El hombre de 85 años ha tenido que ser trasladado a Urgencias del Hospital Universitario porque mientras se duchaba sintió el golpe causado por los escombros de un techo cuyo colapso era inminente.

"Mi padre estaba duchándose y le ha caído literalmente encima de la cabeza", ha contado la hija del hombre con voz entrecortada.

Tras quitarle los trozos de encima y limpiarle el polvo, no han querido correr riesgo alguno y lo han llevado al clínico de Loma Colmenar, pues aunque no tenía ninguna herida visible, el hombre, además de nervioso por lo ocurrido, estaba mareado y desorientado.

Ahora la familia espera por los resultados de un segundo TAC que le realizarán el martes para saber el estado de salud de este vecino de González de la Vega que tiene años sufriendo calamidades y que tendrá que quedarse 24 horas en observación para evitar peligros.

El afectado lleva décadas en el mismo lugar. "Mi padre tiene documentación de que esa casa se la entregó el Ayuntamiento" ha insistido la hija, quien ya en 2022 había dejado claro que su padre no era ningún okupa.

En esa oportunidad recordó que la vivienda es de la Ciudad Autónoma, que le cedió las llaves a su padre de manera provisional, con la promesa de que en algún momento sería reubicado en una VPO. Tras interminables años de espera, la situación no se ha resuelto, su padre no ha sido reubicado y el lugar "está en ruinas".

Y es que no es solamente el cuarto de baño, sino también el salón al que le falta un trozo de techo que se desprendió y aún esperan que lo arreglen. "En la cocina también hay daños", que comenzaron a reparar pero que quedó a medias.

Petición de la hija del vecino afectado

Tras lo acontecido este lunes, la hija del vecino ha dicho que "han ido unos técnicos del Ayuntamiento y dicen que mañana (martes) terminarán de tirar todo el techo para próximamente arreglarlo, pero esa es la misma historia de siempre, luego tardan meses y al final se cae el techo de nuevo".

A estas alturas la reubicación inmediata es lo que exigen. "Solo pedimos una vivienda digna, ya que esa por mucho que hagan arreglos que al final son chapuzas, nunca se termina de arreglar".

Y es que el hombre que vive con su nieto y un niño de año y medio, todos obligados a caminar en medio de escombros, ya ha resultado herido en otras ocasiones por las condiciones en las que vive. En otra oportunidad se cayó y se rompió la nariz por unas goteras.

"Lo que pedimos por favor y ya por humanidad es que le den una vivienda digna. Estamos desesperados, puede ocurrir una desgracia". La hija del afectado ha asegurado que está desesperada y que vive con miedo ante la realidad de que su padre y demás familiares permanezcan en una vivienda que “se cae a pedazos”.

Respuesta de la Ciudad

A finales del año pasado, el Ejecutivo local negaba la versión de que no se hacía nada al respecto, señalando que Servicios Sociales había estado citando a los vecinos para llegar a una solución negociada con ellos que no pasara por ejecutar las sentencias de desahucio existentes.

De acuerdo con la Ciudad, ante ese llamamiento sólo habían comparecido dos. La hija del hombre ha asegurado que su padre fue uno de ellos. "Nos dijeron que buscáramos un alquiler y que se fueran de la vivienda, pero deberían dar una casa para personas mayores o un alquiler social y ayudar a pagarla, mi padre no puede afrontar un alquiler caro".

Este año la mujer ha podido conversar con una trabajadora social de la Consejería y está a la espera de una contestación.

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Es la segunda avería, según la versión oficial de la Ciudad, que sufre esta semana el bloque, "que se encuentra en muy malas condiciones".

Sin embargo, para los vecinos, según relata Juan José González, tras asearse con el agua recogida frente a la sede de Telégrafos, se trata de "un complot", una suerte de intento de echarles del edificio.

Ahí las versiones difieren, pues el representante de los residentes asegura que los "mandaron a vivir ahí en vez de darles una vivienda social como correspondía" y la Ciudad, entiende que su presencia allí es una suerte de ocupación y apuntan que todos los intentos por realojarlos en otro lugar han sido "infructuosos".

Partiendo de esos extremadamente diferentes puntos de vista, González relata que "la pasada semana acudió al lugar personal de la empresa de aguas y cortó la llave de agua con una radial, poniendo también un seguro para evitar que pudiéramos dar agua al edificio".

Al día siguiente dice que las familias recibieron a "la directora de fomento y al de Acemsa". "Ella nos dijo que nos buscaría una casa alternativa, porque esto está en la ruina. No coincidimos, simplemente está en mal estado por la dejadez. Si estuviera en la ruina no estarían invirtiendo un dineral en renovar los locales de abajo. El hombre de Acemsa, por su parte, dijo que no le importaba para nada si pagábamos el agua o no", asegura este vecino.

La fuga, tal y como señala la Ciudad, fue arreglada y los que allí viven recuperaron el servicio. Sin embargo, tal y como relata González, en la jornada del lunes volvieron a cortarles el agua. "No puede venir de nuestras casas. Le esta cayendo a una tienda, pero si no los otros dos bajos también estarían empapados. Eso es de las obras de los locales que habrán picado una tubería", resume el representante vecinal que insiste en que les quieren "echar".

Nada más lejos de la realidad según la Ciudad, que asegura que se está procediendo a las reparaciones.

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Según redacta el proyecto que ha sido elaborado por la Consejería de Educación y Cultura, el estado de conservación “aconseja” acometer esta actuación con el fin de “eliminar, frenar o reducir patologías”, así como para su adecuada “preservación, exposición y difusión”.

En total son 110 piezas de cerámica, 10 metales, 1 pieza mixta (hueso y metal), 1 madera y 3 vidrios (total 125 piezas).

Todas podrán verse en un día y hora específica tras una solicitud para que puedan ser vistas y examinadas para su futuro trabajo.

La actuación mínima para cada pieza será: examen y determinación de las patologías existentes. Limpieza y estabilización. En caso de ser necesario, retirada de adhesivos y otras sustancias ajenas a las piezas e unión de los fragmentos y por último el tratamiento final para la exhibición al público.

La Ciudad dará un plazo de ejecución a la empresa que realice estos trabajos de 6 meses. Asimismo prevé que tenga un coste cercano a los 15.000 euros.
Además todos estos trabajos de conservación preventiva y adecuación para su exhibición pública se realizarán en el Museo de Ceuta, situado en las Murallas Reales. “Excepcionalmente, las piezas podrán transportarse al taller del adjudicatario que será responsable de su integridad y seguridad”.

El valor asegurado para cada pieza y las condiciones exigibles que deben constar en la póliza de seguros serán determinados por el responsable del contrato nombrado por la Ciudad Autónoma de Ceuta y por los responsables del Museo de Ceuta.

Son 110 de cerámica, 10 metales, 1 pieza mixta (hueso y metal), 1 madera y 3 vidrios (total 125 piezas)

“La autorización de traslado de piezas se realizará por escrito obligándose el adjudicatario a su reintegro en las colecciones del Museo de Ceuta. La documentación elaborada a tal efecto deberá especificar: el plazo en que deben ser reintegradas al Museo de Ceuta, inventario pormenorizado de las mismas, copia del seguro y acta de entrega firmada por el adjudicatario, el responsable del contrato y el del Museo”, añade el documentado elaborado por la Consejería de Educación y Cultura.

Tras el examen, documentación y análisis del estado de conservación, la Consejería dará un plazo máximo de 15 días para que la empresa haga una propuesta de intervención en la que se valore el estado general de conservación de cada una de las piezas, se detallen las patologías detectadas, actuaciones específicas a desarrollar para cada una de las piezas, los productos y materiales que se juzgue adecuado utilizar y cualquier otro extremo que se considere de interés relativo a la conservación del conjunto de piezas.

El responsable del contrato estudiará la propuesta de intervención y, en caso de desacuerdo con la propuesta, informará de los reparos a la misma al adjudicatario para su revisión y modificación.

En cualquier caso, los trabajos no podrán dar comienzo en tanto la propuesta de intervención no sea aceptada por el responsable del contrato. “El adjudicatario llevará a cabo los trabajos descritos en la propuesta de trabajo con estricto cumplimiento de la misma. Cualquier alteración deberá ser comunicada y aprobada por el responsable del contrato nombrado por la Ciudad Autónoma”, indica.

Terminada la fase de ejecución, se redactará una memoria final que incluirá: la propuesta de intervención aprobada, valoración general del estado de conservación de los materiales antes de la actuación y situación final, descripción detallada de la intervención realizada, anexo fotográfico y detalle de los productos utilizados durante la intervención.

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La reclamación principal es que a este vecino ni lo reubican ni le arreglan la vivienda

“La Ciudad dice que ya no arregla nada porque eso está en orden de desahucio”. Sin embargo, los familiares del vecino de la calle González de la Vega número 2, piso 1, derecha, argumentan que la orden “está parada” y que durante el tiempo que ha durado la pandemia “no nos han dicho nada”.
El reclamo principal es que a este vecino ni lo reubican ni le arreglan la vivienda, “y para mi sorpresa, justo abajo de donde vive mi padre, donde supuestamente está esa casa en ruinas, hay una oficina de Fomento de la Ciudad, pero para las personas que están arriba no hay una solución”.
Los afectados por esta situación insisten en que estos edificios antiguos no están recibiendo el debido mantenimiento por parte de las autoridades, “porque la Ciudad se acoge a que allí hay personas okupas, pero mi padre está de otra manera, es una situación especial porque él tiene sus papeles”.

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"En ese mismo momento, cuando atravesaba por la misma zona en compañía de su familia, un agente de la Policia Portuaria fuera de servicio, según pudimos conocer a posteriori,  ya que todos creíamos que se trataba de un miembro de la Policía Nacional, no dudó en perseguir al individuo al ver lo que sucedía, abortando el intento de atraco en la misma puerta del portal donde habita la víctima", ha relatado una de las personas que se encontraban en el área.

Tras la fuga del individuo y desde el mismo lugar el policía portuario dio aviso al 112 para que comunicase lo acontecido, aportándole datos sobre el individuo. "Estas actuaciones ejemplares son de valorar y agradecer al hacernos sentir algo más seguros en nuestras calles", han valorado los presentes, que también han aplaudido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "por su profesionalidad".

"En esta ocasión hay que felicitar al Cuerpo de Policía Portuaria y en especial a este agente, que con su rápida y decidida actuación evitó males mayores", ha destacado uno de los ceutíes que vieron in situ su respuesta a la situación de riesgo a la que se enfrentaba la víctima.

La Policía Portuaria es un cuerpo de policía especial administrativa dependiente de cada una de las 28 Autoridades Portuarias que conforman el sistema portuario del Estado. El personal adscrito al Servicio de cada una tiene la consideración legal de agentes de la autoridad de la Administración Portuaria según la Ley de Puertos del Estado y la Marina Mercante.

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Él ocupa un segundo piso y, justo debajo, residen otros familiares cuyas vidas, literalmente, están en riesgo. ¿El motivo? Las gravísimas filtraciones de agua y humedades y el temor a que la zona donde tiene su bañera, caiga hacia el piso de abajo y cause alguna desgracia. “En el primero vive mi hijo, con su abuelo, con la pareja de mi hijo que además está embarazada y también otros niños pequeños, como se desprenda el techo como ya ha pasado estando alguien debajo lo mata”, teme.

Cuenta que hace unos meses varios técnicos de Emvicesa estuvieron valorando y que se hacen reparaciones siempre mirando el mínimo costo y en poco tiempo, de nuevo, el riesgo es el mismo. “Esto ya nos pasó hace años, y en vez de quitarme la bañera a mí porque tenían que poner una nueva, vieron por lo más económico y lo ‘arreglan’ por abajo, ponen el techo de escayola, pero luego se vuelve a desprender”, explica. Las imágenes que envían muestran la evidente dejadez.

También comenta que su caso no es el único. “Hay vecinos que ni agua tienen en casa porque los bajantes están obstruidos, a veces nos piden de favor usar nuestros baños o directamente se van a casa de otros familiares para poder ducharse”, describe este vecino.

Juan José pide auxilio, hace esta denuncia pública porque ve, en los medios, la última esperanza para que estos problemas se tomen de una vez por todas en serio antes de que haya que lamentar víctimas mortales.

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La declaración del estado de alarma en marzo de 2020 les golpeó con fuerza. “Como a todos”, apostilla Román. Durante los meses de confinamiento, bajó mucho la venta y eso costó recuperarse: “Nos ha afectado bastante. Ha habido momentos más duros con la gente que no podía salir, las restricciones que ha habido... pero bueno, lo hemos sobrellevado”.
Con la llegada de la pandemia, el matrimonio, que tiene dos hijos, decidió poner una mesita en la puerta para atender desde ahí a los compradores. Se trata de una medida de seguridad sanitaria para prevenir los contagios, así evitan que los clientes se aglomeren en el interior y que quede género sin desinfectar si alguien lo toca sin que nadie más lo vea.

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Habib llama día tras día a las oficinas de Emvicesa para que se lo solucionen, “pero me dicen que ya irán. Llevan así un año”, comentó. Esta vecina aseguró que “aunque los vecinos no hacen, digamos, su necesidades, mis dos cuartos de baños están mal y tenemos un olor que nos mata”. Tanto es así que esta mujer decidió que sus hijos, una de ellos con minusvalía, se fuesen a vivir con su abuela, ya que la situación en casa es “insoportable. No se puede vivir dentro de mi casa”.
Según Habib, Emvicesa ya ha actuado en otras casas de este edificio. Sin embargo, a la suya nunca llegan. “Está afectado todo el edificio, lleno de grietas y han venido los bomberos con las lluvias, que tenemos un informe”, apuntó.

Esta mujer lamenta, además de lo desatendida que se siente al vivir en ese edificio, la pérdida de todos sus muebles. La entrada de agua a la vivienda a través del techo ha estropeado camas, puertas, sillas y demás enseres de esta vivienda. Habib sabe que la culpa no la tienen sus vecinos, sino de quien no se le arregla. “Cuando ya se terminó de caer el techo y la bajante empezó a soltar de todo, eso me ha hecho un destrozo”, indicó.
Esta vecina solo quiere que, después de un año que lleva de papeleos y llamadas, acudan a solucionar su problema, es decir que le arreglen el techo para que la bajante deje de afectar tanto en el día a día.

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En el momento del accidente, el sobrino de esta mujer se encontraba en la estancia duchándose. Sin embargo, un crujido previo al desprendimiento alertó al sujeto que, sin pensarlo, salió corriendo del cuarto de baño antes de que se produjese el incidente. “Se ha caído por completo”, aseguró la mujer.

Pero no es la primera vez que algo así ocurre en esta vivienda. Hace unos meses, según contó la hija del afectado a El Faro de Ceuta, el techo de la cocina también se les vino encima, “aunque de forma más leve”. Estas viviendas pertenecen a la Ciudad, por lo que el mantenimiento de las mismas depende de ellos. “Tuvimos que hacer un apaño nosotros y gastarnos el dinero”, señaló.

Ahora, el daño es mayor y nadie quiere hacerse cargo de este problema. “Nosotros estamos en juicios por todo el tema del desahucio de este edificio. Denunciamos esta situación hace ya unos meses para que arreglaran lo de la cocina. Pero nada”, comentó esta ceutí. Su hermana, su padre y su sobrina viven en esa vivienda desde hace ya bastante tiempo y aseguran que “tienen los papeles como que no son ilegales”.

Desde el pasado mes de febrero, los inquilinos de esta casa de González de la Vega conviven con el miedo al desahucio. Las familias que residen en el lugar no tienen respuesta por parte de la Ciudad desde que se iniciaron los trámites judiciales para desalojarlos hace ya casi dos años. Por este motivo, estas hijas piden “por favor y por humanidad que alguien nos ayude. Estamos desesperados. Presentamos escritos para que arreglen la casa y no hacen caso, solo quieren el desahucio, aun alegando que mi padre está ahí con papeles. Él se merece una vivienda digna”.

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