El 16 de junio de 2018 durante la Procesión Magna, tuvimos la ocasión de ver terminados los trabajos de restauración que se han llevado a cabo en los antiguos respiraderos de Ntra. Sra. del Mayor Dolor; como continuación del proyecto integral iniciado en 2013 para recuperar el sello de identidad que marcaron los orígenes de este paso de palio, tanto en su orfebrería como en los bordados.
A finales de los años cuarenta del pasado siglo, la Hermandad ceutí adquiere en los Talleres del prestigioso orfebre Seco Velasco de Sevilla el primer elemento que dará carácter al futuro paso de palio de Nuestra Señora del Mayor; se trata de unos respiraderos en metal plateado, de corte recto y clásico, pero con un exquisito diseño del ceramista malagueño D. José Recio del Rivero, afincado en Sevilla y con un reconocido prestigio por sus diseños en elementos cerámicos y para hermandades; teniendo su máximo exponente cofrade en el paso de palio de Ntra. Sra. de la Esperanza de Triana y en su ajuar procesional.
Al calor de la Exposición Iberoamericana celebrada en 1929 en Sevilla alcanza su máximo apogeo el “Regionalismo”, estilo que alcanza a todas las artes decorativas, repercutiendo en todo lo concerniente a la estética de la ciudad: edificios, plazas, monumentos, etc. y, cómo no, en su Semana Santa; viviéndose en esos años una importante eclosión y resurgir de talleres, alumbrando importantes piezas del bordado, orfebrería y talla basadas en exquisitos diseños. El taller de orfebrería de D. Manuel Seco-Velasco Aguilar es el cuarto eslabón de una extraordinaria saga de orfebres que ha legado piezas excepcionales; orfebre y académico de Santa Isabel de Hungría que falleció en 1991 en Sevilla a la edad de 83 años, dejándonos obras de gran calibre como la corona, cetro y ráfaga de Ntra. Sra. del Rocío de Almonte, así como sus varales y techo de las andas procesionales; coronas de Ntra. Sra. de las Angustias (Gitanos Sevilla), Reina de los Ángeles de Alájar (Huelva), Virgen del Carmen de San Fernando y Ntra. Sra. de Regla de Chipiona (Cádiz), todas ellas realizadas en oro. También fue autor de los respiraderos de las hermandades de San Isidoro y Trinidad de Sevilla, por citar algunas obras destacadas.
La Hermandad ceutí de los Remedios, fundada en 1945, se pone en contacto con el prestigioso taller sevillano. Imaginamos que sería nuestro querido y recordado Pepe Remigio “alma-mater” de la Hermandad, que desde sus inicios con su buen saber y hacer, quiso proporcionarle a su Virgen del Mayor Dolor unos respiraderos acordes al ambicioso conjunto que mas tarde conseguiría para Ella. Los respiraderos son de corte recto, formando paños rectangulares, separados por columnas de corte jónico de fundición. Los paños alternan dos diseños distintos que, por su maestría y personalidad, se pueden atribuir con toda seguridad a la mano de José Recio del Rivero que por entonces trabajaba en Sevilla y colaborara con dicho taller. Lo paños tienen como motivos parejas de dragones, unos enfrentados de cara y otros de espaldas, separados por una crátera central con frutas que sirve de eje. El frontal lo preside el escudo de la cofradía (corazón traspasado y orlado por corona de espinas). Se da la circunstancia de que el taller de Seco repite el modelo de este respiradero en más de una ocasión, son casi idénticos los pertenecientes a la Virgen de la Esperanza de la Hermandad de la Expiración de San Fernando o los de Ntra. Sra. del Consuelo de Jerez de la Frontera, ambos en la provincia de Cádiz.
Estos respiraderos estuvieron cumpliendo su función perfectamente ya que junto al resto las piezas de orfebrería y, sobre todo, con el emblemático palio que diseñara José Recio para la Esperanza de Triana, adquirido por la Hermandad de los Remedios de Ceuta a principios de los años 50, formaban un perfecto y armonioso paso de palio que, por avatares del destino, se había configurado casualmente con dos elementos diseñado por el mismo artífice. A finales de los años 70 estos respiraderos son sustituidos por unos nuevos, perdiendo su función en el paso, siendo reutilizados en la capilla de la Hermandad a modo de marco de los titulares. Con el paso de los años se desmontan y pasan a estar guardados y olvidados en uno de los almacenes de la cofradía.
En 2013 se inicia el importante y ambicioso proyecto de puesta en valor del extraordinario conjunto del paso de palio de Ntra. Sra. del Mayor Dolor, concienciándonos de que ciertas piezas, por su valor artístico, debían ser devueltas a su esplendor. El primer paso consistióen la restauración de la bambalina frontal, a cargo del prestigioso taller de bordados de Jesús Rosado en Écija (Sevilla); confiándose la orfebrería al taller del jerezano Ildefonso Oñate.
Los trabajos de restauración de orfebrería se inician por el juego de jarras, realizadas en plata de ley por el orfebre sevillano Antonio Pérez Barrios a finales de los años sesenta, de extraordinaria traza y ejecución aunque muy deterioradas debido al paso del tiempo. Se continuó con el juego de varales, proporcionándoles nuevas ánimas, restaurando y redistribuyendo los distintos cañones que lo conforman, partiendo del nuevo basamento de forma rectangular que se diseña expresamente para seguir el estilo del conjunto.
Los respiraderos eran el siguiente elemento a recuperar, con la dificultad que conllevaba, dado que había que realizar una nueva parihuela para su correcto anclaje y armoniosa distribución de los paños con varales y trabajaderas.
Debido al lamentable estado en el que se encontraban hubo que realizar un nuevo armazón interno, y reproducir pequeñas piezas del dibujo original que faltaban, eliminar abolladuras en los distintos perfiles y molduras y labrar cuatro esquinas totalmente nuevas con diseño a modo de “candelieri” inspirado en los dibujos de Recio. A todo ello se le ha proporcionado un baño de plata para unificar todas las pieza y así dar unidad al conjunto.
Todas estas tareas se han llevado a cabo con gran maestría y acierto por Ildefonso Oñate. El respiradero aporta al conjunto una gran carga de clasicismo y equilibrio estético, siendo un elemento acorde al elegante y personal estilo de los bordados, alcanzándose una misma línea en diseño y proporción.
Nos queda la esperanza y la ilusión de que esta gran empresa, que se inició hace ya seis años, pueda continuarse y se lleve a buen puerto la restauración y puesta en valor de las distintas piezas que conforman el paso de palio de Ntra. Sra. del Mayor Dolor para proporcionarle un altar digno para conmemorar cada Viernes Santo el Stabat Mater en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo por las calles de Ceuta y que podamos sentir la satisfacción de un trabajo bien realizado por amor a nuestros Sagrados Titulares.
– Por Francisco de Asís Márquez Pacheco