La Casa Regional de Ceuta en Melilla, después del parón provocado por el COVID-19, celebra un año más su tradicional Santa Misa en honor a San Antonio de Padua para venerar y honrar al glorioso Santo y difundir las costumbres caballas.

La normalidad parece que se va recuperando poco a poco y los cultos, los actos y las actividades congregando a algo más de público empiezan de nuevo a realizarse. Como cada año, la activa Casa regional de Ceuta en Melilla realiza su acto en honor a San Antonio de Padua.

La última vez que la Casa regional de Ceuta en Melilla realizó un acto por San Antonio fue en el mes de junio del año 2019, fecha en la que tuvo lugar el último Pregón a cargo del ceutí, exhermano mayor y actual secretario de la Cofradía de San Antonio de Ceuta, Carlos Orozco. La llegada del COVID-19 a la ciudad hermana en marzo de 2020, con la consecuente pandemia, provocó la suspensión de todos los actos, actividades y funciones en todos los ámbitos, paralizando por completo la vida de las personas y casi al completo la actividad de la entidad regional. Por este motivo, el año pasado los ceutíes no pudieron disfrutar, como años atrás, de su Pregón a San Antonio, su ofrenda, su besapiés, ni si quiera al reparto de los ansiados panecillos de San Antonio.

Entrega de panecillos a caballas y melillenses

Sin embargo, este año y gracias a la evolución favorable de la pandemia en Melilla, en parte a la vacunación, la Casa regional de Ceuta en Melilla ha decidido realizar la Santa Misa en honor a San Antonio. Y, por supuesto, aunque no ha habido pregón, debido a seguir la línea que marca la Cofradía de San Antonio de Ceuta, se ha recuperado la tradicional entrega de panecillos a los caballas y melillenses que han querido acompañarnos en este día tan especial para los ceutíes afincados en Melilla.

Además de esto, los devotos de este Santo han podido venerar a la Sagrada Imagen de San Antonio, la cual se encuentra expuesta desde el sábado en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús para el culto de sus fieles. Muchos han sido los ceutíes que se han parado ante la imagen y en el silencio íntimo han compartido con él sus mayores miedos e inquietudes y, por supuesto, han buscado alivio.

La Santa Misa en honor a San Antonio tuvo una gran acogida de participación de socios, simpatizantes y la presencia del senador por Melilla, Juan José Imbroda.

Con la solemne Santa Misa, oficiada por el vicario episcopal de Melilla y Caballa de Oro 2019 de la institución ceutí en Melilla, el reverendo Eduardo Resa, y la participación de dos socias para hacer sus lecturas, Cristina Elena Domínguez y Ana García, se clausura el Año Jubilar al que se sumó la Casa de Ceuta en Melilla por la festividad de San Antonio de Padua.

Al término de la Santa Misa se precedió a la entrega de los panecillos bendecidos entre todos los asistentes y se comunicó quién seria el pregonero oficial de San Antonio 2022 en Melilla: Carlos Rubiales.

Homenaje al Santo en Algeciras

La Casa de Ceuta en Algeciras celebró el domingo 13 de junio el día de San Antonio. El acto, que tuvo lugar en la sede situada en la calle José Luis Cano número 1, consistió en homenajear a San Antonio que,
si bien no es el patrón oficial de Ceuta, para los ceutíes es su patrón popular por la devoción que los ceutíes siempre le han demostrado.

Alejandro Ávila, presidente del colectivo caballa, manifestó que "por motivos de la pandemia, la Casa de Ceuta en Algeciras no ha podido desplazarse hasta la ciudad caballa para participar en su tradicional
romería, pero no ha querido dejar de pasar este día sin homenajear a este Santo tan querido por los ceutíes".

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La pandemia ha vuelto a hacer de las suyas y salvo la entrega de los panecillos a quienes han podido recogerlos, o la realización del triduo, en la jornada de este domingo se puso punto y final a los actos litúrgicos con la Santa Misa que tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral, hasta donde la imagen de San Antonio fue trasladada para que los devotos pudieran acudir a verle.

La misa estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza Boy y entre los asistentes se encontraba el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas. Numerosos feligreses, entre los que estaban, como no podía ser de otra manera, los miembros de la junta directiva de esta Cofradía acudieron al templo. Un fervor muy importante porque el santo nacido en Padua tiene una relación muy especial con los caballas desde tiempo inmemorial y además, por esta razón, el trece de junio se considera desde hace muchos años festividad en nuestra ciudad.

Como es lógico, una de las peticiones al Santo es que para el año que viene se pueda retomar la tradición tal y como la conocemos los ceutíes desde tiempos ancestrales y que han ido pasando de generación en generación.

Un 13 de junio que, a pesar de todos los acontecimientos, sigue teniendo ese especial sabor para los caballas aunque, desde luego, con la pena consiguiente porque una de nuestras tradiciones más especiales se pudo celebrar, pero no de igual manera a la que conocemos.

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Desde las 10:00 horas y hasta las 20:00, hermanos de la Cofradía de San Antonio se encuentran repartiendo el tradicional panecillo. Las personas han ido formando cola, respetando la distancia de seguridad, para conseguir uno de estos preciados panes que, según la tradición, otorgan suerte a su poseedor y que debe guardarse un año entero hasta la noche de San Juan, cuando se tiran al agua para alimentar a los peces. Una muestra de la devoción de los ceutíes por cumplir una tradición que forma parte indisoluble de la historia local. Es el conocido como el ‘pan de los pobres’, con el que San Antonio dio ejemplo y ayudó a los más necesitados. Una tradición que el año pasado no se pudo llevar a cabo, a causa del coronavirus, pero que este, con autorización de Sanidad, se está pudiendo realizar respetando diferentes medidas.

A las 12:00 horas, comenzó la imposición de medallas a los nuevos cofrades. En esta ocasión la recibieron: Eva Perea, Noelia Almazán, Gema Jiménez, Rocío Toledo y Aitana Pérez. Todas ellas estaban emocionadas al vivir un momento inolvidable, y con este gesto quedan unidas para la historia con la Cofradía del Hacho. Una imagen admirada por todos los ceutíes. De nuevo, ha quedado demostrado el amor y la entrega que le dedican todos estos hermanos durante todo el año a la Hermandad de San Antonio.

Este acto fue presidido por Ignacio Fernández de Navarrete y Bedoya, párroco de Nuestra Señora del Valle y director Espiritual de la Cofradía. A la misma, hizo acto de presencia el vicario general de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo.

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Se inicia con el rezo del Rosario de San Antonio

Este miércoles dio comienzo el Solemne Triduo en la iglesia Nuestra Señora de África. La Patrona de Ceuta y la imagen de San Antonio luciendo juntas una imagen para recuerdo y que hace llegar mucho más al corazón de los caballas. Son dos imágenes con mucho arraigo, y por eso hace que este triduo sea de los más especiales de los últimos años.
Este triduo que dio comienzo en la jornada de este miércoles, empezó primero con el rezo del Rosario de San Antonio, como viene siendo tradicional todos los años, terminando con una eucaristía. Esta misa fue oficiada por el canciller del Obispado de Cádiz y Ceuta y párroco de Santo Tomás de Aquino de Cádiz, Cristóbal Flor Domínguez. En la jornada de este jueves y en la del viernes, donde se pondrá fin al ejercicio del triduo, también correrá a cargo del canciller del Obispado.

Unos actos que contó con la presencia de los devotos, pero respetando la limitación de aforo siguiendo todas las medidas impuestas por las autoridades sanitarias.
Por otra parte, este jueves, a las 18:00 horas en la biblioteca Adolfo Suárez se hará entrega de los premios del concurso de narrativa y las artes plásticas que la cofradía ha organizado hace unas semanas.
Ya para el 12 de junio, la imagen de San Antonio será trasladada a la Catedral. Ahí, a las 12:00 horas, se hará la imposición de medallas a los nuevos cofrades.

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La primera placa de cerámica que se descubrió fue a las personas que han mostrado su amor y entrega durante tantos años a esta cofradía como son: Eduarda Vázquez García, Pilar Becerra Castillo y Carlos Orozco Pérez. Los propios familiares, de los que ya no están, han sido los encargados de descubrir esa placa agradeciendo a la hermandad por este gesto. Un acto que ha proseguido con el descubrimiento de una placa que estará dedicada para toda la vida a todas las víctimas del coronavirus, “con especial cariño a los fallecidos de nuestra ciudad”. Para ello han estado presentes familiares que han sido los encargados de descubrirlas. Asimismo, Paco Peña, visiblemente emocionado, ha recibido un cuadro con la figura de San Antonio.

Un sencillo acto y que quedará en el recuerdo de los fallecidos a causa del COVID y que ya serán recordados para siempre en la ermita de San Antonio. En el evento han estado presentes autoridades civiles y castrense, así como el vicario General de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo, y Jesús Bollit, presidente del Consejo de Hermandades.

Los cultos de San Antonio proseguirán con el Solemne Triduo, que será los días 9, 10 y 11 de junio en el Santuario de Nuestra Señora de África. Ahí, Mellado ha hecho hincapié en que fue idea del vicario, y que la hermandad consideró el detalle ya que era “bonito” juntar la imagen de San Antonio con la Patrona de Ceuta, ambas muy queridas y seguidas en nuestra ciudad. El orden que seguirá será en primer lugar, el rezo del Rosario de San Antonio, a las 19:30 horas, y a las 20:00 horas la Santa Misa.

Por otra parte, el 11 de junio, a las 18:00 horas en la biblioteca Adolfo Suárez se hará entrega de los premios del concurso de narrativa y las artes plásticas que la cofradía ha organizado hace unas semanas. Mellado ha insistido en que el concurso sigue abierto hasta el 8 de junio, y anima a todos los ceutíes a participar sin distinción de religiones.

Ya para el 12 de junio, la imagen de San Antonio será trasladada a la Catedral. Ahí, a las 12:00 horas, se hará la imposición de medallas a los nuevos cofrades. Como dato significativo se hará la entrega del típico ‘panecillo’, cumpliendo con las medidas sanitarias. Ya para el domingo, y como festividad de San Antonio de Padua, habrá una misa, a las 19:00 horas, y será presidida por Rafael Zornoza Boy, obispo de Cádiz y Ceuta.

Todos estos actos estarán bajo limitación de aforo, siguiendo todas las medidas impuestas por las autoridades sanitarias.

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Los cultos comenzarán el 2 de junio, a las 11:00 horas, donde se celebrará el claustro de la ermita de San Antonio. Ahí se inaugurarán unas placas exteriores de cerámica donde quedará reflejado el Año Jubilar Antoniano, que su celebración en nuestra ciudad se ha visto deslucida por la pandemia, y el cual estará dedicado a todas las víctimas del coronavirus, “con especial cariño a los fallecidos de nuestra ciudad”. Además habrá otras placas para personas que han mostrado su amor y entrega durante tantos años a esta cofradía como son: Eduarda Vázquez García, Pilar Becerra Castillo y Carlos Orozco Pérez.

En lo que se refiere al Solemne Triduo, será los días 9, 10 y 11 de junio en el Santuario de Nuestra Señora de África. Ahí, Mellado ha hecho hincapié que fue idea del vicario, y que la hermandad consideró el detalle ya que era “bonito” juntar la imagen de San Antonio con la Patrona de Ceuta, ambas muy queridas y seguidas en nuestra ciudad. El orden que seguirá será en primer lugar, el rezo del Rosario de San Antonio, a las 19:30 horas, y a las 20:00 horas la Santa Misa.

Por otra parte, el 11 de junio, a las 18:00 horas en la biblioteca Adolfo Suárez se hará entrega de los premios del concurso de narrativa y las artes plásticas que la cofradía ha organizado hace unas semanas. Mellado ha insistido que el concurso sigue abierto hasta el 8 de junio, y anima a todos los ceutíes a participar sin distinción de religiones.

Ya para el 12 de junio, la imagen de San Antonio será trasladada a la Catedral. Ahí, a las 12:00 horas, se hará la imposición de medallas a los nuevos cofrades. Como dato significativo se hará la entrega del típico ‘panecillo’, cumpliendo en la entrega las medidas sanitarias. Ya para el domingo, y como festividad de San Antonio de Padua habrá una misa, a las 19:00 horas, y será presidida por Rafael Zornoza Boy, obispo de Cádiz y Ceuta.

Todos estos actos estarán bajo limitación de aforo siguiendo todas las medidas impuestas por las autoridades sanitarias.

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Los cultos se desarrollarán en la Ermita de San Antonio donde los trabajadores están adecentándola y se encuentran con los últimos retoques para que presente el mejor aspecto posible para sus fieles. Asimismo se colocarán unas placas exteriores donde quedará reflejado el Año Jubilar Antoniano, que su celebración en nuestra ciudad se ha visto deslucida por la pandemia, y el cual estará dedicado a todas las víctimas del coronavirus, “con especial cariño a los fallecidos de nuestra ciudad”. Además habrá otras placas para personas que han mostrado su amor y entrega durante tantos años a esta cofradía como son: Eduarda Vázquez García, Pilar Becerra Castillo y Carlos Orozco Pérez.
De hecho, como novedad, este año contarán con una iluminación extraordinaria con la iconografía del Santo en la Plaza de África, y todos los cultos se desarrollarán con el estricto cumplimiento de las normas protocolarias sanitarias de prevención del COVID.

“Había que hacer algo especial porque cerramos ya el Año Jubilar Antoniano y creemos que la gente va a responder muy bien a estos cultos que hemos preparado de una forma muy especial”, señaló Carlos Orozco desde la Cofradía de San Antonio del Monte Hacho de Ceuta.
Para no perder la esencia de esta tradición, continúan estando disponibles para todos los ceutíes que lo deseen un cartel-balconera que, quienes tengan interés, podrán conseguir en la propia Ermita, en la papelería Ayala, o bien llamando al teléfono 696859687. La fotografía que ilustra el cartel, que podrá adquirirse por 12 euros, ha sido cedida por la fotógrafa ceutí Beatriz Lamenca Cachinero.

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La cofradía tiene todo preparado para realizar la misa, pero ayer, cuando FaroTV subió a la ermita, no se escuchaban los ruidos del montaje de San Antonio en el paso, simplemente silencio en la ermita y olor a incienso. El hermano mayor, Javier Mª López Borderías, fue el primer hombre en entrar en la cofradía y desde entonces sigue ligado a la misma.
Hoy no vivirá un día como otros, será completamente diferente. “La preparación se ha hecho con un gran disgusto, no hay Romería, se acaba la esencia de la cofradía con el Santo en procesión. Se respira una tranquilidad en la ermita, no se ve tanta gente... este año será distinto”.
Habrá una misa con aforo limitado y con las medidas de higiene necesarias. Subirán a la ermita algunos miembros de la junta de Gobierno, así como algunos devotos pero desde la cofradía lo han dejado claro “no queremos que suba la gente este fin de semana porque la ermita estará cerrada”.
Le tocará sufrir como el resto de devotos de la hermandad, en un día tan especial, como el 13 de junio: “Los sufrimientos se los echamos a manos de Dios, a manos del Santo para que sean de beneficio para otra persona que lo necesite”, señala Borderías.

La cofradía de San Antonio no rechaza nada, siempre recoge lo que le dan y lo arregla si es necesario. De ahí las mejorías que ha tenido durante estos últimos años.
“Una de las donaciones vino de parte de Rafael Montero, que nos dio la lámpara que está en el altar y otra los bancos que los donó Pablo, dueño de San Pablo”.
Uno de los cambios más significativos se encuentra en el exterior de la ermita, donde se pueden ver unos diseños nuevos que le dan un sentido especial a esta zona de San Antonio. La cofradía no vivirá su día más importante como en otras ocasiones, pero los corazones de sus devotos sí que seguirán llenos de amor hacia el santo.
Ana Mª Mellado, vicehermana mayor, considera a San Antonio como el Santo de “todos los ceutíes y de ahí la devoción que hay sobre él. Es un santo muy claro, cuando algo no le gusta te lo va a entender. Es un día muy tradicional y se cuentan historias de padres a hijos”.
El 13 de junio es el día especial para la ciudad y para la cofradía, se vive en todos los rincones y cualquiera que sube disfruta de esta Romería. “Es una seña de identidad para la ciudad y para la cofradía es el culmen de llegar”, añade la vicehermana mayor.
San Antonio no saldrá en procesión como en otras ocasiones, pero sí que esperará en el altar a que cada día puedan subir a verlo, manteniendo las medidas de seguridad e higiene. La ermita cuenta con todos los preparativos necesarios para evitar algún contagio.
Pilar Cantos es una de las personas que más vive este día y conoce bien la historia de la cofradía. De ahí que hable de cada rincón de la casa de hermandad. “La cocina de esta casa de hermandad es el corazón de la cofradía donde se deciden cosas importantes y donde también se pasan buenos ratos”, resalta. El 13 de junio de 2020 se recordará por ser el día que San Antonio tuvo que quedarse en el altar y no pudo procesionar.

Figuras de San Antonio

Una de las zonas más curiosas, está en un armario donde se guardan donaciones en forma de figuras de San Antonio de todas las partes del Mundo.
Se pueden ver figuras del santo de todo tipo, incluso hay alguna subido en una vespa o en un coche, junto a una tabla de surf. Es una parte reciente de la cofradía.
La más importante es que son donaciones de los devotos que les “traen cuando suelen ir de viaje a algún sitio. Por ejemplo mi marido y yo nos encontramos una figura en barro en Bruselas y luego la hemos traído a la casa de hermandad”, dijo Pilar Cantos, que además es tesorera de la Junta de Gobierno.
Cada objeto que se encuentra en este armario tiene una historia diferente que contar, de ahí que se guarda con tanto cariño.
Se puede además ver incluso las llaves de la casa de San Antonio, cuando por aquel entonces era aún Agustino y se llamaba Fernando. Todo está bien conservado y cuidado, para el disfrute de quien visita la casa.
Las pequeñas figuras y objetos han llegado de distintos puntos, Bélgica, Brasil, Portugal, pero todas con un mismo significado para San Antonio de Padua.

La talla de San Antonio es del siglo XVII: la ermita de la cofradía está en el Monte Hacho y es por todos conocida

La talla de San Antonio de Padua venerada en la ermita del Hacho data del siglo XVII, posiblemente portuguesa. En el siglo XVIII se le colocan ojos de cristal y se aplica la policromía que presenta en la actualidad. A lo largo de los años ha sufrido varias intervenciones, más o menos acertadas, acometiéndose la más reciente en 2013 a cargo del Licenciado en Bellas Artes, José Manuel Cosano Cejas, devolviéndole a la imagen su aspecto original. Se trata de una imagen vestidera de mediano tamaño, cuyos pies y piernas están encarnadas hasta las rodillas, y el resto del cuerpo está policromado en tono marrón oscuro, al estilo que comúnmente se denomina ‘de pijama’. Luce hábito franciscano textil. En sus manos sostiene al Divino Niño Jesús y un ramo de lirios que representa la castidad (voto de la orden franciscana junto a la pobreza y la obediencia). Sobre su tonsa cabeza fulgura una aureola de plata, símbolo de santidad. En cuanto al Niño Jesús, muestra una belleza singular tanto en la expresión de su rostro, como en sus manos y vestido. En su cabeza luce las tres potencias y con la mano izquierda sostiene el orbe (o mundo) mientras bendice a la griega con la derecha. Aunque es talla completa y presenta ricos estofados, en ciertas ocasiones se reviste con túnicas pertenecientes a su ajuar.
La Ermita de San Antonio de Padua está enclavada en la cima del monte Hacho, lugar que ofrece la contemplación de unas vistas inmejorables de la ciudad y el estrecho de Gibraltar. Las crónicas citan la existencia de la ermita del Tojal poco tiempo después de la conquista portuguesa. Es verosímil que la Ermita de San Antonio en el Monte Hacho de Ceuta se edificara en los primeros años después de la conquista en el 1415. Dos razones o circunstancias coincidieron a que así sucediera. En primer lugar, la naturaleza de los conquistadores, que como es sabido eran portugueses, lo que hizo que se introdujera con ellos, fuertemente, la devoción del Santo lisboeta en la ciudad de Ceuta. En segundo lugar, los capellanes de la flota que les acompañaron pertenecían a la Orden franciscana, a la que San Antonio también pertenecía. En el verano de 1545 el Vble. Padre Fernando de Contreras elige la ermita para retirarse a hacer penitencia, en uno de sus viajes para rescatar cautivos en Marruecos.
La ermita ha sufrido varias reconstrucciones, como la de 1593 en la que se utilizó madera de los pinos del propio monte para las vigas. En un principio la Ermita carecía de espadaña, que se construyó en el último lustro del siglo XVII, a la que se llamó torre, y se hicieron sus portalones. En 1749, tras la epidemia de peste tuvo una nueva reconstrucción, reinaugurándose con solemnes cultos religiosos y lidia de toros en las inmediaciones. Arquitectónicamente el cuerpo del templo es de planta rectangular, de una sola nave, siendo de destacar las yeserías barrocas de la bóveda de cañón con lunetos, además de las columnas con capiteles corintios.
El retablo que alberga la secular imagen es de estilo neoclásico, predominando los colores verde y rojo, quizá como reminiscencia de la patria del Santo. El atrio, la sencilla fachada y su espadaña, en la que predominan los colores ocre y blanco, ofrecen un aire de frescura al conjunto.
Los capellanes residían en el Monte Hacho en casa adosada a la Ermita y con puertas que comunicaban con ella. En la actualidad, en la casa contigua a la Ermita con directa y visible comunicación con ella, se sitúa las dependencias de la Cofradía de San Antonio, contando con sala de exposiciones, sala de juntas, despacho, además de un almacén. Es peculiar la tradición entre jóvenes sin compromiso matrimonial sentarse sobre el escalón de mármol de acceso al altar mayor y pedir en esa actitud al Santo que le conceda un novio.
Toda una historia para una cofradía de las más seguidas en Ceuta, que tiene su punto álgido el día 13 de junio, con una romería que llega hasta la propia ermita.
Es una de las hermandades de Gloria del Consejo de cofradía y hermandades de la ciudad. Los devotos de San Antonio suele subirse en más de una ocasión a la semana, para seguir las misas que allí se celebran.

Cada 13 de junio en la ermita se reparte pan, que tiene una historia unida a San Antonio de Padua

Hace muchos años cuenta una leyenda franciscana que, cerca de Padua, a una madre que estaba trabajando en el campo se le cayó su hijo en una cisterna. Cuando lo recobró, estaba muerto, ahogado. La madre fue corriendo ante el altar de San Antonio, pidiéndole encarecidamente que devolviera la vida a su hijo y prometió dar a los pobres una cantidad de trigo igual al peso del niño. Al final de su súplica, el niño fue reanimándose hasta volver a la normalidad.
La mujer tomó el trigo, lo amasó y distribuyó el pan entre los pobres. Por eso, al principio, la obra del Pan de San Antonio se le llamó “Peso de los niños”, después Pan de los Pobres y finalmente Pan de San Antonio. El día de la festividad del santo se distribuyen entre los fieles que van a la misa panecillos en recuerdo del ‘Pan de San Antonio’ en las iglesias dedicadas al santo.
La historia ha dejado paso a la actualidad y desde hace muchos años la cofradía de San Antonio de Padua de Ceuta distribuye el día 13 de junio, pan entre los asistentes a la misa en la ermita. Se ha convertido en una tradición y son muchos los que van a ver la procesión del santo y además recogen el pan. Hay quienes guardan ese pan durante todo el año sin comérselo y lo cambian al año siguiente cuando vuelve a salir San Antonio. Otros sin embargo sí lo utilizan para comérselo, sobre todo, repartirlo entre los niños.
El hermano mayor, Javier Borderías, tuvo una anécdota el año pasado, precisamente con el reparto del pan, y la recuerda con mucha gracia: “Siempre hay lío en el reparto, pero el año pasado nos pusimos unos monaguillos y yo, y estuvo bastante bien.

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Por otra parte, esta réplica todavía no puede ser expuesto en San Antonio hasta que el obispado no dé el visto bueno. “El obispado tiene que dar luz verde para su bendición en Ceuta y pueda tener culto en la ermita. Si la respuesta fuera afirmativa sería la primera réplica del Valle en recibir culto. Ya que hay una existente en el museo Naval de Lisboa pero no ha recibido el culto”.

La figura hecha por el ceutí le ha llevado unos cuantos meses para que quedara a la perfección y contara con todo tipo de detalles. “La imagen está realizada en una altura de 40 centímetros y está elaborada en barro y pasta”, finalizó Martín.

En los próximos meses conoceremos la respuesta del obispado y si esta réplica estará finalmente expuesta en la ermita de San Antonio para la visita de los fieles. Si se consiguiera exponer sería una figura muy vista ya que este año pasarán muchos fieles por la ermita de San Antonio por su Año Jubilar.

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La conferencia, que lleva por título ‘El culto interno y externo de las Cofradías y Hermandades’, se ha desarrollado en la Sala de Usos Múltiples.

“El título de la conferencia se refiere a uno de los fines para los que se crean las Hermandades. En la Edad Media, el fin es dar culto a la pasión de Cristo, a la Virgen María o a los santos. A veces nos quedamos mucho con los cultos externos, las procesiones, pero nos olvidamos de los cultos internos, que ya están estipulados y que vienen a ser, entre otros, los quinarios, las novenas, las misas ordinarias, los pliegos por los difuntos”, ha explicado el párroco a El Faro.

Sánchez es Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, y párroco desde el 14 de septiembre de 2015 de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma de Cádiz.

Durante la conferencia, el religioso se ha remontado a la raíz etimológica de culto (colere en latín) en el sentido en que se aborda, es decir, cultivar, “dar relevancia o reconocimiento a la divinidad”, antes de desgranar la faceta más humana de este concepto.

Sin olvidar que hay “distintos niveles de culto”. “Desde Yahvé en el antiguo Testamento, que aparece descrito de forma detallada en las sagradas escrituras en el Nuevo Testamento y que en la revelación de Cristo como palabra del Padre que se hace hombre, conlleva una nueva realidad”, ilustró el religioso.

Por la importancia de cultivar, en el sentido señalado, más la “dimensión vivencial del cofrade”, que participa en la celebración de lo que ha denominado, “los misterios de la Iglesia”.

En especial, enfocado en la “eucaristía”, llevando el cofrade hasta ella “sus esperanzas, sus preocupaciones, sus tristezas, sus fracasos…”, y todo ello con un “deseo de superación, de santidad, de vivir con el amor de Dios y con amor al prójimo”. Todo con el fin de que cada día haga de su existencia “lo más parecido a la vida de Cristo”.

“Ahora le daremos a Dios un culto en espíritu y en verdad. Y no muchas veces lo que criticamos de la incoherencia, golpes en el pecho, hipocresía”, quiso retratar Sánchez.

Más allá de las expresiones visibles del culto, como son las procesiones, de las que la mayor parte de la sociedad disfruta, el párroco ha profundizado en el otro aspecto: por qué el culto interno está devaluado.

“Muchos factores han influido en que el culto interno se descuide: la secularización, y creo que también es muy notoria esa idea tan extendida por la gente de ‘yo soy católico no practicante’, que es lo mismo que si me dijeran soy padre, madre practicante o docente o sanitario practicante o no practicante. A un padre le quitarían la potestad, y a un docente o sanitario le echarían de su trabajo”, ha comparado.

Sánchez Moreno, que ha venido a Ceuta, como él mismo ha señalado, gracias a su “amigo” Carlos Orozco, ha puesto en valor que este Año Jubilar Antoniano “es un motivo para unirme al Jubileo, ganar la indulgencia plenaria y compartir unos momentos con los cofrades y devotos de San Antonio de Ceuta”.

Y ha destacado una máxima como manera de vivir el culto, sea del tipo que sea: “Lo que no se practica es porque no se ama. Y lo que no se ama es porque no se vive”.

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