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El piloto consiguió huir dejando a los dos subsaharianos, con sus chalecos, en la playa
24 horas después del desembarco llevado a cabo en la playa de Juan XXIII, ayer, el piloto de una moto de agua lo volvió a hacer: se acercó hasta la orilla de la Almadraba y arrojó a dos hombres, de origen subsahariano, para después emprender huida y escapar. La Guardia Civil nada pudo hacer por interceptar al pasador, atendiendo a los inmigrantes y haciéndose cargo de ellos hasta que se les ofreció la atención sanitaria.
La pareja portaba chalecos salvavidas y fueron introducidos en nuestras costas en cuestión de segundos, repitiéndose el mismo modus operandi que ha marcado las entradas por vía marítima de los últimos meses. Los bañistas, sorprendidos, fueron testigos improvisados de un desembarco que aprovecha franjas horarias supuestamente más tranquilas para hacer este tipo de traslados.
Se sospecha que detrás de estos pases están implicados los mismos pasadores, jóvenes de Marruecos que se surten de una flota de embarcaciones de Ceuta, alimentando un negocio que ha reportado este verano cuantiosos beneficios económicos.