no podíamos estar ahí. Nos ofrecen su cuartel de policía y acampar en su parquing. Se portaron con nosotros estupendamente, como todos los kurdos que hemos conocido hasta ahora, es un pueblo hospitalario y auxiliador.
Y por fin Erbil, entramos con el Mitsubishi Montero en una de las ciudades más antiguas del mundo continuamente habitada. Muchas veces han intentado acabar con ella pero siempre se levanta lamiéndose sus heridas. Ahora renace tras la terrible represión de Sadam Hussein y la guerra. Protegen su historia y por ello su impresionante ciudadela ha brotado de entre sus ruinas y desde su altura vuelve a lucir orgullosa sus murallas sobre la ciudad que siempre custodió.
Siguiendo la ruta montañosa alcanzamos más enclaves históricos como Amadiya, nacida hace 5.000 años en la cresta de una montaña rocosa, y la inolvidable Aqrah, fundada en el siglo VI a.C. por el príncipe kurdo Zand. A lo largo de su historia se establecieron judíos, cristianos y posteriormente fue invadido por el Islam pero estas comunidades fueron respetadas y convivieron juntos en paz hasta que se creó el estado de Israel y casi todos los judíos emigraron a la nueva patria hebrea.
La hospitalidad de este pueblo es tan grande que enseguida ofrecen refugio en sus hogares y quieren que probemos todas sus especialidades gastronómicas. Tras unas palabras con alguien que hablase un poco de inglés nos preguntaban: "¿habéis probado este plato de…?". Nos sonreían y nos decían: "Pues vais a probarlo con nosotros". Y de esta forma ha transcurrido las tres semanas que permanecimos en Irak, con algún sobresalto esporádico pero siempre rodeados de la belleza de su territorio y de la calidez de extraordinarias experiencias humanas.
Ahora nos espera un gran salto y larga conducción para alcanzar el país más desconocido del Cáucaso: Azerbaiyán.

Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en @RutaGengisKhan y en la página web www.ruta-imperios.com

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Noches de Arabia: Oman https://elfarodeceuta.es/noches-de-arabia-oman/ Mon, 17 Dec 2018 05:30:12 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=356237 Omán tiene muchas caras y a cada cual más hermosa. Ahora iniciamos la aventura del desierto y Omán tiene un desierto escrito con mayúsculas: el Rub Al Khali. Se trata de un gigantesco desierto que se extiende por Arabia Saudita, Yemen y Omán, es un mito legendario. Se le bautizó como el "Empty Quarter"... el […]

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Omán tiene muchas caras y a cada cual más hermosa. Ahora iniciamos la aventura del desierto y Omán tiene un desierto escrito con mayúsculas: el Rub Al Khali. Se trata de un gigantesco desierto que se extiende por Arabia Saudita, Yemen y Omán, es un mito legendario. Se le bautizó como el "Empty Quarter"... el "Espacio Vacío", inmenso y con temperaturas tan extremas durante casi todo el año que no se puede sobrevivir en él. Las antiguas caravanas sólo lo surcaban por algunos sectores pues la vida sólo era posible en sus lindes.
Hace 20 años exploramos Yemen con dos Mitsubishi Montero (y escribimos el libro "Tras las Huellas de la Reina de Saba"). Una de las etapas fue cruzar un sector del Rub Al Khali para llegar a una serie de wadis y oasis paradisíacos al otro lado de las arenas. Tuvimos que contratar los servicios de un clan de beduinos porque estando bajo su protección nadie nos "tocaría" en ese peligroso recorrido. Un pick up con un miembro de ese clan y nuestro escolta, ambos armados con kalashnikovs, eran nuestro salvoconducto. Si alguien nos tocaba...entraban en guerra con el clan que nos "protegía". Rige y sigue vigente la misma filosofía que antiguamente con las caravanas pero en pleno s. XXI.
Ahora en el lado omaní estamos solos y queremos volver a sentir sus arenas, nos adentramos en él y vivimos atardeceres de ensueño. Así es el desierto Rub Al Khali, el "Espacio Vacío", despiadado y seductor a la vez. Acampamos en la soledad del desierto, preparamos fogatas nocturnas pero... no estamos solos. Una familia de dromedarios siente curiosidad por el movimiento y aparece sobre las dunas. La vivencia es de ensueño.
Tras la experiencia de las arenas del "Espacio Vacío" del Rub Al Khali llegamos a otro océano… el de las aguas del mar Arábigo. Aparece ante nosotros una costa repleta de solitarias playas de arena blanca y palmeras estirándose para abrazar el mar. La costa de Omán nos deleita con una vida pesquera muy activa. Su mar es generoso y las barcas y redes son importantes protagonistas del paisaje que vamos recorriendo.
La ciudad bautizada como Sur comenzó siendo una aldea de pescadores, ahora es una gran urbe pero su romántica cala ha sobrevivido al paso del tiempo. En ella amarran los característicos dhow (barcos árabes activos desde tiempos inmemoriales) que cada día regresan a su puerto con las bodegas llenas. Quedamos cautivados por los exóticos dhows, las pequeñas barcas de pesca, sus históricos fuertes y torreones, las casitas blancas, el trajín de su lonja... Un ambiente idílico entre una población amable y cercana.
La riqueza que le ha generado el petróleo a finales del siglo pasado no les ha hecho olvidar sus raíces y tradiciones. Es fácil encontrarse escenas de otros tiempos, ya sea en la construcción de barcos, métodos de pesca, agricultura o... ¡gastronomía! Donde nunca falta un gesto amable para que nos acerquemos y compartir una comida tradicional.
Al oeste de Muscat, la capital, de nuevo nos adentramos en otro frente de "jebeles" (montañas). Sus pistas bordean el vacío, algunas tan empinadas que se hace imprescindible engranar la reductora del Mitsubishi Montero. Subir es llevadero pero bajar esas pistas arañadas en la roca dan vértigo. Vamos en marcha corta e intentando no tocar el freno para no derrapar en la gravilla y "bajar" al fondo del valle más rápido de lo previsto. En nuestro camino surgen sorprendentes pueblos en medio de la nada, unos al fondo de un cañón, otros encaramados a una cornisa. Si hay agua... brota la vida.
La montaña nos devuelve a su prolífica costa y los últimos kilómetros que recorremos nos vuelven a sorprender con castillos al borde del Mar Arábigo, un mar donde se desarrollaron las aventuras de uno de los protagonistas de los libros de nuestra infancia: el intrépido aventurero Simbad el Marino.
Explorar Omán ha sido todo un acierto y un gran descubrimiento a todos los niveles empezando por su cálida y amable población y siguiendo por su hermoso territorio plagado de historia y aventuras. Por siempre quedará grabada en nuestra memoria y en nuestro corazón.
De nuevo en el puerto del emirato de Sarjah nos preparamos para regresar a Irán. Será nuestra quinta exploración, esta vez centrada en las tierras del oeste, la frontera con Irak.

Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en @RutaGengisKhan y en la página web www.ruta-imperios.com

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Tras las Huellas de Marco Polo: Irán https://elfarodeceuta.es/ruta-gengis-tras-huellas-marco-polo/ Sun, 09 Dec 2018 07:53:12 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=353910 Es la cuarta vez que venimos a Irán desde España con un Mitsubishi Montero y estamos encantados de regresar. La reglamentación de la vestimenta islámica se ha relajado mucho. Las mujeres, por ley, tienen que llevar cubierto el pelo pero nadie se molesta si tienen media cabeza fuera del pañuelo. Con un simple tres cuartos, […]

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Es la cuarta vez que venimos a Irán desde España con un Mitsubishi Montero y estamos encantados de regresar. La reglamentación de la vestimenta islámica se ha relajado mucho. Las mujeres, por ley, tienen que llevar cubierto el pelo pero nadie se molesta si tienen media cabeza fuera del pañuelo. Con un simple tres cuartos, camisa larga en verano o abrigo en invierno, es suficiente para cubrirse el cuerpo. Nada que ver con la férrea vigilancia de la primera vez que vinimos.
Lo que sí que ha permanecido intacto en estos 25 años es la hospitalidad. Es imposible pasar por este país sin ser agasajados por los iraníes que te invitan a su hogar y compartir mucho tiempo y vivencias con ellos.
Esta vez entramos a Irán desde Turkmenistán, por el norte. En seguida llegamos a Mashad, su núcleo central es el recinto más sagrado de Irán, la Meca de los musulmanes chiitas. Para visitarlo, Marián tiene que cubrirse con un chador que le dejan a la entrada. Antes, los no musulmanes tenían vetada la entrada y la policía religiosa vigilaba que no se colase nadie. Ahora, todos los extranjeros son bienvenidos, se les guía con un acompañante, se les da un pequeño refrigerio. Pero debido a un sangriento atentado en el pasado, actualmente sólo dejan entrar con el móvil, ni cámaras, ni mochilas.
Mashad se desvanece en el retrovisor del Mitsubishi Montero para adentramos en el Dasht-e-Lut, el "Gran Desierto de Sal". Por él transcurre un ramal vital de la Ruta de la Seda haciendo que valientes comerciantes como Marco Polo surcasen estas tierras. La larga ruta es una cómoda carretera de doble carril pero en sus cientos y cientos de kilómetros aparecen pistas que se adentran en el desierto. Con una buena provisión de combustible, agua y la ayuda del GPS nos adentramos sin temor en esta basta superficie deshabitada para encontrarnos con oasis, caravanserais fortificados abandonados, pueblos fantasmas de adobe y pozos de agua protegidos por bóvedas.
La esencia comercial de Irán son los bazares, herencia directa y viva de la Ruta de la Seda. No hay malls, ni grandes supermercados, la médula del comercio siguen siendo sus imponentes bazares, siempre cubiertos y formando un entramado de laberínticas callejuelas para protegerse de la climatología y de la rapiña de los bandidos.
La ciudadela de Bam es un viaje al pasado. La primera vez fue durante la "Ruta de Alejandro Magno", hace 25 años en nuestra compleja ruta hacia La India. La histórica Bam nos impresionó con su ciudadela de abobe fortificada y su impactante castillo en la cima. Nadie venía a Irán en esos tiempos, estábamos solos en esta majestuosa ciudadela fantasma de adobe en medio del desierto. En ella se alojó el propio Marco Polo y otros muchos viajeros ilustres. Tantas veces destruida como reconstruida pero siempre renacía de sus cenizas. El último ataque recibido fue el devastador terremoto de 2003 con 40.000 muertos y que redujo la ciudadela a polvo de adobe. Llegar de nuevo ante ella y verla recuperándose de sus heridas... nos estremece.
Otra joya de la Ruta de la Seda es Yazd que tiene su origen, al igual que otras muchas ciudades y pueblos iraníes, en un rico oasis que se convirtió en etapa de la Ruta de la Seda con caravanas que iban de oasis en oasis, comprando y vendiendo mercancías y buscando protección y seguridad. A las afueras de Yazd... las Torres del Silencio, donde se depositaban los cuerpos de los difuntos para ser devorados por los buitres en una simbiosis con la naturaleza, son una reminiscencia de una de las religiones más antiguas del mundo, el zoroastrismo. Más antigua que el cristianismo, que el islam, que el budismo...
Un proverbio iraní bautizó a Isfahán "La Mitad del Mundo", por eso sus bazares, caravanserais, medersas, mezquitas, jardines, puentes... le confieren el título de ciudad más hermosa de Irán.
Aunque los veranos en Irán son muy tórridos, su altitud media entre los 1.500 y 1.800 m. producen inviernos terriblemente fríos y en cuanto subimos de altitud aparece la nieve. Y así llegamos a Persépolis. La fastuosa, única y sin igual capital del imperio persa aqueménida hasta la conquista del gran Alejandro Magno.
Acampamos en el desierto al atardecer entre las mágicas murallas de un caravensarai abandonado... ¿cómo no acampar bajo sus asombrosas murallas? El romanticismo de las caravanas pasadas nos invade, soñamos con aquellas caravanas de la Ruta de la Seda que debieron alojarse en este lugar siglos atrás y nuestros rostros esbozan una sonrisa de felicidad mientras nos dormimos soñando con nuestra próxima etapa: Arabia

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Cara a Cara con Gengis Khan https://elfarodeceuta.es/cara-a-cara-con-gengis-khan/ Sat, 17 Nov 2018 07:52:52 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=347304 Rumbo sur hacia Mongolia, la tierra del temido y lejano conquistador Gengis Khan se encuentra cada vez más cerca. Las temperaturas siguen bajando sin cesar. Nuestra primera noche en Mongolia ha sido gélida. La temperatura bajó hasta los 5ºC bajo cero y dormir a esa temperatura en la tienda es muy duro. Tuvimos que meter […]

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Rumbo sur hacia Mongolia, la tierra del temido y lejano conquistador Gengis Khan se encuentra cada vez más cerca. Las temperaturas siguen bajando sin cesar. Nuestra primera noche en Mongolia ha sido gélida. La temperatura bajó hasta los 5ºC bajo cero y dormir a esa temperatura en la tienda es muy duro. Tuvimos que meter el saco de dormir ligero dentro del saco de dormir de invierno y aun así se quedaban los pies helados.

Acurrucados en los sacos pasaban por nuestra memoria las imágenes de todo lo vivido hasta llegar a Mongolia. Nos hemos recorrido con nuestro inseparable Mitsubishi Montero de AUBENSA CEUTA, 23.500 Km. durante 4 meses y medio a través de 15 países con experiencias inesperadas y sorprendentes. Se aproxima un momento emocionante y muy significativo para nosotros.

Nos desplazamos a 50 Km. de la capital, Ulan Bator, y nos detenemos ante la gigantesca estatua de Gengis Khan que se ha erigido en honor al personaje más importante de la historia de los mongoles. ¡Lo conseguimos! Llegamos a Mongolia pero… tenemos que explorar este increíble país.

Aunque una espada de Damocles se balancea sobre nuestras cabezas, el general invierno se ha adelantado con sus tropas: la nieve y las gélidas temperaturas. Su llegada es inminente y aunque todavía no ha comenzado a nevar, el viento es glacial y no vaticina nada bueno. Así que vamos a dirigirnos hacia el sur hacia un desierto mítico, el Gobi.

Por el camino nos vamos cruzando con los pastores nómadas que a lomos de los pequeños y fornidos caballos mongoles controlan sus rebaños de cabras, ovejas, o yaks. Nos invitan a probar la leche, el queso salado, la grasa y la carne que son la base de su alimentación.

Hay que tener buenos dientes y mandíbulas para masticar la carne de cabra que nos ofrecen. No hablan inglés pero sus afables sonrisas crean una atmósfera muy acogedora en sus singulares yurtas o geers, sus tradicionales y legendarias tiendas circulares.

Camino al desierto la estepa todavía nos muestra algunos retazos de llanuras tapizadas de verde entre suaves colinas mientras nos cruzamos con manadas de caballos, que en fila india y a trote ligero impregnan de vida salvaje este solitario entorno. Aquellos caballos con los que las hordas mongolas llegaron hasta Europa creando uno de los mayores imperios conocidos en el mundo.

Cuando alcanzamos el desierto del Gobi acampamos entre las dunas, nos descalzamos para sentir la arena. La claridad de la noche ilumina este inhóspito desierto. Tenemos unos días de temperaturas más suaves que las que padecimos en el norte. La climatología nos da una tregua en esta parte de Mongolia, las noches son frías (1°C) pero durante el día se puede estar sin los anoraks (9°C). Disfrutar de estas acampadas en el remoto y épico desierto del Gobi no tiene precio. Parece que estamos en medio de la "nada" pero para nosotros... es un territorio mágico.

Nos orientamos y avanzamos con el GPS y cada kilómetro nos llena de emociones. A veces son dunas, otras un volcán extinto, otras una solitaria gran roca emergiendo de la llanura, rebaños de camellos bactrianos, yurtas que brotan en medio de la soledad, inesperada vegetación verde generada por alguna bolsa de agua subterránea, milenarios acantilados erosionados de roca rojiza.... Parece la "nada" pero es un "todo".

Lo recorremos sosegadamente, expectantes y disfrutando kilómetro a kilómetro esta inmensidad. Pero poco a poco el desierto del Gobi se va desvaneciendo, queda atrás y seguimos avanzando con el Mitsubishi Montero hacia el norte con el GPS por la gran estepa central.

El frío comienza de nuevo a recrudecerse, recuperamos los anoraks y los cálidos gorros. Los cielos comienzan a cubrirse de un amenazante y envolvente gran capote blanco que no augura nada nuevo. Esperemos que las grandes nevadas empiecen cuando ya hayamos salido de Mongolia.

En el camino, estupas budistas aparecen en medio de la soledad. Las oriflamas (banderas budistas de oración) ondean frenéticas al son que les marcan los fríos vientos. Que estas sagradas plegarias, que se elevan con las gélidas brisas de la estepa hacia el cielo, también guíen nuestro avance hacia los territorios nevados del norte de Mongolia. Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en @RutaGengisKhan y en la página web www.ruta-imperios.com

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La Mongolia Perdida https://elfarodeceuta.es/la-mongolia-perdida-republica-de-kalmukia/ Sat, 10 Nov 2018 08:13:37 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=345317 Nos rodean murales de guerreros mongoles... estupas budistas... oriflamas al viento... estepa hasta el infinito… ¿Ya hemos llegado a Mongolia? Pues todavía no. Se trata de la República de Kalmukia, una república en la Rusia Europea que posee un origen muy singular. Para conocerla mejor nos hemos desviado miles de kilómetros hacia este enclave situado […]

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Nos rodean murales de guerreros mongoles... estupas budistas... oriflamas al viento... estepa hasta el infinito… ¿Ya hemos llegado a Mongolia? Pues todavía no. Se trata de la República de Kalmukia, una república en la Rusia Europea que posee un origen muy singular. Para conocerla mejor nos hemos desviado miles de kilómetros hacia este enclave situado al norte de las inestables Chechenia y Daguestán.

Pero iniciamos nuestra ruta por la Gran Rusia en la bellísima e inolvidable ciudad de San Petersburgo y proseguimos hasta la espectacular capital rusa, Moscú. Varios días más de ruta hacia el sur y alcanzamos la histórica ciudad de Volgogrado, antaño llamada Stalingrado en honor al tirano soviético Stalin.

Aquí se libró la batalla más sangrienta de la humanidad cuando otro demonio, Hitler, intentó conquistarla. Dos millones de muertos y 650.000 heridos fue el resultado de esta locura. Reanudamos nuestro personal “éxodo” a través de la infinita y árida estepa hasta llegar a la república de Kalmukia, la meta de esta etapa.

¿Y qué nos encontramos en este rincón escondido de Europa? Casi toda la población es mongola, hablan mongol, nos encontramos con yurtas, estupas y monasterios budistas... ¿Cómo es posible encontrarse una Mongolia perdida en Europa? En el siglo XVII se produjo una migración masiva de mongoles a esta zona de Rusia en busca de pastos para sus rebaños.

Después de vivir innumerables vicisitudes durante miles y miles de kilómetros hasta este remoto rincón se establecen rodeados de grandes pastos. Entonces fueron bien recibidos a cambio de proteger con su presencia la frontera sur. Pero poco después, los pobladores vecinos (rusos y alemanes) comienzan a hostigarles. Decenas de miles de familias mongolas deciden regresar a Mongolia.

El retorno es una pesadilla. Son atacados por la población de los territorios que cruzan, les asaltan y roban las pertenencias, avanzan por el río Volga congelado pero el hielo al no estar lo suficientemente helado se quiebra y perecen congelados por millares. Dos tercios murieron en ese intento de retorno. La mayoría de los que sobreviven deciden regresar y unirse a los que no se fueron. Los hostigamientos cesan y por un tiempo son relativamente felices hasta que llegan los bolcheviques en 1920.

El régimen comunista suprimió su sistema de autogobierno, arrestaban y ejecutaban a los monjes, les expropiaron su ganado... La represión de Stalin fue aun más brutal, en su paranoia de ver enemigos en todas partes decidió que los kalmukios no eran de fiar y en diciembre de 1943 ordenó meter a todos los kalmukios mongoles (incluyendo a los propios miembros del partido y policías) en vagones de ganado y se los llevó a Siberia. Es fácil imaginar el infierno que vivieron. En 1957, Khrushchev les permitió volver a su tierra pero sólo la mitad habían conseguido sobrevivir a duras penas los terribles gulags siberianos.

El polvo nos acompaña mientras avanzamos con nuestro incombustible Mitsubishi Montero hacia su capital, Elistá. El paisaje es una monótona y estéril estepa que tan solo se ve rota por esporádicos cursos de agua que consiguen arrancar a su árida tierra algún fruto. Los kalmukios llaman a su república la "Pequeña Mongolia" y... ¿cómo no vamos a incluir este lugar tan sorprendente en nuestra ruta? Nuestra presencia por las calles de la capital capta la atención de una población amable y curiosa.

Les sorprende ver un coche europeo por su remota tierra y no son pocos los que se acercan a conversar con nosotros. Al explicarles la razón de nuestra expedición se les ilumina una gran sonrisa en sus caras, vamos hacia la patria de su antepasado: Gengis Khan. En el parque principal de Elistá comprobamos que una de las pasiones de los kalmukios es el ajedrez, asignatura obligatoria en la Enseñanza Primaria.

Visitar los templos y monasterios budistas de esta república rusa fue para nosotros una experiencia realmente inédita y un anticipo de lo que viviremos cuando alcancemos el objetivo de esta expedición: Mongolia. Es el primer contacto que tenemos con los descendientes de Gengis Khan.

Pero esta república de origen mongol se encuentra a más de ocho mil kilómetros de Mongolia y todavía nos queda por cruzar, a través de los Urales, de Europa a Asia y recorrer una extensa parte de Siberia hasta el legendario lago Baikal, que más que un lago parece un mar atrapado en las rudas tierras siberianas. Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en @RutaGengisKhan y en la página web www.ruta-imperios.com

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Botín de Guerra | KALININGRADO https://elfarodeceuta.es/botin-de-guerra-kaliningrado/ Sat, 03 Nov 2018 04:00:28 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=343696 La historia de Kaliningrado es tan trágica como perturbadora. Entramos en un pedazo de Rusia separado por cientos de kilómetros de la "Gran Madre Rusia" y rodeada por países de la Unión Europea y de la OTAN, como Polonia y Lituania. Es fácil comprender por qué este trozo de Rusia a orillas del Mar Báltico […]

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La historia de Kaliningrado es tan trágica como perturbadora. Entramos en un pedazo de Rusia separado por cientos de kilómetros de la "Gran Madre Rusia" y rodeada por países de la Unión Europea y de la OTAN, como Polonia y Lituania. Es fácil comprender por qué este trozo de Rusia a orillas del Mar Báltico es un punto estratégico irrenunciable para la Federación Rusa.

Su importante emplazamiento y su vital base naval la convirtió en zona militar por los soviéticos y así la mantuvieron los rusos tras la disolución de la URSS. Nadie podía entrar si no estaba autorizado por la Armada Rusa y estuvo cerrado al exterior durante muchísimos decenios.

Muy recientemente, se ha quitado esa categoría militar a todo lo que no sea de uso exclusivo militar y se puede entrar si se tiene un visado ruso o se consigue un permiso especial en el consulado ruso de Vilnius (Lituania).

La frontera impone, muchos controles, vallas y alambradas. Tras exhaustivas comprobaciones de la validez de nuestro visado y pasaporte, superar varias barreras fronterizas, tuvimos un registro enfermizo de todas nuestras pertenencias. Estuvimos dos horas vaciando el Mitsubishi Montero y abriendo todas las cajas. Tras el fastidioso registro, la primera alegría: el precio del gasoil, que aquí cuesta tan sólo 0,58 €/l.

Con el depósito lleno avanzamos por sus deterioradas carreteras estrechas de doble sentido bajo la amenaza, de nuevo, de grandes tormentas mientras los extensos campos de trigo se extienden a un lado y otro del camino.

La ciudad de Kaliningrado -y por extensión todo el territorio- fue rebautizada así en honor a Kalinin, un implacable y cruel colaborador de Stalin. Su nombre histórico es Königsberg, capital de la Prusia Oriental. Era alemana desde el s. XIII y fue destruida totalmente durante la Segunda Guerra Mundial con enfrentamientos brutales. Vencieron los soviéticos y mediante deportaciones masivas y asesinatos en masa vaciaron Königsberg de toda la población alemana que la habitó durante ocho siglos. Fue repoblada por rusos y cuando se desmembró la Unión Soviética no se devolvió a Alemania porque... no había ni un alemán, toda la población era rusa. Era territorio alemán pero toda su población fue expulsada o exterminada al terminar la Segunda Guerra Mundial así que... se lo quedó Rusia y así sigue.

La ciudad arrasada se levantó bajo las directrices soviéticas y las torres y edificios gigantescos e impersonales se extienden por toda la capital así como una invasión de símbolos soviéticos de estrellas rojas, hoces y martillos y grandes estatuas de hercúleos soldados dispuestos a dar sus vidas sin vacilar.

Pero todavía quedan partes de sus viejas murallas medievales y algunos bastiones que demuestran que tuvo un pasado más antiguo e igualmente belicoso a lo largo de la historia. La catedral de la ciudad ha recobrado su atractivo después de permanecer completamente abandonada durante décadas.

En los años 90 la restauraron y ahora es una sala de conciertos con su histórico órgano como protagonista. Hoy en día, este territorio ruso es una reliquia del pasado.

Los jóvenes ven como sus vecinos se van desarrollando a pasos agigantados y ellos llevan un ritmo muy lento a pesar del petróleo y de los depósitos de ámbar que posee. Al depender de las subvenciones de Rusia, cuando las cosas van mal por la Madre Patria, a ellos les va peor. Los jóvenes son rusos pero prefieren emigrar a Europa que a la Gran Rusia… hay una crisis de identidad muy fuerte entre la juventud. Más al norte disponen de un gran tesoro natural que se extiende en forma de istmo por las frías aguas bálticas aunque no llegan a congelarse en invierno, por ello a Rusia le interesa este importante puerto, el único que nunca queda bloqueado por los hielos.

El istmo de Curlandia separa el agua salada del mar Báltico del agua dulce de la laguna del mismo nombre. Es un paraíso para los amantes de las aves y de las playas de agua muy fría. Los bosques de pinos, abedules y musgo llegan prácticamente hasta la orilla de sus doradas arenas que han generado dunas de hasta 60 metros de altura.

Cientos de miles de pájaros sobrevuelan a diario la península durante el periodo migratorio como lo han hecho durante siglos del norte al sur de Europa y al norte de África. Como incansables aves migratorias seguimos nuestra migración con nuestro Mitsubishi Montero de AUBENSA CEUTA por el istmo hasta llegar a Lituania. No decimos adiós a Rusia sólo “hasta luego”. Tras recorrer los Países Bálticos entraremos en la Gran Rusia desde Estonia.

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Corazón roto | Ucrania https://elfarodeceuta.es/corazon-roto-ucrania/ Sat, 27 Oct 2018 01:00:24 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=341431 Dejamos atrás la insólita Transnistria pero cruzar la frontera de Ucrania nos producía cierta inquietud. Nuestra experiencia, décadas atrás, en las fronteras de los antiguos países que formaban parte de la inconmensurable Unión Soviética (URSS) eran nefastas. Corrupción, trapicheos, horas interminables de espera pero sorprendentemente los trámites fueron rápidos y sencillos. Las nuevas generaciones de […]

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Dejamos atrás la insólita Transnistria pero cruzar la frontera de Ucrania nos producía cierta inquietud. Nuestra experiencia, décadas atrás, en las fronteras de los antiguos países que formaban parte de la inconmensurable Unión Soviética (URSS) eran nefastas. Corrupción, trapicheos, horas interminables de espera pero sorprendentemente los trámites fueron rápidos y sencillos. Las nuevas generaciones de la policía y del ejército parecen haberse transformado y en este nuevo país de la antigua “Europa del Este”, parecen haber superado esa lamentable lacra heredada de la época soviética.
Ucrania es un país que desde el año 2014 está viviendo un decisivo y gran cambio histórico. Hace tan solo tres años las televisiones de todo el mundo mostraban las violentas imágenes de los mortales enfrentamientos en las calles de la capital, Kiev. Pero cuando nuestro Mitsubishi Montero cruza la última barrera de la frontera, aquellas turbadoras imágenes enseguida se disipan. En poco tiempo constatamos que la paz reina en el centro y oeste del país. Pero nadie olvida a los caídos. Los homenajes a las más de diez mil personas fallecidas, que han caído defendiendo su independencia y que siguen luchando por ella, son continuos.
No podemos acercarnos al este ni a la península de Crimea. Las milicias pro-rusas controlan esos territorios. De esta zona partió el misil ruso que derribó el avión de pasajeros de Air Malasia matando a 298 personas. El propio ejército ruso se encuentra muy presente tras la invasión del este del país y han arañado pedazos muy significativos, como la estratégica península de Crimea.
El partido pro-europeo gobierna, el país se ha volcado hacia occidente y están superando su pasado comunista y de caudillaje soviético. Ya no necesitamos visado para ir a Ucrania y el propio seguro del coche español es válido.
En el interior del país, toda la tierra está cultivada, los paisajes verdes y las granjas se suceden. Infinitos campos de cereales, verduras y viñedos nos rodean durante cientos y cientos de kilómetros extendiéndose hasta el lejano horizonte. Por algo los soviéticos consideraban a Ucrania "su granero".
En medio de ese manto esmeralda aparecen impresionantes complejos monásticos y pequeñas iglesias, de cuya hospitalidad pudimos disfrutar al permitirnos pernoctar en sus recintos. En contraste con estas islas de paz, muchas colinas lucen espectaculares castillos medievales que recuerdan, como sigilosos testigos, su apasionado pasado que les enfrentó a mongoles, cosacos, soviéticos... Así es, las Hordas de Oro mongolas llegaron hasta Ucrania en el siglo XIII y arrasaron su territorio imponiendo la presencia mongola en la otrora Rus de Kiev.
Ucrania tiene realmente el corazón roto. Actualmente, el país está inquietantemente dividido entre pro-europeos y pro-rusos pero sus tres principales ciudades se encuentran muy tranquilas. La bellísima Odessa, que a veces nos hacía sentir en París, es la “Perla del Mar Negro” con su impresionante arquitectura, sus jardines y un puerto de primer orden mundial. La romántica Lviv, elegante y acogedora. Y la capital, Kiev, cosmopolita y dinámica. Todas ellas han sido una sorpresa impactante pues compiten en belleza, atractivos y entretenimiento con las capitales más bellas del resto de Europa y se encuentran muy lejos de los conflictos que siguen hostigando al otro lado del país.
El cambio climático, como en el resto del planeta, se nota en las terribles y repentinas tormentas que en pocos segundos nos atrapan y nos impiden ver las carreteras tras el brutal manto de agua por el que penetramos en nuestro avance por sus caminos. Las temperaturas son mucho más frías de lo normal para estar en pleno mes de julio… y las acampadas nocturnas en nuestra tienda-techo tenemos que hacerlas dentro de los sacos de alta montaña que llevábamos para usarlos por Siberia y Mongolia… que ya hemos comenzado a usarlos… en pleno verano.
Nuestro próximo destino…Bielorrusia. Es muy difícil conseguir su visado y además tiene muchas restricciones, fijando de forma inamovible el día de entrada y salida. Pero ponemos rumbo a este nuevo y desconocido país con grandes expectativas.

Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en
@RutaGengisKhan
y en la página web
www.ruta-imperios.com

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Bienvenidos al “no-país” | Transnitria https://elfarodeceuta.es/bienvenidos-al-no-pais-transnitria/ Sat, 20 Oct 2018 23:50:35 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=339872 Nuestro recorrido por Moldavia nos dio la tentadora e irrechazable oportunidad de introducirnos en un territorio donde se ha abierto una herida que difícilmente podrá cicatrizar. Al cruzar a Transnistria realmente nos encontramos con un "no-país" muy militarizado, con pocas libertades y rindiendo culto a la época de Unión Soviética y toda su simbología. Esta […]

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Nuestro recorrido por Moldavia nos dio la tentadora e irrechazable oportunidad de introducirnos en un territorio donde se ha abierto una herida que difícilmente podrá cicatrizar. Al cruzar a Transnistria realmente nos encontramos con un "no-país" muy militarizado, con pocas libertades y rindiendo culto a la época de Unión Soviética y toda su simbología.
Esta pequeña porción de territorio moldavo a orillas del río Dniéster y encajada entre la propia Moldavia y Ucrania se declaró unilateralmente independiente de Moldavia cuando se produjo la disolución de la Unión Soviética. Se desencadenó una guerra civil generando muchos muertos, altos al fuego no respetados, destrucción, ruina... Los rebeldes anti-moldavos pidieron ayuda a Rusia ofreciéndose a plegarse a sus designios estratégico-militares. El ejército ruso apareció con el 14º Cuerpo de Ejército y... se acabó la guerra.
Ningún país del mundo les reconoce como estado, ni siquiera sus amigos rusos la reconocen pero no obstante, han dejado allí un batallón como "muestra de amistad"... intimidatoria para Moldavia.
Crearon su propia moneda, sin curso legal, los ciudadanos no tienen pasaporte al ser un "no-país". Como pro-rusos, la mayoría de la población tiene pasaporte ruso y otros ucranianos, y aunque no son amigos de Ucrania, con el caos de la disolución de la Unión Soviética pidieron esa nacionalidad y a muchos se les concedió por el caos de fronteras que había en la época.
Cuando cruzamos la frontera con el Mitsubishi Montero de AUBENSA-CEUTA no sabíamos exactamente que iba a ocurrir. No conocíamos a nadie que hubiese cruzado esa frontera con coche propio. Incluso cabía la posibilidad de que no nos dejasen entrar con nuestro todoterreno al no ser ni moldavo ni ucraniano. Pero afortunadamente el paso de la frontera fue posible... tras pagar 40 euros por un documento en ruso que firmamos sin entender exactamente lo que era pero con dicho documento nos dejaban entrar, así que dimos ese dinero pagado por bien empleado.
Una hora después estábamos avanzando por este pequeño pero guerrero “no país”. Con mucha prudencia con las fotos y circulando con mucho cuidado tratábamos de no tener ningún percance. Ningún país tiene delegación diplomática por lo tanto si nos ocurría "algo"... estábamos completamente solos en este limbo territorial.
El culto a la antigua Unión Soviética es constantemente palpable con gigantescas estatuas de Lenin por doquier, destacando la del edificio del Soviet Supremo. También inundan su geografía los símbolos de la hoz y el martillo así como los tanques conmemorativos con una llama eterna encendida por los caídos en el enfrentamiento fratricida. Sólo hablan ruso porque la lengua moldava es la del “enemigo”. De hecho, los nacionalistas en el poder comenzaron a cerrar colegios de habla moldava con alfabeto latino para imponer el ruso y el alfabeto cirílico, los padres y profesores que protestaron por esta injusticia fueron detenidos y encarcelados.
Transnistria sólo tiene 4.163 Km2 pero, como ocurre en Moldavia, dan mucha importancia a la agricultura y los campos de cereales, verduras y frutales tapizan su pequeño territorio, el río Dniéster da riqueza a estas tierras y marca la "no-frontera” entre ambos.
Es muy difícil comunicarse porque realmente casi nadie habla inglés tan sólo alguna que otra persona en la “capital”, Tiraspol, chapurrea algunas frases o palabras en inglés en un intento de indagar o confraternizar con los escasos extranjeros que nos desplazamos por su singular territorio.
El paso por este territorio ha sido una etapa muy importante en la Ruta de Gengis Khan al ser un “no país” del que prácticamente nadie conoce su existencia y hemos tenido la oportunidad de entrar en él y comprobar “in situ” las peculiaridades de su chocante existencia.
Nuestra próxima etapa transcurrirá por Ucrania, un país dolorosamente dividido entre los que miran ilusionados hacia Europa y los que siguen sin romper el cordón umbilical que les une a Rusia y que recientemente ha provocado un atroz y doloroso enfrentamiento civil.

Toda esta ruta se puede ver en detalle en Facebook en @RutaGengisKhan y en la página web
www.ruta-imperios.com

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