Los viandantes este martes se percataron de nuevo de la presencia de los operarios, que continúan con su tarea de retirada y sustitución. Esta vez los han avistado cerca del Paseo del Revellín. El objetivo de esta intervención incluye la plaza de los Reyes, la Parroquia de los Remedios y la calle Camoens entre otros puntos urbanos.

El proyecto está en su segunda fase e incluye zonas colindantes. Solo está pendiente de una modificación en la plaza de Correos ya que, en esta intervención, se aprovechará para hacer una renovación en las redes localizadas en el subsuelo que canalizan el agua.

El primer periodo dentro de esta reforma fue adjudicado a ACC por un valor de más de 170.000 euros y se actuó sobre una superficie que contempla más de 3.000 metros cuadrados.

Segunda fase

Es la única modificación del plan y se prevé que termine acorde al periodo previsto. Esta última etapa, que fue anunciada en febrero de este año, tiene una duración total de seis meses. La inversión en esta ocasión alcanza los 650.000 euros, un coste que quitará todas esas losas deslizantes que tantas quejas han generado. La empresa Estructuras del Estrecho es la que lleva a cabo la ejecución.

Las labores se realizan por tramos, lo que respeta la decisión inicial tomada. El propósito de desarrollar de este modo el proyecto no es otro que el de alterar lo menos posible el tránsito y la actividad comercial.

No era extraño para los ceutíes tener algún tropiezo al caminar en estos lugares. A pesar de someter a un tratamiento a estas para hacer menos escurridizas estas piezas. Sin embargo, los esfuerzos no dieron sus frutos y la solución final ha sido extraerlas y adosar otras nuevas.

Así, poco a poco, Ceuta se despide de esas losetas verdosas o rojizas que fueron instaladas en la ciudad hace unos 20 años.

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A la altura de la calle Padilla, justo donde se encuentra la escultura 'Solidaridad', en las cercanías del antiguo local de Mango ya no se observa esa solería resbaladiza que despertó tantas quejas de los viandantes.

Se aprecia el cambio que ha sufrido esta parte tras las labores acometidas por los operarios encargados de estos trabajos cuya licitación fue anunciada a finales de octubre del año pasado por la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Gobierno de Ceuta.

Tal y como explicaron al inicio de las obras, la ejecución se mantendrá por tramos para perturbar lo menos posible el tránsito y la actividad comercial, pudiendo avanzar hasta la altura del Museo de Ceuta.

Fue en febrero de este 2024 cuando la Ciudad Autónoma anunció que había encargado a la empresa Estructuras del Estrecho por casi 650.000 euros la ejecución de la segunda fase de las obras de sustitución del pavimento que se colocó hace veinte años en la zona centro con motivo de su peatonalización.

En ese momento se dio a conocer que los trabajos se extenderían por 12.088 metros cuadrados repartidos alrededor de la plaza de los Reyes por las calles Padilla, Camoens, Beatriz de Silva y Real hasta la iglesia de Los Remedios, así como en el Paseo del Revellín y plaza de España, con un plazo de ejecución de seis meses.

Hay que recordar que la primera fase de retirada y sustitución de las losetas deslizantes de la zona centro se adjudicó a ACC por algo más de 170.000 euros e incluyó una superficie de actuación superior a 3.000 metros cuadrados en la parte baja del Paseo del Revellín.

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Objetivo: solucionar la resbaladicidad del pavimento

El objeto del proyecto es “solucionar los graves problemas de resbaladicidad del pavimento, procediendo a la identificación y sustitución de aquellos materiales que presentan mayor desgaste por otros adecuados para el uso en vía pública eligiendo siempre piedras con tonalidades similares a las existentes para no romper la homogeneidad de diseño de las vías, y con un acabado superficial que garantice la estabilidad y adherencia de los viandantes”.
Otro de los objetos de la actuación será “la eliminación de las barreras arquitectónicas existentes”, principalmente “la supresión de pendientes elevadas en cambios de rasantes entre viales, más concretamente en la esquina diametralmente opuesta a la tienda de Movistar, donde se creará un espacio escalonado y nueva rampa con pendiente máxima del 8%”.
También se realizará la formación de un nuevo de peldaño en esquina con calle Millán Astray; se ejecutará una nueva rampa de acceso a la oficina de Correos de la plaza de España; y se dispondrá una barandilla en el acceso a la entidad bancaria situada en la calle Algeciras.
Ciudadanos cifró hace más de cinco años en “más de 400.000 euros” el importe que la Ciudad se ha visto obligada a desembolsar por sentencias judiciales en contra debido a las caídas de viandantes registradas sobre las piezas de mármol y serpentina mal elegidas, con las que se que han probado múltiples soluciones, todas infructuosas.
Entre otras intervenciones se experimentó con el ‘abujardado’ y el 'desbastado' pasando por tratamientos químicos con asesoramiento especializado incluido y distintos contratos adjudicados, pero ninguna dio el resultado apetecido.

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Desde entonces ha sido un quebradero de cartera para la administración, que ha pagado cientos de miles de euros en indemnizaciones por caídas, y de cabeza, piernas, caderas y otros huesos para los peatones.

Los trabajos se extenderán por 12.088 metros cuadrados repartidos alrededor de la plaza de los Reyes por las calles Padilla, Camoens, Beatriz de Silva y Real hasta la iglesia de Los Remedios, así como en el paseo del Revellín y plaza de España. El plazo de ejecución de los mismos es de seis meses, por lo que contando con lo que se tarde en la formalización del contrato deberían estar terminados en verano y listos, por tanto, para el próximo otoño.

Las baldosas de serpentina verde serán reemplazadas por otras de granito con acabado abujardado “con las mismas dimensiones y formato”. Las de mármol Macael Filabres, caliza Crema España y Crema Tabaco, también.

La primera fase de retirada y sustitución de las losetas deslizantes de la zona centro se adjudicó a ACC por algo más de 170.000 euros e incluyó una superficie de actuación superior a 3.000 metros cuadrados en la parte baja del paseo del Revellín.

El objeto del proyecto es “solucionar los graves problemas de resbaladicidad del pavimento, procediendo a la identificación y sustitución de aquellos materiales que presentan mayor desgaste por otros adecuados para el uso en vía pública eligiendo siempre piedras con tonalidades similares a las existentes para no romper la homogeneidad de diseño de las vías, y con un acabado superficial que garantice la estabilidad y adherencia de los viandantes”.

Objetos del proyecto

Otro de los objetos de la actuación será “la eliminación de las barreras arquitectónicas existentes”, principalmente “la supresión de pendientes elevadas en cambios de rasantes entre viales, más concretamente en la esquina diametralmente opuesta a la tienda de Movistar, donde se creará un espacio escalonado y nueva rampa con pendiente máxima del 8%”.

También se realizará la formación de un nuevo de peldaño en esquina con calle Millán Astray; se ejecutará una nueva rampa de acceso a la oficina de Correos de la plaza de España; y se dispondrá una barandilla en el acceso a la entidad bancaria situada en la calle Algeciras.

Ciudadanos cifró hace más de cinco años en “más de 400.000 euros” el importe que la Ciudad se ha visto obligada a desembolsar por sentencias judiciales en contra debido a las caídas de viandantes registradas sobre las piezas de mármol y serpentina mal elegidas, con las que se que han probado múltiples soluciones, todas infructuosas.

Entre otras intervenciones se experimentó con el ‘abujardado’ y el 'desbastado' pasando por tratamientos químicos con asesoramiento especializado incluido y distintos contratos adjudicados, pero ninguna dio el resultado apetecido.

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Se considera que existe una relación entre la caída y las posteriores lesiones

Esa caída se produjo debido a la inexistencia de una baldosa en la galería de embarque del atraque número 3 del muelle Dato, estimándose que la ausencia de la misma tenía la entidad suficiente para provocar esa caída.
No estaba debidamente señalizado dicho obstáculo, lo que viene a determinar la responsabilidad de la administración demandada por no conservar las instalaciones en las debidas condiciones para la deambulación.
En sentencia se deja claro que no cabe responsabilizar a la lesionada de la caída. Además, la misma se produjo de noche, en un lugar con escasa iluminación y con mucha gente transitando por el lugar. “No resultaba posible apercibirse de la ausencia de la baldosa aún prestando una debida atención a la deambulación”, detalla su señoría.

El mal cuidado del pavimento llevó a que se produjera este accidente

En lo que se refiere a la reclamación por la pérdida de un audífono en la caída, también ha sido estimada.
Esta sentencia se suma a otras que han sido dictadas por el Contencioso atendiendo las demandas de ciudadanos que han sufrido accidentes por el mal estado de las calles, acerados, instalaciones públicas comunes.
Las administraciones deben esforzarse en mantenerlas estado óptimo para evitar las posteriores consecuencias. Es por ello que en este caso en concreto se considera que el mal estado de ese acerado con la falta de la baldosa llevó a la posterior caída con las lesiones.

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“Dos o tres caídas al mes”

“En estas circunstancias no puede sino colegirse que la deambulación por ese concreto tramo de la vía no se encontraba en óptimas condiciones de seguridad. No olvidemos que si el accidente se produce en el año 2021 y las baldosas se instalan en el año 2007, su necesario desgaste unido a un deficiente mantenimiento es lo que determina el incremento de su resbaladicidad, constituyendo ello el título de imputación exigible y concurrente en el presente caso para la viabilidad de la presente acción de responsabilidad patrimonial”, apunta el magistrado.
La demandante presentó como pruebas tanto las fotografías como informes médicos así como un testigo que presenció la caída y que en su exposición fue “claro, coherente y verosímil”. El testigo recalcó además que desde la tienda en la que trabaja observa numerosos accidentes, “dos o tres caídas al mes siendo constantes los resbalones de la gente”, llegó a manifestar.
Queda así descartada la culpa de la víctima toda vez que está acreditado que la vía en la que se produjo el accidente no cumplía con los estándares de seguridad exigibles, sin haber aportado dato alguno del que quepa inferir un descuidado deambular de la accidentada.
“Los daños”, concluye su señoría, “se debieron al funcionamiento anormal de un servicio público municipal en el sentido amplio con que lo entiende la jurisprudencia, como comprensivo de toda actividad de la Administración sometida a derecho administrativo, teniendo en cuenta que correspondía a los servicios técnicos de la Administración local velar, poniendo los medios personales y materiales necesarios, para que el tránsito por la vía pública se encontrara en las debidas condiciones de seguridad”, concluye.

Otras sentencias y cuantiosa jurisprudencia

“Ningún ciudadano puede sospechar que cada baldosa, loseta o arqueta que se encuentra en una calle se convierte en una trampa al ser pisada, sino que confía en que la Administración responsable de la conservación y mantenimiento de la calle ha hecho ya la comprobación pertinente para que el ciudadano pueda caminar, sin temor, por la vía pública”, recoge una sentencia de la Audiencia de Granada citada expresamente en este fallo como parte de la jurisprudencia ya abundante en este ámbito.
Son ya muchas las condenas a administraciones por no tener el cuidado debido en los servicios públicos que causan incidencias graves en los ciudadanos.

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Ese tramo, que el afectado califica de peligroso porque existen antecedentes de batacazos similares al suyo, se encuentra en la confluencia de la calle doctor Marañón con Juan de la Cosa. El pasado fin de semana también trascendió otro caso en el Edificio San Luis.

“Esas losetas resbalan como el hielo”, sentencia este vecino de la barriada, quien aclara que no es cosa de la lluvia del fin de semana, sino que son resbaladizas siempre.

La solución que propone la última ‘víctima’ no es costosa para la Ciudad, calcula, además de resultar sencilla para un operario cualificado: sustituir las losas ‘de botones’ por otras “normales” y cuyo material sea antideslizante para evitar futuros accidentes con finales más trágicos.

No es un caso aislado, como desvelan quienes regentan los negocios cercanos. Uno de los empresarios de la zona también acabó en el suelo por culpa de esas losetas y, a pesar del tiempo transcurrido, asegura que todavía siente dolor en el hombro.

Cambiar las losas 'de botones' por otras antideslizantes

La edad del vecindario de las barriadas en torno al Hospital Militar de Ceuta es elevada y esa longevidad de la población hace que cualquier caída pueda ser fatal, de ahí que los residentes en el lugar demanden a la Ciudad Autónoma que reemplace las losas 'de botones' por otras que reúnan unas características adecuadas.

Por el momento, los vecinos han tomado la determinación de bajarse a la carretera para evitarse patinar a su paso por ese tramo. Una decisión que puede ser provisional porque se trata de una vía que soporta tráfico rodado y expone a estas personas, muchas de ellas mayores, a los vehículos.

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"Hemos tenido numerosas caídas precisamente de un familiar discapacitado que vive en el edificio San Luis y todos los días, forzosamente, tiene que pasar por ese tramo ya que el transporte escolar lo recoge en esa zona", ha explicado una ciudadana indignada.

Los transeúntes residentes en la zona reclaman una solución para dar seguridad a quienes caminen por sendas cuestas: en calle Solís con Sargento Mena (justo al lado de Acemsa, frente al laboratorio de la Clínica Oftalmológica); y de nuevo en Solís con la calle Millán Astray.

"Cuando se inicia la curva de bajada, se darán cuenta que se cambiaron todas las baldosas salvo esos dos tramos, precisamente los mas peligrosos", ha lamentado una de las afectadas. Ella misma criticó en 2019 esta situación a la que nadie ha puesto remedio.

Un auténtico tobogán con la caída de las lluvias

Las lluvias de los últimos días han convertido estas cuestas del centro de Ceuta en un auténtico tobogán en el que resbalan ya no solo los vecinos, sino también los pacientes de las distintas clínicas que se encuentran en el lugar y también los clientes de los negocios de la zona. Aunque no son necesarias las precipitaciones para sufrir un accidente.

Los juzgados ya han fallado en favor de los accidentados por culpa de las temidas losetas resbaladizas en otros puntos de la ciudad autónoma. De modo que mantener por más tiempo ese material en el suelo de las pendientes mencionadas solo puede conllevar nuevas caídas y condenas en favor de la ciudadanía que lleven aparejadas indemnizaciones que no son otra cosa que un menoscabo para las armas municipales.

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Así lo ha recalcado el consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, en respuesta a una interpelación del diputado no adscrito, José María Rodríguez. Tal y como ha detallado el popular, ya se hizo una primera fase de sustitución de losas que comprendió desde el Revellín hasta el establecimiento Zara.

Ese proyecto fue ejecutado por 146.000 euros y finalizó en febrero de 2022. Existe una segunda fase con proyecto terminado en su redacción que afecta a varias calles del centro como Real o Beatriz de Silva, entre otras, y que cuenta con un presupuesto de 800.000 euros y un plazo de ejecución de 6 meses.

Ese proyecto está en fase de trámite pero la Ciudad debe valorar si esa inversión de 800.000 euros merece la pena por la zona en cuestión que afecta y en donde no se registran tantas incidencias.

Desprendimientos en fachadas

Tal y como ha valorado Ramírez, la zona donde se concentraban más siniestros ha sido ya sustituida y desde entonces tan solo se ha registrado una reclamación por una caída que además no fue causada por las losas resbaladizas sino por un parterre.

La segunda fase, cuya redacción del proyecto se encargó a Tragsatec, se corresponde con una partida elevada por lo que se tiene que analizar si se lleva a cabo o no.

El diputado no adscrito ha cuestionado además sobre el seguimiento que hace la Ciudad a los problemas derivados del mal estado de fachadas y las caídas de elementos procedentes de las mismas.

El Gobierno ha indicado que se actúa por dos vías: hay una parte inspectora del área de disciplina urbanística y la posibilidad de que la institución municipal actúe de forma subsidiaria reclamando después el dinero de la actuación que lleve a cabo a los dueños de las viviendas afectadas por esas caídas.

Fomento también abre líneas de subvenciones, habiéndose aprobado 19 proyectos en ejecución que absorben 1,4 millones, además de existiendo otra actuación en revisión, dotada con 3,2 millones.

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